dear michael ✎ muke os

Querido Michael:

Querido Michael:

Empezaré por el día que te conocí, no sé la fecha exacta pero estábamos en pleno otoño, lo recuerdo porque caían las hojas de los arboles y yo era voluntario para recogerlas.

En fin, tenía un montón de hojas reunidas pero estaba cansado así que fui a sentarme para descansar mis piernas. Miré a mi derecha y algo me llamo la atención y ese "algo" eras tú, eras guapo. Estabas jugando con unos chicos con un balón de fútbol americano, te distrajiste por unos segundos para encontrarte con mi mirada manteniendo un contacto visual de 5 segundos hasta que decidí romperlo ya que sentía mis mejillas arder. Me había sonrojado, me habías puesto nervioso. Miré de nuevo hacía tu dirección porque seguías mirándome mientras una sonrisa traviesa escapaba de tus gruesos labios y susurraste un "Hola" te iba a responder pero el balón chocó contra tu rostro cayendo sobre las hojas que yo había recogido con tanto esfuerzo.

Ya no me parecías lindo, quería matarte.

-Idiota.-grité con molestia mientras me cruzaba de brazos. Tú estabas gimiendo de dolor y yo solo estaba enojado contigo por caer en todas esas hojas que me llevó mucho tiempo reunir. Luego recordé que fue mi culpa, así que decidí ayudarte estirando mi mano para ayudar a levantarte. Tu la recibiste sin rodeos y sentí como un escalofrió recorría mi espalda al sentir tu tacto, estabas helado, lo cual era raro porque no hacía frío.-¿Estás bien?-pregunté realmente preocupado, tu sonreíste tranquilo y te encogiste de brazos.

-No te preocupes.-tu voz era algo chillona pero no me importó porque para mí era muy dulce, me miraste a los ojos provocando que me perdiera en esas esmeraldas que llamabas ojos. Eran verdes con algo celeste, un color peculiar para mí. Eras muy pálido y tus labios muy rosados.-Así que, ¿Cual es tu nombre?-soltaste de la nada, haciendo que me asustara un poco.

-Soy Luke, Luke Hemmings.-contesté con timidez dirigiendo mis ojos hacía el piso, no quería perderme nuevamente en tus ojos. Me tomaste del mentón haciendo que te mirara a los ojos.

-Es de mala educación mirar al suelo mientras alguien te habla, Luke.-Soltaste mi mentón y reíste un poco al ver mi cara, yo también lo hubiera hecho porque sentí mis mejillas arder y eso significaba que estaba sonrojado. Dios, odiaba eso.-Luke, Luke, Luke. Me gusta tu nombre, es muy cool. Soy Michael, Michael Clifford. Y no, no es por el perro gigante.-Lo último lo dijiste como chiste pero de hecho fue muy malo y me reí por cortesía o quizás simplemente era de nervios. Llegaron dos chicos hacía donde estábamos nosotros, parecían agitados.

-M...mich...michae.-El chico que era moreno hablaba entre-cortado y levanto su dedo indice indicando que esperáramos a que él recuperara el suficiente aliento como para hablar.

-Michael, ¿Estas bien?-preguntó relajado el otro chico.-Creo que eso quería decir Calum, pero yo veo que estás de maravilla.-El chico rió un poco, su risa me pareció contagiosa y alborotada. El me miró por los segundos inspeccionándome con la mirada. Me sentía raro.

-Sí, gracias por la rápida asistencia medica de parte de ustedes.-comentaste con ironía y yo me reí por tu comentario, esa vez no fue por cortesía.-Bien chicos, este es Luke Hemmings.-me tomaste por los hombros sacudiéndome un poco y yo hice un ademán con la mano tratando de decir hola. Ambos me miraron.

Recuerdo que después de presentarnos ustedes decidieron ayudarme a recoger las hojas nuevamente para reunirlas solo sí aceptaba ir a su departamento para comer pizza y conocernos más, recuerdo que tu querías otro pedazo. Los conocí mejor y eran chicos realmente agradables. Tú no dejabas de verme y yo tampoco dejaba de mirarte.

Habían pasado un mes desde aquel día y los cuatro nos habíamos hecho muy cercanos, especialmente tú y yo. Me pediste que fuéramos a ver alguna película y yo me negué porque odiaba el cine, tu me preguntaste la razón y yo te respondí que tenía una mala experiencia. Eras muy curioso, querías saber todo de mí pero cuando yo preguntaba cosas, no me decías nada.