Niño

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Era definitivo Atsushi era un niño ¿Por qué un niño?

Porque solo pasadas 2 semanas tras su trato con su mayor enemigo, se sentía extrañamente desesperado, angustiado, con el miedo constante de que en la pantalla de su celular apareciera un numero desconocido y que al contestar suene la voz ronca de Akutagawa llamándole para ir a una misión, trágicamente un niño que no sabe cómo funciona el mundo de la mafia.

Esa misma tarde se dio por vencido, Akutagawa lo engaño completamente, no lo iba a llamar, obviamente no iba a dejar de matar solo porque lo pedía, él era el "perro de la mafia", no una colegiala enamorada. Recostó la cabeza sobre el filo del escritorio, cogió por última vez su celular reviso las llamadas, ni una nueva, reviso los mensajes, nada.

Al llegar a su casa encontró en la puerta una caja, tal vez era las cabezas en forma de ramo de flores que le menciono Akutagawa, o tal vez la cafetera que ordeno, con desgano se encogió abrió la caja y era ropa, tomo cada prenda las miro confundido y las reviso, vacío, era simplemente ropa, mejor dicho, un traje de 3 piezas, muy pequeño, además de unos zapatos, que parecían de su talla, mejor no arriesgarse a ponérselos, al final una nota:

"Esta es tu nueva ropa para salir conmigo, no hay problema si se rompe, te proveeré de otra"

Hizo memoria no había aceptado ninguna cita, peor nadie lo había invitado a salir, metió la caja con la ropa, la acomodo junto a sus escasas prendas en el armario y se acostó, sin merendar, durante un periodo de tiempo, se quedó dormido luego despertó súbitamente, otra pesadilla, estaba sudada la ropa que traía puesto, se levantó a enjuagarse, regreso en toalla a su dormitorio, y su celular vibro, lo agarro "Dazai-san" decía en la pantalla. Contesto.

-Solo usted marcaria a estas horas, necesita algo.

-Te entiendo, a mí también Dazai- san me marcaba repentinamente, veo que ese habito no se le quito.

Atsushi se paralizo por un minuto completo, esa voz ronca, la forma de llamar a Dazai, solo podía ser él.

-Tu Akutagawa, estuve esperando tu llamada por 2 sema-

-Estuviste esperando, sigue hablando casi haces que me sonroje.

-No me refería a eso – se escuchó una risita al otro lado del teléfono.

-Lo sé, lo sé, tranquilo Jinko.

- ¿Qué quieres?

- Parece que, aunque estuviste esperando por dos semanas mi llamada se te olvido el trato, la ropa que tenías enfrente de tu puerta es tu ropa para las misiones, yo la mande, está hecha a tu medida, te debe quedar perfecto, cámbiate ahorita mismo y sal.

- ¿Por qué no puedo ir con mi propia ropa?

- Querido Jinko, tu ropa no es de alguien de la mafia por eso.

-Disculpa si mi ropa es demasiado pobre para ti.

- Si lo es, y no te disculpo.

- ¿Por qué en mi pantalla apareció el nombre de Dazai-san y no un numero desconocido?

- Pensé que nunca lo preguntarías, es un pequeño truco de los chicos, era para asegurarme de que contestes el teléfono.

- Ok.

- Ya estoy afuera, me vas a hacer esperar.

- ¿A esta hora es la misión?

- Si niño, la mafia se mueve diferente, la noche es nuestro hogar, las sombras nuestra compañía y la luna la hermosa presencia que nos vigila. – colgó el teléfono

Atsushi incrédulo se asomó a la ventana y exactamente había un auto estacionado al frente esperando con las luces prendidas, seguramente era de la mafia, tomo la ropa doblada, no creyó cuando dijo a la medida, sorprendentemente cuando paso un brazo por la camisa le quedaba exacto, ahí se dio cuanto de lo flaco que estaba más aun cuando el pantalón que cerro por encima de sus caderas se le cayó un poco marcando su pequeña cintura, todo estaba perfecto hasta los zapatos, considero peinarse pero se veía mal, así que dejo a su cabello libre, se paró frente al espejo se vio y sonrío ampliamente

Akutagawa no estaba en el auto, estaba arrimado en el árbol al frente de la casa de Atsushi viendo cada pequeño movimiento que realizaba su tigre, al ponerse la ropa que había hecho para él, y como espero a su tigre nunca le habían regalado nada y este pequeñez como ropa lo había hecho tan feliz que lo reflejo con una sonrisa, sin darse cuenta el también forma una pequeña sonrisa en sus labios casi invisible, lo había dejado esperando 2 semanas a propósito, para que este resultado se sintiera mejor, un calor inundo su pecho. Lo vio ver la ropa incrédulo, leer la nota aún más consternado, guardar la ropa en un armario vació, que muy pronto llenaría con la ropa que le regale Akutagawa, lo vio no comer, lo vio dormir, lo vio moverse en el futón conforme la pesadilla incrementaba, lo vio levantarse con la ropa sudorosa, lo vio irse a bañar y regresar semi desnudo y lo vio agarrar el teléfono con inseguridad

Atsushi ya estaba saliendo de su departamento, por lo que Akutagawa se apresuró al auto

- Definitivamente nunca vi a una persona demorarse tanto como tu vistiéndose- abrió la puerta del copiloto desde adentro para que Atsushi entrera- ¿Vienes? O también te demoras otra media hora

Atsushi se subió al carro, era muy cómodo, la calefacción estaba bien, todo estaba bien, excepto por la parte de que estaba con su enemigo en un carro, iban a un lugar desconocido y solo dios sabe que planeaban hacer

- La ropa es muy cara, nunca he tenido una así, solo la quise cuidar para que no se rompiera al ponérmela

Akutagawa puso en marcha el carro, ni muy rápido ni muy lento, el auto en total silencio, solo el del motor, con los ojos en el frente, miro a Atsushi de reojo, estaba confundido por el lugar, alerta por si le atacaba, y la ves se veía curioso, pensó que esta era una parte de Yokohama que no conocía y así era Atsushi quería preguntar cómo se llamaba el lugar, si transcurría mucha gente por ahí, si habían ferias y el costo, pero reprimió todas las preguntas y se dedicó a seguir mirando por la ventana, tampoco quería preguntar a donde se dirigía; cuando su estómago rugió, probablemente el tigre pedía la merienda, con el silencio del carro, estaba seguro que Akutagawa lo escucho, se sonrojo rápidamente desde su cuello hasta la punta de sus orejas, fingió que nada paso, por unos 5 minutos, en lo que el sonrojo desaparecía.

- Tengo un tupper con comida en la guantera, come, te dejare votando en la pelea si te desmayas por falta de comida.

- No tengo hambre- regreso a ver, pésima idea, Akutagawa ya lo estaba viendo juzgadoramente -Ok, comeré, el veneno no me hace efecto- mentira.

- No tiene veneno, esa era mi desayuno, mi hermana lo prepara para mí, cuando hay misiones largas.

Solo esas palabras hicieron que el sonrojo volviera, le estaba quitando su comida, la comida que le preparo la hermana para su hermano, no para el enemigo de su hermano, quiso creer que Akutagawa no se percató del sonrojo, si lo hizo, no dijo nada.

- Maldita sea, esto está muy bueno.

- Ok.

- En serio, por lejos la mejor comida que he probado.

- Ok.

En 5 minutos el tupper lleno solo le restaban unos cuantos granos de arroz, su tigre en serio estaba hambriento.

- Gracias por la comida.

- Ok.

No muy lejos, se detuvieron, ya habían llegado a lo que parecían unos puertos y bodegas.

- Aquí es la misión, tenemos que extorsionar a la persona que este adentro, le ha estado robando a la mafia, mezclando la cocaína con harina y ganando más de lo que le paga a la mafia, toca hacerle entrar en razón. A la mafia no se le roba.

- Entremos

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2023 ⏰

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Mi asesino perfecto - Shi SoukokuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora