Solo sigue adelante... no importa si el te odia o te mira con desprecio si lo hace, solo lo convierte en uno mas del montón, en ese caso eso no lo vuelve diferente a las demás escorias, así que sigue... no te detengas... debes vengarte Ace, sin impo...
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CORAZÓN ENCRUCIJADO Prólogo: No mires atrás... MarAce ____________________
“En ocasiones me dejó llevar. Me da miedo pensar que si huyó, puedo perder algo más importante”
Dar la espalda al enemigo, siempre tiene sus consecuencias. La cobardía te hace perder a quienes amas...
Pov's narrador
Después de una larga caminata del monte Colubo a la villa Fossha, un dúo de hermanos se dirigió a un Bar cerca de la playa. Bar perteneciente a Makino, una bella joven camarera y amiga cercana de los hermanos.
Había pasado aproximadamente 4 meses desde el incidente que involucraba un barco pesquero y la llegada de los Tenryuubito, y poco a poco los hermanos trataban de superarlo.
—¡Ace, Luffy! Cuánto tiempo sin verlos pequeños— saludo la bella camarera.
—¡Makino!— grito Luffy, el menor de los hermanos, con eufória mientras abrazaba a la mencionada. la cuál correspondió el abrazo totalmente gustosa.
—Ace-kun, acercate tú tambien— lo invito al calido abrazo con una sonrisa amable.
Ace, el mayor de los hermanos se acercó con duda, nervios y vergüenza pero al final fue atraído en aquel abrazo algo gomoso.
—Fufufu, ¡Miren que grandes están! ¿Cómo han estado?, ¿Han comido bien?
—Nos encontramos mejor, últimamente hemos entrenado sin parar para fortalecernos— respondió el pecoso.
La señorita asintió, y les pregunto si querían algo de comer, cosa que ninguno de los niños negó.
—¡Siiii! ¡Comida, comida, comida!
Makino sonrió, se dirigió hacia un pequeño refrigerador dónde saco una pequeña jarra de jugo, y debajo del mostrador dos vasos en los cuales sirvió el contenido de la jarra y se lo entrego a los menores.
—Aqui tienen... ¡O cierto! Justamente ayer prepare unos brownies, denme un momento que enseguida se los traig-
El sonido de la puerta del bar abriéndose de una forma ensordecedora resonó en la habitación. En la cuál rápidamente 4 individuos se hicieron notar en la habitación, el pequeño de sombrero de paja entrecerró los ojos al verlos, y al instante su ceño se frunció.
—Oi, oi mujer, danos unas botellas de sake que tenemos sed, y apresúrate que no tenemos todo el tiempo.
—¡Enseguida!... ¿Ace, Luffy, por qué no entran ustedes y buscan los bocadillos?— la peliverde empujó suavemente a los hermanos al interior de su casa mientras les dedicaba una sonrisa tan característica de ella.
