¿Cómo luce el mundo completamente de verde?
Hyunjin padece de una enfermedad, tendrá que vivir toda su adolescencia y adultez con eso.
Llega a desarrollar estrés, ansiedad o depresión, como cualquier adolescente con problemas.
— ¿COMO DICES? ASH, ¿Y QUE SE SUPONE QUE HAGA? ESE NIÑO VA A SER UN ESTORBO, HYUNMIN. — la casa se hundía poco a poco.
El anuncio de mi enfermedad, empeoró las cosas.
— YA NO AGUANTO MÁS. —
Y mi mamá, nos abandonó. Ese dia solo lograba escuchar el llanto y quejidos de mi padre, después de que la mujer se haya ido con su dinero. Mientras que mi hermana y yo, estábamos encerrados en el armario, por miedo.
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Aveces todo lo que vemos, no solo son los colores.
O al menos eso creía.
— Felix, cariño. ¿Puedes pasar a al mercado a comprar lo de la lista? — asentí y me subí a mi moto. — Ten cuidado con esa cosa, no sé por qué tu padre te lo compro. MUCHO CUIDADO. —
Desde que me vine a vivir con mi Mamá, todo es más fácil. Mi padre es un poco... Complicado.
— Buenas tardes. — saludé al entrar al mercado.
Estaba viendo unos aromatizantes.
— ¿Eran estos? Ah, debí preguntar. —
Termine de pagar la compra y estaba a punto de salir, hasta que veo un chorro de agua cayendo.
— SOLO ERES UN IDIOTA, VETE DE AQUÍ. OLVÍDATE QUE HAY UNA CASA PARA TI, IMBÉCIL. — uf, lo que faltaba. Pelea de pareja
Pobre chico, aunque sepa que fue lo que hizo. Mire de reojo para ver al chico.
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Epa, qué lindo chico. ¿Qué habrá hecho para que lo echen así? Bueno, no importa. Es momento de promocionar la casa de mi Madre (hace un tiempo está alquilando unos cuartos.)
— Ey, ¿estas bien, amigo? — le pase un pañuelo qué tenía en el bolsillo.
Me miró de arriba abajo.
— ¿Gracias? No sabía que hacías eso con extraños. — agarro mi pañuelo para secar el agua qué supongo que la novia le tiro.
— Tengo segundas intenciones. — le sonreí
El chico me devolvió rápidamente el pañuelo
— Lo siento, no me gustan los hombres. — me eche a reír un buen rato mientras negaba.
— Mi madre esta alquilando habitaciones, por si te interesa. — la cara del chico cambio por completo
— ¿Donde firmo? — qué rápido.
Le pedí que viniera a mi casa, nos y nos subimos a mi moto.
— Eu, qué cool. — le pase un casco de repuesto.
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— Volví, Mamá. — mi Mamá salió del restaurante
— Buenas tardes, señora. — hizo una pequeña reverencia, y mi mamá se sorprendió por su precencia. — Vengo... Por la habitación. —
— Oh, claro claro. Ven conmigo, por aquí. — ella lo llevo hacia una habitación, y me miró bruscamente. — ¿De donde sacaste un chico tan lindo y simpático?
— Vi que lo echaron de su casa, así que le ofrecí hospedaje. — mi Mamá se sorprendió por mi respuesta y se fue a atender a él chico. Que ni me sé su nombre.
