𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐔 𝐔𝐍𝐎. el inicio de la historia

2.8K 379 60
                                    


Empacaba mis pertenencias con rapidez, solo porque no quería estar ni un minuto más dentro de esa casa.

No es sencillo irse del nido. Mucho menos para un ave que apenas sabe alzar el vuelo como yo; a veces el nido se encoje y se hace apretado, incómodo y molesto, es lo que me pasa, esté nido ya es lo suficientemente chico como para poder estar dentro.

—No te irás a ningún lado.— creí que él llegaría más tarde, pero al parecer mí madre tomó su teléfono celular para hacer una llamada importante —¿Qué es eso de querer irte a vivir solo como un universitario?, ¿acaso el auto no te bastó?

—¡Esto no se trata del transporte o de algo más!— dije golpeando la maleta con bastante frustración —¡Se trata de poder vivir la vida sin depender de ti o de nuestros padres!

—¡¿Qué más quieres?!— finalmente había explotado. Mí querido hermano mayor se volvió el doble de sobreprotector cuando ingresé a la universidad y cuando Suho se marchó de aquí, igual de harto que yo —¡Cualquier otra persona daría lo que fuera por tener está vida!, ¡Dinero, autos, una enorme casa y personas que te pueden mantener sin la necesidad de que te fuerces en nada, teniendo solo la maldita obligación de estudiar!

Ya no quería seguir discutiendo con él, ya no más. Estaba harto. Harto de su sobreprotección, de su dinero, de...de todo lo que tenga que ver él. Llegué a mí límite.

Intenté entenderlo. Quería hacerlo. Es triste que él haya tenido que hacerse cargo de nosotros a una temprana edad, que haya renunciado a su niñez para dedicarse al cuidado de mi hermano y de mí, pero llegar a ésto, a querer retenerme bajo su ala todo el tiempo del bendito día...para algunos quizás no le parezca nada malo, pero para mí es un jodido infierno.

—¡Vuelve aquí!— tomé mis maletas sin decir nada y caminé hasta la salida sin importarme lo demás. Tal vez si mamá o papá fueran quienes me pidieran que me quedara puede que lo reconsidere. Pero sus miradas lo dicen todo: ellos no harán nada porque no saben qué hacer ante esto. No se ven en la necesidad de retenerme, porque para ellos no soy lo más importante. En cambio, para ese sujeto...lo soy todo. Su mirada dice más que palabras, él esta sufriendo por esto que estoy haciendo. Algo que me hubiera gustado haber visto en mis padres —¡El mundo al que quieres ir...es muy cruel!— dependencia, miedo, traumas...es todo lo que es él y ese amor incondicional que tiene mí hermano hacía nosotros es verdaderamente enfermo —¡¿Qué parte es la que no entiendes?!, ¡Eh hecho de esté lugar el mejor de todos. El más cómodo, más grande y rico. Lo tienen todo, tú y nuestro hermano, maldita sea!

—¡¿Crees que esto es vivir?!— estallé finalmente —¡Entiendo que trates de solo protegernos, pero no te da el derecho de hacernos tus prisioneros!, ¡Déjame ser libre!, ¡Déjame experimentar las caídas de la vida y déjame aprender a cómo levantarme por mí mismo!, ¡Tengo veinte años, ya no soy un niño, Hyung!

—¡No puedo dejar que eso te pase!— él me tomó por los hombros —Entiende lo, nada halla afuera es bueno. Yo...no puedo perderte a ti también.

¿Esto es ser un hermano mayor?, ¿renunciar a todo, niñez, vida propia...? Si es esto entonces es una mierda. Me compadezco de esta clase de gente que no puede vivir sin depender de otras personas.

—No soy tu hijo.— sentencié —No tienes los derechos para actuar así conmigo, ellos sí— señalé a mis padres, que estaban allí viendo todo esto sin decir nada —, y si ellos no dicen nada al respecto, entonces no tengo porque seguir discutiendo esto contigo.

—¡Yo te crié!, ¡Soy más padre para ti que ellos!, ¡Eres un malagradecido!

—Soy tu hermano.— aclaré —Desde un principio nunca tuviste que olvidar eso. Ahora déjame ir de una vez por todas.

—Si tan solo pudieras entenderme-...

—Pero no puedo hacerlo.— hablé antes que él —Porque yo no soy el hermano mayor.

La vida hizo que me tragara otra vez esas palabras. ¿Esto es un maldito castigo? porque si lo es, vida en serio lamento haber sido un mal hermano con mí Hyung. Solo deseo poder salir de esta pesadilla.

──¿A tomado sus medicamentos, joven maestro? ──oí la pregunta del médico al que llamaron hace rato; tenía la mirada atenta del duque sobre mí y la del otro hijo de esta casa también.

──Los eh tomado. ──respondí. Volví a cubrir mí pecho con la camisa blanca después de que el médico haya dejado de lado el aparato para oír mis palpitaciones; hace horas atrás tuve un increíble ataque de pánico que me hizo enloquecer a tal punto de que mis pulsaciones se volvieron tan rápidas como para casi darme un paro cardíaco. Lejos de estar sintiendo más en calma por haber dejado de sentir el dolor en el pecho, me estaba sintiendo aún más nervioso.

Tenía la mirada atenta de dos sujetos. Una persona mayor de cabellera negra y ojos celestes, denotaba mucha autoridad que me hacía poner demasiado nervioso. Al lado de esté hombre había un muchacho de cabello salmón...¿o era rosa?, no estoy entendiendo nada, ¿es tintura para cabello?, ¿una nueva moda quizás?

──¿Es malo lo que tiene mi hijo, doctor? ──preguntó. El doctor de está familia miró al hombre con la cabeza baja. Parecía estar igual de intimidado que yo por esa mirada suya.

──Déjeme llevarme calma al gran duque asegurándole que su hijo mayor está en perfecto estado de salud. ──¿acaba de referirse a él como 'gran duque'?, cada vez estoy más convencido de que estoy dentro de un sueño (o pesadilla)──. Últimamente en estos días el clima ha sido bastante fuerte por lo que pudo haber afectado al joven maestro. Ahora se encuentra bastante bien.

──Es un alivio. ──no entendía nada.

Desperté una mañana en está habitación (en la que nos encontramos ahora mismo); pude sentir la incomodidad de la cama, lo que era anormal teniendo en cuenta que mí colchón es demasiado cómodo. Fue lo primero que me indicó que no me hallaba en casa y al abrir mis ojos mi temor incrementó.

Jamás había visto tanta riqueza en un solo lugar.

Está habitación suele recordarme a las películas victorianas o las series de dragones y princesas. Un solo mueble de estos podría costar demasiado que lograría dejar en ridículo a la riqueza de mi familia.

──Hijo. ──mi miedo se convirtió en terror al ver a estas personas. No los reconocí al instante, pero aún siento haberlos visto en alguna parte. Sus apariencias me hacen demasiado ruido en la cabeza, sobre todo ese chico de cabello extraño──. Te pediré que descanses por hoy, ¿sí?; deja que el entrenamiento lo lleve a cabo el instructor.

──Claro, no hay problema. ──no me negaría a ello. ¿Entrenamiento?, definitivamente me confundía aún más.

──Te lo agradezco. ──él me brindó una sonrisa antes de darse vuelta──. Ven hijo, vamos a dejar que tu hermano descanse. ──y se retiró en compañía del otro chico junto al doctor.
Quedé a solas nuevamente y pude volver a entrar en pánico.

Era difícil aceptar esto.

¿Dónde estaba?

¿Quién me trajo hasta aquí?

¿Por qué estoy aquí?

──Eso no es lo menos importantes. ──me levanté de la cama y camine lentamente hacía un espejo donde pude ver el reflejo que...era mío──. ¿Quién demonios soy?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 24 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

❝EL PERSONAJE MÁS ODIADO CAMBIA ────𝘁𝘃𝗲𝗱✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora