02 ✘ "It Will Be Alright"

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*Como pueden darse cuenta, cambiaré las habilidades/poderes (o se las quitaré) de la lectora según se acomode al shot, no tienen un seguimiento entre si necesariamente.


= 02 =


Tú y Pietro nunca habían estado en buenos términos, cada que se dirigían la palabra solía terminar en una discusión. Aunque eso se debía a que Pietro se ponía a molestarte y tú le contestabas de regreso, ninguno de los dos cedía hasta que no los separara alguien más.

A pesar de eso, tenías que admitir que innegablemente te sentías atraída hacia el joven Vengador, pero si de algo estabas segura, era de que aquel sentimiento jamás sería recíproco.

Los demás Vengadores solían molestarlos a ambos con eso, diciendo cosas como "Parecen una pareja casada" que usualmente brindaban cierto rubor a tus mejillas, provocando que te volvieras invisible y desaparecieras de su vista.

Aparte de tu habilidad de ser invisible, también tenías un caso de claustrofobia del que nadie -a excepción de Natasha- estaba enterado, y esto se convertía en una molestia cada que tenías la necesidad de usar el elevador para subir y bajar en la Torre Stark.

Te dirigías a tu cuarto, sin la mínima intención de subir cientos de escaleras para llegar a tu destino. Entraste al elevador más cercano y cruzaste las puertas de metal, observando cómo comenzaban a cerrarse. Justo un segundo antes de eso, divisaste un destello plateado entre estas. Inmediatamente supiste de quién se trataba.

Suspiraste

"Tenías que ser tú." rodaste los ojos.

"Será rápido. No te molestaré por mucho tiempo, cariñito."

"No me llames así."

Justo al terminar de contestarle, el elevador dio un jalón y se detuvo.

"Tiene que ser una broma" jadeó Pietro. "Está bien, puede que esto tarde más de lo que esperaba" dijo, y se recargó en la pared.

Te inquietaste al sentir el elevador detenerse, y los nervios te invadieron. Te dirigiste hacia el panel de botones enfrente de ti y presionaste repetidamente el que abría las puertas "No, no..." decías por lo bajo al no recibir respuesta, y caminaste de un lado a otro dentro del reducido espacio.

"¿Estás bien?" escuchaste a Pietro, con un tono de preocupación en su voz. Era la primera vez que lo escuchabas hablar de esa manera.

"C-claro que estoy bien." Respondiste nerviosa, dejando caer tu cuerpo al el piso y haciéndote bolita en una esquina.

Pietro caminó hacia dónde estabas, y lo miraste, mostrando el miedo en tu expresión. Se arrodilló frente a ti.

"Te dan miedo los lugares pequeños, ¿verdad?" cuestionó suavemente, colocando su mano en tu hombro.

"No le digas a nadie, por favor" suplicaste, ya que dos personas enteradas de esto eran más que suficiente.

¿Por qué haría eso?" preguntó, y se sentó a un lado tuyo, rodeando tus hombros con sus brazos y acercándote a él protectoramente. Escondiste tu rostro en su pecho y te aferraste a su camisa.

"Shh, no te va a pasar nada. Todo está bien." Murmuraba dulcemente, colocando el mentón encima de tu cabeza, y trazaba pequeños círculos en tu espalda para calmarte. Cerraste los ojos y relajaste tus músculos, intentando olvidarte del encerrado lugar en que te encontrabas.

"Oye," llamó tu atención, haciéndose notar su acento extranjero.

"D-dime" contestaste.

"Quiero que sepas que todo lo que te digo cuando te molesto no es en serio, no realmente." Dijo, con un suspiro.

Te acomodaste ligeramente, "Yo tampoco."

Entonces él te separó de su pecho, y movió una de sus manos hacia tu mejilla, haciéndote mirarlo ya un poco más tranquila.

"La verdad es que siempre me has parecido muy linda" te dijo, mirándote directo a los ojos. Desviaste la mirada, sintiéndote un poco intimidada por la suya.

"Me gustas mucho" confesó, dirigiendo su vista a tus labios.

Te acercaste más a él, casi rozando tus labios con los suyos.

"Tú también me gustas mucho."

Fue él quien cerró el espacio entre ustedes, dándote un beso fugaz. Se separó para mirarte un segundo, analizando tu expresión, y volvió a repetir la acción, esta vez con más sentimiento y deseo. Le respondiste de la misma manera, pasando tus manos por su cuello y jugando con las puntas de su cabello.

Ambos volvieron a la realidad cuando un algo brusco movimiento los interrumpió, y los hizo separarse. El elevador se puso en movimiento de nuevo.

"Mira, ya se arregló." Dijo con una sonrisa, te miró un momento y te dio un rápido beso de nuevo, esta vez más suave que las anteriores. Juntó su frente con la tuya y acarició tu mejilla, para luego ponerse de pie y ayudarte a levantarte.

Te sorprendiste cuando te cargó en sus brazos y se dirigió a tu cuarto, dejando su familiar rastro de azul y plateado.

Silver Streak | Pietro Maximoff | Quicksilver ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora