Primera parte.

1.1K 134 11
                                    

Daniela Calle.

Estaba estresada, sin saber que hacer, llevaba 13 horas de vuelo y aun faltaban como casi una más para aterrizar.

Se preguntaran ustedes de donde vengo y quien soy, verdad? Bueno, aquí va, soy Daniela Calle, hija de Germán Calle, uno de los hacendados más importantes de todo México, hace unos años atrás, 9 para ser exactos, mi padre me envió a Milán-Italia, no se si fue por arranque o porque de verdad quería que yo me superará y tuviera una mejor educación que la ciudad en la que vivía me brindaba, inicié y así mismo culmine la carrera que mi padre quería, llevaba trabajando ya tres años en Italia pero ahora estaba de regreso porque mi padre enfermó.

Él no podía hacerse cargo por si solo de todo lo que tenía y quien mejor que alguien que a pesar de ser su familia, es muy buena en lo que hace, me tomó tiempo y dedicación llegar hasta donde estoy y para que mentirles, también llanto. Pero aquí estoy esperando a aterrizar e ir por fin a descansar de todas estas horas de vuelo.

Ahora que me conoces un poco, te voy a contar uno de los miedos que tengo al volver y para que irnos tan lejos si solo puedo mencionarte a "ella".

Tuve una linda y corta historia con la chica más maravillosa que alguien algún día pueda conocer, su nombre es María José, o mejor conocida como Poché, por qué le dicen así? Bueno eso te lo explicaré más adelante, ella me dio los días más lindo que un ser humano pueda vivir, estoy sonando cliche? Pues me vale, cuando se trata de ella no puedo no serlo, así que te aguantas y yo continuo. María José me enseñó que se puede querer tanto a alguien que darías todo por protegerle, ahorita no te mencionaré eso y mientras me quedé tiempo en el aire te contaré más pero de ella.

María José es una chica muy inteligente, atenta, apasionada en todo lo que hace, ella simplemente es arte.

Nuestra historia comenzó un poco extraña o bueno no tanto, haz escuchado alguna vez que dicen que: "del odio al amor, hay un solo paso"? Pues sí, no creo que vivas en saturno para nunca antes haber escuchado eso, bueno así fue, aun no lo logro explicarme como pude odiarla tanto para al final terminarla amando con todo lo que soy.

Después de "odiar" tanto a esa chica, que ahora ya será toda una mujer, como yo claro, dios, perdonen ustedes por desviarme del tema pero es que no dejo de pensar en lo hermosa que estará, su figura no sale de mi mente al igual que sus ojos y sonrisa, la imagino y una sonrisa estúpida sigue apareciendo en mi rostro, sigamos, como les decía, después de bueno lo que ya les dije, maría José me enseñó tanto a sentir y hacer cosas que yo en aquel tiempo nunca hubiera imaginado hacer, tantas cosas bonita pero terminé pagandole con irme de su lado, les juro que yo lo hice porque la amo, sí, aún lo hago y lo haré siempre. La amo y nunca voy a permitir verla mal.

Después de que mi padre se enterara de que nosotras estábamos saliendo, se armó un despelote en la casa, ella me prometió que íbamos a salir juntas de todo lo malo qué en el momento estaba pasando pero la dejé sola.

Ahora con una mente más madura puedo decirles que esto pudo ser una de las cosas que mejor nos haya pasado porque a pesar de que hayan pasado tantos años aun mi corazón se sigue acelerando con solo escuchar su nombre. Mi amor por ella sigue intacto que tantos años no pudieron borrar, de ella no puedo decir lo mismo porque si yo estuviera en sus zapatos yo me odiaría por completo, pero les digo una cosa, tengo miedo de que ella si me odie y no quiera volverme a ver nunca más, pero bueno no vengamos con esas, veamos que nos trae el destino y aceptaré lo que me toque.

Por fin estoy pisando tierra mexicana, en la pista no muy lejos de donde el avión aterrizó está esperándome una camioneta que no les miento, de lejos gritaba que era propiedad de los Calle, voy hacia ahí y dejo que me lleven a casa, extrañaba esto, extrañaba tanto todo, voy familiarizando cada cosa y noto que unas que otras han cambiado, hay nuevas tiendas, nuevas cosas y otras siguen iguales, poco a poco nos alejamos de la ciudad y entramos a la hacienda de mi familia.

Aquí parece que todo sigue igual, la casa sigue tal y como la recuerdo, entro y de la misma forma, todo sigue igual.

- Hija, que bueno es tenerte nuevamente en casa.

Mi padre se hace notar y viene a mí para abrazarme, sus brazos me envuelven y me refugio en ellos, extrañé tanto sentirme así. Duramos unos segundos más así hasta que el me suelta y me mira de pies a cabeza. Yo le sonrío.

- Pero mira lo que haz crecido. Mi pequeña niña ya es toda una mujer...

- Pa...

Mis ojos estaban llorosos. Vuelvo a abrazarlo para luego dejar que el me ponga al día de todo lo que está pasando.

Después de cenar vamos a su oficina donde él me cuenta algo de lo que está pasando, digo algo porque sabe que estoy cansada y que necesito dormir un poco. Pero no quiero irme a mí habitación sin antes preguntarle por María José.

Sé muy bien que el no la traga pero ahora es lo que menos me importa.

- Pa, que haz sabido de ella?.

El me mira y respira antes de responder.

- No mucho si te soy sincero, desde que te mandé al extranjero, ella no volvió a aparecer por esta casa, lo poco que sé es porque solemos encontrarnos en algunas reuniones con inversionistas o algo así, eventos a los que somos invitados y ella tiene que asistir por obligación.

Le interrumpo.

- Por obligación?.

- Sí, hace unos años atrás sus padres murieron. Ambos, dejándola encargada no sólo de su hermana sino que también de todo lo que tenían.

- No puede ser...- me siento terriblemente mal por no haber estado con ella en esto.

- Ella parece llevarlo bien, no pongas esa cara...

- sí, lo siento, continúa...

- Bueno no sé qué más quieras saber, lo poco que sabia ya te lo dije, no hay más que sepa yo de ella.

- Está bien, entonces yo me retiro. Enserio necesito descansar.

Me despido de él con un beso en su mejilla y voy a mí habitación. Después de una larga ducha me acuesto y caigo rendida hasta el día siguiente.

Siempre he sido de las personas que se levantan temprano, por qué? Pues porque me gusta ser testigo de los hermosos amaneceres que la vida nos regala.

Salgo a caminar por los establos ya que necesitaba un caballo para ir a recorrer más el lugar.

Mis ojos se llenan de lagrimas al ver que mi pequeña belina ya no es pequeña sino que se convirtió en una hermosa yegua, pido a uno de los trabajadores que me ayuden para poder montarla e irme, lo hacen y me dan algunas recomendaciones para que no tenga algún problema, agradezco, coloco mi sombrero y salgo de establo hacia las afueras de la hacienda.

Lo primero que se me ocurre visitar es el río, el mismo que fue testigo de tantas cosas que viví con María José, el agua corre y se ven tan lindo que hace que quiera bañarme en él.

Así lo hago, me quito todo, quedando solo en ropa interior.

Me siento muy bien estando aquí.

Todo estaba tranquilo hasta que siento unos pasos acercándose. Dios mío, esto no me puede estar pasando, tierra trágame y no me escupas, que bueno que dejé mi ropa interior. Iba a voltearme pero una voz conocida hace que mi cuerpo se detenga por completo.

- La próxima vez deberías dejar a tu yegua amarrada para que no vuelva a huir...

No puedo hablar.

- De veras Calle que no aprendes...

- María José...

Continuará...













































; Sean bienvenidos todos, espero y les guste, de antemano gracias por leer y votar, comenten, que quiero teorías, ustedes son importantes y quiero saber que piensan de la historia o como quieren que avance.

Besos en sus colas y tomen awita porfas

The first date | Caché ; Se PausaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora