Por Joselo Rangel
Wednesday, July 9, 2014
ChEMO y mEMO se la pasaban diciendo que la vida era una mierda y que preferían mejor morirse a estar siempre felices como todos los demás.
Un día el Destino quiso darles gusto. Un automóvil en sentido contrario a toda velocidad se llevó a ChEMO quien murió al instante. mEMO se salvó por un pelo, así que al otro día tiró toda su ropa negra y comenzó a sonreír hasta que le dolió la cara. No fuera a ser que el Destino quisiera venir a terminar lo que dejó inconcluso.
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Textos Mutantes (Minificciones)
General FictionMinificciones de la pagina www.textosmutantes.com Escritos por Joselo Rangel (Guitarrista de Café Tacvba, Columnista de Excelsior y Escritor)