Una Heroína En Un Mundo De Héroes, ¿Que Podría Salir Mal? (DC)

la guarida ultra secreta

• Metrópolis •

Era una mañana como cualquier otra en la ciudad de  Metrópolis, en un solitario y desordenado cuarto gamer lleno de postes de videojuegos, consolas y latas vacías de bebidas energéticas dormía plácidamente Liria entre su ropa desordenada.

La mayoría de personas que conocía se sorprenderían si la vieran ahora pues más parecía un adolescente gamer mantenido que una heroína poderosa capaz de hacer frente a los más poderosos demonios de khancrix y acabar con ejércitos de alienígenas.

"¡¡Queremos respuestas caballera oscura, merecemos saber la verdad!!", Sonó una voz masculina desde afuera de su pequeña casa seguido de golpes en su ventana causados por las piedras y botellas que arrojaron a su casa para llamar su atención.

Es asombroso lo molestos y faltos de sentido común que pueden llegar a ser los humanos cuando tiene curiosidad, pues la mayoría de razas en el universo no molestarían y lanzaría basura a uno de sus salvadores que literalmente salvo a su especie de la extinción o esclavitud, aunque a Liria no le sorprende pues era lo mismo con los humanos de la tierra normal, lo mismo con los humanos en khancrix y lo mismo con los humanos aquí.

"No puedo creer lo molestos que pueden llegar a ser, casi tan molestos como los odiosos goblins y su afición por las mujeres", susurró Liria mientras trataba de dormir e ignorar los gritos de sus vecinos, lo único bueno de esto era que aparte de sus vecinos no había nadie más afuera de su casa, o eso creía.

Liria trato de dormir y no levantarse pues toda una noche de jugar Halo hasta las 3 de la mañana la habían dejado sin ganas de abrir su cafetería o hacer algo hoy, sin embargo parecía que eso no iba a ser posible por todo el ruido que provocaban.

Finalmente Liria ya tuvo suficiente de esto y se levantó lentamente mientras se arreglaba y se ponía su ropa de trabajo, después de eso con una calma y lentitud extrema preparo poco a poco el café y los postres que servía, un par de horas después finalmente ya podía abrir su cafetería y seguía habiendo personas que gritaban y aclamaban por la caballera oscura.

"¡Ahí está, queremos respuestas caballera oscura!", Gritaron con exigencia los ciudadanos comunes y corrientes de Metrópolis, querían saber los orígenes de esta extraña heroína incluso para los estándares que tenían los otros héroes, su aparición y poderes eran desconcertantes para todos las personas normales e incluso los héroes y villanos de este mundo.

Un ser capaz de aniquilar flotas y ejércitos de alienígenas, capaz de curar cualquier enfermedad o dolencia y estar en cualquier lugar del mundo, con una cantidad incontable de poderes incluso superando a Superman, sin dudas era extraño y preocupante, su aparición oportuna en un momento tan importante y tenso también era confuso y no tenía sentido, incluso había más datos y registros de avistamientos de Batman que de ella antes de la invasión, eso ya era decir mucho de que tan desconocida era la caballera oscura.

Las personas en Metrópolis habían visto la aparición de Superman y otros héroes como Flash, Batman o Green Lanter, su aparición también era un misterio y una sorpresa pero no tenían oportunidad de preguntarles o saber de dónde vienen sus poderes por su identidad secreta, pero conocían la de la caballera oscura así que al menos podrían obligarla a decir algo, esa fue la conclusión a la que llegaron la mayoría de personas aquí reunidas.

Sin embargo en el momento en que Liria abrió la puerta de su cafetería decenas de personas se abalanzaron con la intención de preguntar el origen de sus poderes o saber si era una amenaza, justo antes de poder siquiera tocar o entrar a la pequeña tienda chocaron contra algo invisible e inamovible.

"¡¿Que es esto?, Déjanos entrar, nosotros merecemos respuestas caballera oscura!", Gritaron en un intento desesperado de pasar, empujando y golpeando las barreras para tratar de pasar la barrera invisible que se alzó ante ellos, para sorpresa de Liria pasaron horas de distintas personas tratando de entrar o forzar su entrada pero ninguno lo logro, ya para el anochecer la turba de ciudadanos exigentes se retiró del lugar sin obtener las respuestas que querían pues Liria no le dirigió la palabra a nadie por mucho que estos gritaron, insultaron o golpearon e intentaron destruir su cafetería.