Cuando sale la luna y empieza a alumbrar atraves de la ventana, el poeta empieza a escribir algo que sale de su mente y alma.
Le escribe al amor, a esa flor indefensa, a la lluvia y a esa tristeza, que lo embarga de vez en cuando.
Le escribe a la hoja y a ese su lápiz que lo ayuda, también escribe de romances, de peleas, a la familia, a sus amigos y a todo lo que su mente le dicta.
Escribe versos fantásticos al desamor, al dolor y a la tristeza, escribe rimas con alegria, fantaseando con la algarabia, rimando hasta con la felicidad que tiene todos los dias.
Cuando sale la luna y empieza a alumbrar atraves de la ventana, el poeta empieza a escribir algo que sale de su mente y alma.
Le escribe al viento que acaricia su cara, al sol que le da calor, a las nubes que llevan sus sueños más allá de la frontera.
Le escribe al día, al mes, al año, que ve pasar dejando huella de su estadía por la vida.
Escribe poesias, cuartetos, sextetos, poesia libre y uno que otro cuento de fantasía, de realidad, pero más que nada escribe para vaciar su alma que está llena de letras, para enamorar o talvez para reflexionar.
Cuando sale la luna y empieza a alumbrar atraves de la ventana, el poeta empieza a escribir algo que sale de su mente y alma.
Le escribe a la misma luna, a las estrellas, a la noche, con la cual hace derroche de todos los vicios habidos y por haber.
Le escribe a la mujer con tal delicadeza, pues es lo más bello y maravilloso que hay en esta tierra.
Hay poeta no te canses de escribir, de esto y lo otro, de aquello y de todo, nunca nos dejes de sorprender.
Cuando sale la luna y empieza a alumbrar atraves de la ventana, el poeta empieza a escribir algo que sale de su mente y alma...
Un pequeño homenaje a todos esos poetas y poetisas, que hacen de la lectura un romance, entre las letras y los ojos que las leen.
Escrito el 07 06 2023
Por un tal
Amontonador de palabras
(Carlos Chávez Guzmán)
