"Enseñanza para el corazón" es el objetivo de esta historia-poema erótico. Son 3 escenas narradas por 3 personajes diferentes, solo lo hago con un fin estrictamente pedagógico. Este no es el proyecto que pensaba terminar primero, pero me sirve para liberarme algo de tensión. Este y el próximo, serán dedicados a ti, CJ.
PD. Antes que lo olvide, decidi hacer un cambio de alias aqui. Mi antiguo nombre visible era Marcus D, pero por querer hacer un "experimento" por asi decirlo, decidi cambiarme el alias por este nuevo, es decir, Nexus. Si les gusta o les desagrada este cambio, por favor haganmelo saber.
* Escena 1: Javier
A veces, uno decide amar ciegamente muchas veces ignorando a la razón misma. He escuchado muchas historias de pareja donde los celos intoxican su relación, hasta tal punto de llegar al "no retorno" (es decir, separación, secuestro o muerte -dramático, tal vez; realista, 99.9%-). Una relación siempre se basa en la sinceridad, honestidad y en el reconocimiento y aceptación de las diferencias del otro, y lo más importante: el amor.
Hace algunos años, tuve un novio que me amó locamente, pero por problemas con su familia terminó conmigo. Creía que era el fin del mundo, pero fue allí donde conocí a Antonio (a partir de aquí lo llamaré Toni), un hombre que me devolvió la fe en el amor homosexual. En mi tierra existe un refrán que reza lo siguiente "No hay bonito sin "pero", ni feo sin gracia". Su único "pero" eran sus celos. A veces era calmado, otras veces obsesivo. Tampoco lo culpo al 100%, pues su experiencia pasada fue demasiado dura. Su antiguo novio le fue infiel, y lo peor de todo, fue en la propia cama que ambos compartían cuando vivían juntos en su apartamento. Toni es un respetado ingeniero civil que ha llegado a diseñar grandes edificios y autopistas en esta capital, y un día que caminaba en un parque ahogado en mi tristeza por lo de Fran, me tropecé con Toni y ambos caímos al suelo. Él se levantó primero, y luego me ayudó a mí. Nos disculpamos, nos saludamos y hablamos de algunos de nuestros problemas. Hubo "química" al instante, y como fruto de eso ambos nos ayudamos a curar nuestras heridas, excepto una: los celos.
Créanme que sus celos me llegaron a causar pánico, incluso tuvimos serios desacuerdos por ello, y al comprobar que sus temores eran infundados se calmaba, se disculpaba, me besaba y nos íbamos felizmente a la cama a disfrutar nuestra intimidad, pero fue lo último que pasó fue lo que hizo que todo comenzara a cambiar.
Resulta que, Antonio conoce perfectamente a Francisco (a partir de aquí lo llamaré Fran), y si bien es cierto que donde hubo fuego cenizas quedan, parecía que Toni no era capaz de entenderlo. Yo no le guardaba rencor a Fran, puesto que nuestra relación no tuvo un final trágico. Cuando paso nuestro noviazgo, Fran apenas estaba terminando su carrera de Medicina y hoy es un respetado nefrólogo. Su vocación lo llevó a trabajar en un hospital pueblerino donde consiguió (a la fuerza) 3 máquinas de Hemodialisis para pacientes con insuficiencia renal terminal. Solía venir a la capital a congresos médicos, y tuvo un problema con la reservación de hotel, así que intercedí por el frente a Toni, y después de insistirle hasta el cansancio accedió a darle posada y tuve que prometerle que le daría 3 "polvos" después que Fran se fuera, y por no mencionar que no podía acercarme mucho a él según lo que el también pidió.
El tan esperado día llegó: Toni saludó a Fran en la puerta de nuestro apartamento y lo hizo pasar, me saludó como un buen amigo. Toni cuidando que Fran no estuviera muy cerca de mí, lo llevó a la pieza de huéspedes y a Dios gracias que Norita (nuestra empleada) había limpiado muy bien la habitación antes de que Fran llegara. Como ya era de noche, entre Fran y Toni compraron la comida a domicilio, nos sentamos a la mesa y comimos como amigos, sin pena ni gloria.