Crimson - Hyunlix.

Parte I - Serás mío.

1872.

"Eres el responsable de nuestro linaje", probablemente Felix había escuchado aquella frase mucho antes de los típicos "Di, mamá" o "Di, papá". Claro, no había nada de normal en el origen de su sangre, solo eran un cumulo de vampiros renuentes a morir, aunque por definición ese era el fin de los vampiros, seres eternos, inmortales y preciosos, al parecer el rubio vampiro solo cumplía con aquellas dos primeras cualidades pues los años, décadas y siglos habían pasado y las propuestas de matrimonio que había recibido eran cercanas a cero.

Sus constantes negativas a seguir las tradiciones vampíricas lo hacían un pretendiente conflictivo o al menos uno el cual nadie quería en su familia siendo que a estas alturas eran muy pocos los clanes vampíricos que iban quedando gracias a que el velo de su anonimato había caído hace algunos años cuando una guerra sobre natural se desato cuando un mortal decidió abrió las puertas del infierno.

— ¡Yongbok! — una daga voló en su dirección la cual afortunadamente alcanzo atrapar sin llegar a cortarse. Aquel ataque era lo más suave que recibía por parte de su progenitora — no sé si tienes buenos reflejos o me estabas escuchando y no querías responderme. — critico su madre.

—Ambos — dijo bebiendo de su copa de sangre sonriendo cínicamente después — Otra cosa... las dagas no son ni por asomo tu estilo, ¿podrías lanzarme otra jodida cosa?

—El hacha está en la cocina y tengo pereza de ir por ella, además no es necesario para amenazarte, la gracia es lanzar algo que amenace tu vida o al menos genere un poco de estímulo peligroso, estas fuera de trote porque...

—Porque no quiero cazar humanos vivos — repitió rodando los ojos — me alimento de igual manera, mujer — su lengua acaricio uno de sus colmillos mientras sus ojos escarlata analizaban el gesto molesto de su madre — ¿Cuál es el punto de asesinar?

—Que te conviertas en un vampiro elegible para el matrimonio — dijo su padre cansado de que fuera tan desobligado — Tienes más de cuatrocientos años Yongbok, ¿no crees que es tiempo de sentar cabeza?

—Si nadie me ha pedido en matrimonio ¿no creen que es porque no tengo valor alguno? — no estaba siendo dramático, solo estaba repitiendo lo que sus hermanos menores le habían dicho todos esos años; que era un vampiro escuálido, raro, feo y sin ningún valor, claro, sin contar todas las torturas que había pasado en manos de ellos quienes eran más fuerte por beber sangre directo desde la fuente humana — deberían pasar al siguiente heredero y hacer que Jooyeon, Jaemin, o Jeongin sean los que se casen, tienen a todo el reino a sus pies — se encogió de hombros.

—Tu eres el mayor, así que por consecuencia tú debes ser el que se case primero y sobre todo... — su padre golpeo la mesa — tengas hijos rápidamente.

—Traduciendo sus exigencias, debo transformarme en una concubina que solo sirva para guardar una polla ajena a la mía y que dicha polla me deje en cinta para no avergonzar a la familia Lee, ¿no?

—Si — dijeron sus progenitores al unísono.

El rubio de largos cabellos se levantó rápidamente de la mesa dejando a sus padres hablando solos, la única ventaja que su vida tenía era el hecho de tener una casa lo suficientemente grande en donde podía desaparecer de la vista de todo mundo por el tiempo que quisiera. Tampoco era como que sus padres tuvieran algún atisbo de buscarlo o de siquiera preocuparse por su presencia, el solo era desgraciadamente el hijo mayor y todo el linaje recaía en sus hombros.

No ayudaba a la convivencia familia que sus padres le recordara todo el tiempo lo inútil que era castigándolo exponiendo sus manos o pies al sol, dejando que se quemara por horas y que sus hermanos, exceptuando Jeongin se comportaran como una completas basuras con él, haciendo énfasis de cuando escuálido, extraño y horrible era y también enterrando de vez en cuando pequeñas estacas en alguna parte aleatoria de su cuerpo.