Harry Potter and the Cutted Smile Killer

1:El chico que no se ahoga

Harry estaba acostado en su cama, con sus ojos cerrados, pero despierto.

Acababa de tener una pesadilla con un hombre de pelo negro y ojos verdes esmeralda. Lo terrorífico de este ser era que no tenía párpados, y tenía una gran sonrisa cortada desde el final de sus mejillas hasta las comisuras de sus labios. Su tez era tan blanca como el papel.

-Necesito saber quién es -susurró.

Se incorporó silenciosamente y miró a sus compañeros de habitación. Estaban profundamente dormidos, lo sabía a la perfección. Más les valía no despertar, no después de lo que le hicieron.

Recordó lo que había escuchado con anterioridad.

-Harry es idiota por creer que somos sus amigos.-dijo Ron riendose.

-Es el más estupido que he conocido-dijo Hermione.

-Ya ves, al final caerá y nos quedaremos con todo.-dijo Seamus.

-Ya sabéis que Dumbledore le quiere muerto cuanto antes mejor, así que debemos planear algo-dijo Neville.

-Yo puedo hacer que use una poción de Amortentia, sabéis que el amor que "genera" es el más fuerte-dijo Ginny.

Se levantó y agarró su capa, poniéndosela encima.

Salió de la habitación y caminó sin rumbo. Cuando se dio cuenta había pasado por la cocina, cogido un cuchillo y ahora estaba con los pies en el Lago Negro.

Se quitó la capa y bajó la mirada hacia sus, sobresaltandose. Había un chico rubio; de ojos...espera, no tenía; con sangre chorreando de sus ojos por todas sus mejillas; y vestía como un personaje de videojuego... Link, de The Legend of Zelda: Majora's Mask. Parecía tener doce años, trece como mucho... Estaba completamente bajo el agua, pero no hacía el ademán de querer salir.

Harry se sonrojó levemente, pero intentó ayudar al chico.

Este se metió más profundo bajo el agua.

-¿No quieres ayuda?-preguntó preocupado Harry.

El chico le miró y unas burbujas aparecieron en la superficie: 'No'

-¿No te estás ahogando?-preguntó Harry de nuevo.

Las burbujas formaron una frase: 'Ben se ahogó'.

Luego, formaron otras palabras: 'Hace mucho tiempo'

-¿Cuál es tu nombre?-dijo Harry.

'Ben Drowned, obviamente' A Harry le parecía un nombre extraño, pero si él decía que era normal le creería... o lo intentaría.

-¿Cuantos años tienes?

'Aparentemente diez, pero tengo quince'

Harry se sorprendió. ¿Diez años aparentaba? Él lo había visto de doce. ¿Y, además, tenía quince?

Miró de nuevo el Lago. '¿Cómo te llamas?'

-Soy Harry, Harry Potter-se presentó tal y cómo lo hizo con los traicioneros de sus amigos. Un momento... Harry no era de esos de enfadarse tanto como para desear la muerte o para juzgar de esa manera a una persona querida para él. ¿Qué le estaba pasando?

'¿Estás bien?' Ben se dejó ver bajo el agua.

-Solo recapacitado-dijo Harry.

Ben salió del agua y se sentó al lado de Harry. Este se sonrojó un poco más fuerte. El chico era muy sexy... pero ¿Qué le estaba pasando?

Ben sentía la necesidad de proteger a ese chico. Era el único que se había molestado en ayudarle incluso viendo cómo era físicamente, pero...¿Haría lo mismo sabiendo a que se dedicaba? ¿O cuando conociese, si es que lo hacía, a sus amigos?

Ambos movieron sus cabezas de un lado a otro, quitando esa idea de su cabeza y sonrojandose bastante.

-Es muy tarde, tengo que irme-dijo Harry, levantándose.

Sintió que una fría y mojada mano le agarraba del brazo.

-Espera-Ben le entregó un cartucho de videojuego antiguo y la consola Nintendo 64.-Si me necesitas, solo juega al juego.

-Pero aquí no funcionan los aparatos eléctricos.-afirmó Harry.

-Este sí, está encantado. No necesitas ni enchufarlo a la corriente-dijo Ben. Harry miró el cartucho y la consola por unos segundos. Era el mejor regalo que le habían dado en...su vida.

-Graci...-Harry buscó a Ben con la mirada, pero no lo encontró. En su lugar había una nota en el agua: 'Nos vemos mañana aquí, lindo'-...as.

Harry se puso la capa invisible, se la puso y se fue sin notar que dejó el cuchillo ahí.

Ben volvió. Sonrió pervertidamente mientras le veía marchar. Pensó que tenía que ser su novio, cueste lo que cueste.

Recogió el cuchillo que el otro se había dejado.

Pensó en su amiga Sally. Tal vez la traería...