part 3

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El pequeño rayo del sol atravesaba la ventana de la habitación de jisung, el cual abría lentamente sus ojos, percatándose que tenía de frente a Minho, su mejor amigo y a la persona que deseaba con todo su ser. Ya no tenía que tomar su foto y masturbarse como todas las mañanas, ahora lo tenía cerca. Sus alargadas manos repasaron el rostro de Minho . Para ese chico, su mejor amigo era perfecto, desde su cabello hasta sus dedos del pie. No podía apartar su mirada del rostro ajeno, acercándose poco a poco hasta lamer sus labios. Tenía un sabor único y le encantaba.

El pelinegro comenzó a abrir sus ojos lentamente, estirándose y dejando ver sus brazos marcados por la fuerza que hacía en estos. Al girarse se percató de jisung. Ambos estaban desnudos y Minho recordaba absolutamente todo. Ayer había estado demasiado caliente que lo terminó haciendo con su mejor amigo casi hermano y la verdad es que no le había molestado.

- Buenos días, sung.

- Buenos días, Minho .

Los dos estaban bastante sonrientes. A sung le sorprendía que su mejor amigo no reaccionara mal. Tomó todas las sabanas y se cubría hasta su nariz, estando avergonzado por todo lo anterior.

- Ya te vi desnudo, no te tapes - reía el pelinegro, acariciando el abdomen del contrario sobre las sábanas -. Además tenemos escuela hoy, así que debemos apurarnos.

Cierto era jueves. ¿Cómo se le pudo olvidar que tenían clases?

Estando sorprendido miró a Minho.

- Son las 6:30 - respondió el pelinegro -.

- ¡Se nos hará tarde! - Exclamó jisung, levantándose de golpe y quejándose por un pulsante dolor en su espalda baja - Mierda... - murmuró.

Minho miró al contrario, no sabiendo por qué se quejaba.

- ¿Todo bien?

- Sí, sólo hay que ducharnos... - respondió jisung que se levantó con cuidado de la cama.

- Oye, bañemonos juntos, sirve que es más rápido y ahorramos agua, ¿no te molesta? - Lo detuvo el pelinegro.

De pronto el rostro de jisung se tornó rojo. La mano de su mejor amigo lo tomaba de la muñeca y aquellas palabras lo hacían ponerse algo nervioso. Se iba a bañar con Minho, no iba a rechazar aquello.

- esta bien, bañemonos juntos

El pelinegro sonreía al ver aquella reacción de su mejor amigo. Segundos después se puso de pie, cargando a jisung como si fuese una princesa, llevándolo hasta el baño. Los delgados brazos de jisung rodearon el cuello de Minho , algo tímido por tenerlo tan cerca. Todo parecía un sueño, pero aquel dolor en su espalda baja daba a entender más que suficiente que era realidad lo que estaba pasando y no un sueño.

𝙐𝙣𝙖 𝙋𝙚𝙦𝙪𝙚𝙣̃𝙖 𝙎𝙪𝙨𝙩𝙖𝙣𝙘𝙞𝙖 (𝘝𝘪𝘢𝘨𝘳𝘢) - 𝑴𝒊𝒏𝒔𝒖𝒏𝒈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora