𝐋𝐨𝐮𝐝 ✧ 𝐂𝐡𝐚𝐧𝐌𝐢𝐧²

XCVIII

-Esa mujer está loca.-dijo Lily, la pelinegra estaba furiosa.

Ahora estaban en la casa de los Kim, sentados en el sofá, con Chan y Min acomodados con el menor sobre el regazo del pelirrojo.

La chica caminaba con nerviosismo y sus mejillas estaban rojas de la furia.

-Creo que va a explotar.-dijo Sunghoon.

-Cuando encerró a Chan , me pidió que la perdonara y no haga ninguna denuncia.-murmuró Lily.-Y lo hice sólo porque es mi madre, pero sigue igual de desquiciada.-la chica se frotó el rostro con fastidio.

La puerta de la casa se abrió y una furiosa señora Kim arrojó su bolso en el perchero, la mirada de los cuatro presentes se enfocaron en ella, la mujer se acercó a su hijo y tomó sus mejillas para dejar un beso en su frente de forma maternal, hizo lo mismo con Chan, y pareció muchísimo más calmada luego de ese gesto.

-Ya está la orden de alejamiento en pie, amores.-dijo, acariciando sus cabellos.-No podrá acercarse a quinientos metros de ustedes.

>> Vivan en paz, queridos.

Seungmin asintió, estiró sus brazos hacia su madre y la abrazó dándole las gracias al oído.

-Chan.-llamó la chica.-Si se llega a acercar, me llamas. Llevo mi porra y Sunghoon el taser.

-¡Lily!-Sunghoon estaba sorprendido, e indignado de que lo involucrara en eso.-Es tu madre-

-Y también una psicópata, Sunghoon.-la pelinegra abrió sus brazos, como si fuera obvio.

-Querida.-la señora Kim tomó a la joven por los hombros, le dedicó una sonrisa tranquila.-No te estreses, afectas al niño, ven siéntate...-la llevó hasta un espacio en el sofá.-Te haré un té, ¿quieres?

-Café por favor.

-No puedes tomar café estando embarazada, tonta.-dijo Sunghoon.

Lily suspiró.

-No me deja comer nada.-se quejó, mirando su vientre.-Y tampoco puedo golpear a nadie.

Sintió una mano en su hombro, se volteó para ver a Seungmin.

-Está bien.-dijo, frotando un poco su hombro, intentando calmarla sonrió mínimamente.

La pelinegra lo miró un segundo y sonrió cuando el castaño lo hizo.

Seungmin estaba bien, como si nada hubiera ocurrido.

Lily suspiró, sintió a Sunghoon acercarse, su novio se sentó sobre sus piernas haciendo que la chica tuviera una mueca en su rostro de molestia por tener tanto peso encima, pero terminó cediendo cuando el muchacho comenzó a dejar mimos en su cabello y sonreía de forma espléndida, haciéndola sentir mejor.