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Para cuando Hoseok y Namjoon llegan a casa, no hay ni rastro de Taehyung, aunque eso debería tranquilizarles, no es para nada así. Corren al cuarto de Yoongi, descubriendo con horror que tampoco está.

Ambos amigos niegan con la cabeza y se miran.

- Se lo ha llevado, Nammie – Balbucea Hobi.

- Mierda – Gruñe Namjoon, apretando los puños.

Unas dos horas antes

Taehyung toca al timbre decidido, después de haberle pedido amablemente al conductor que le espere para llevarle a su propia vivienda, cuando termine de hacer lo que le requiere allí.

Toca de nuevo al ver que nadie le contesta y frunce el ceño. Se muerde el labio al olisquear el aroma de Yoongi que incluso traspasa la puerta, es demasiado peligroso para el gatito estar ahí solo, al acecho de cualquier desalmado que quiera aprovecharse de su celo.

No como él, que ha ido a darle las buenas tardes.

Toca con los nudillos esta vez a la vez que toca el timbre, poniéndose histérico porque el menor no le hace caso y baja su mano al pomo de la puerta, con la intención de abrirlo, pero cuando va a hacerlo, la puerta se abre.

La polla de Taehyung se erecta al segundo de ver al minino frente a sus ojos, sólo con una camiseta extra grande, el color carmín coloreando sus mejillas y el pelo revuelto.

Los ojitos mieles del menor destellan de emoción al verle enfrente, ronroneando inconscientemente, mordisqueándose el labio y meneando la cola totalmente feliz. Juguetea con sus manos, restregando los muslos. El aroma que desprende Yoongi está mareando a Taehyung, que lucha con todo su cuerpo por no follarse ahí mismo al menor.

- A-Alfa – Ronronea.

- Mierda – Masculla Taehyung.

Tragando duro, agarra al menor de la muñeca y lo mete dentro del apartamento, siendo su olfato de guía a la habitación de éste, dónde rebusca entre sus cajones para obtener algo de ropa para ponerle.

Siente las manitas del menor por su espalda, acariciándole y, además, está entrelazando las colas, el ronroneo que sale de su pecho, solo está desquiciándole aún más.

- Alfa, por fa-favor – Ruega contra su cuerpo.

- Un momento, gatito, te llevaré a un sitio mejor – Gruñe, volviéndose a él – Dile a tu hyung dónde tienes la ropa cómoda.

Un asentimiento tan adorable como sensual es lo que obtiene, observando con malicia cómo el menor, literalmente, no tiene nada debajo de esa camiseta gigante, cómo al agacharse, la humedad de su entrada brilla por el interior de sus muslos.

Carraspea al verle volver con un pantalón de chándal rosita y se lo da, sonriente. El alfa se arrodilla y le coloca los pantalones, sintiendo sus colmillos picar por clavarlos en esos muslos húmedos que reclaman atención inmediata.

- Vámonos, gatito – Le tiende la mano.

El minino más jodidamente obediente que normalmente, acepta su mano y poniéndose unas zapatillas, sale casi danzando del domicilio.

Cuando se meten en el coche, el conductor mira a Taehyung por el espejo retrovisor, el cual le devuelve la mirada con expresión neutra.

Yoongi se sube en el regazo de Taehyung, restregando su nariz por el cuello del mayor para después, lamer con su lengüecita. La gran mano del azabache se cierra su muslo, apretándolo y haciéndole jadear contra su cuello.

- A mi casa – Le indica al chófer – Y si le dices algo de esto a alguien, vas a la puta calle.

El hombre asiente y pone rumbo a la casa del tigre.

En la actualidad

El chasquido de las lenguas mezclado con el choque de pieles al bajar el trasero de Yoongi directo contra los muslos de Taehyung crea una sintonía perfecta de sonidos eróticos que desquician al mayor, que clava sus uñas con fiereza en las nalgas rosaditas de los azotes que le ha proporcionado al gatito.

Yoongi clava sus uñas en los hombros del mayor impulsándose mientras le monta con torpeza y sensualidad, es la segunda vez que tienen sexo en dos horas y Taehyung está encantado de tenerle tan sumiso y entregado.

- En cuatro, gatito – Demanda, obteniendo una lamida en sus labios.

Con un gruñido bajito el menor se sale y se coloca cómo su alfa le ha ordenado, ronroneando del gusto cuando Taehyung se posiciona y se hunde, celebrándolo con un gran azote que hace gritar de placer a Yoongi, que exige otro meneando las caderas.

Después de ese vienen dos más, haciéndole lloriquear y nublarse cuando arremete con dureza contra su entrada, clavando los dígitos a fuego en la cintura pequeñita del gatito.

Las sábanas debajo de los puños de Yoongi están desgarradas por sus uñas afiladas, sus labios hinchados por clavarse sus colmillitos y su entrada húmeda y entumecida por la brutalidad de las estocadas que está recibiendo, probablemente si fuese consciente de lo que pasa, se habría transformado en gatito hace un rato.

Taehyung coge todo el cuerpo de Yoongi y lo impulsa dentro y fuera de su polla con tanta dureza que hace llorar al menor.

- Mírame, gatito – Gruñe.

Los ojitos mieles brillantes de Yoongi se clavan en los suyos y un pinchazo directo a su corazón que prefiere ignorar es clavado con éxito.

- A-Alfa – Lloriquea – Miau.

Los ojos amarillentos del tigre y alfa que hay dentro de Taehyung se prenden al escucharlo maullar y libera toda su rabia de esos días directamente contra su punto dulce, duramente apuñalado sin contención.

- Joder, Yoongi – Ruge.

El corazón del menor se desboca al escucharle decir su nombre por primera vez y se corre, irremediablemente, apretándole tanto la polla que le hace correrse también, respirando entrecortadamente por el ejercicio realizado.

Aunque claro, el mísero, ínfimo y pequeño detalle es que, perdido entre los orbes mieles y el sonrojo del gatito, no se ha salido.

Y ¡Pum! Nudo hecho.

Pero el caso es que ninguno de los dos le está haciendo caso en ese momento, ahora mismo están más pendientes de mirarse a los ojos.

Taehyung acaricia la nalga donde ha recibido los azotes de forma delicada, cuando el maullido leve de Yoongi le devuelve a la realidad y ve, con pánico que se ha anudado con él.

Savage ❣ TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora