Bite Me - Yejisu

Insoportable

Insoportable, así podría describir Jisu a tener que trabajar con Yeji.

Años habían pasado, tres para ser más exactos.

Hwang Yeji era una chica graciosa que parecía que no se tomaba su trabajo en serio, hacia chistes todo el rato y eso molestaba a Choi la cual es una chica muy seria.

Pero, Lia no podía echarle la bronca pues, desgraciadamente para Choi, Yeji siempre tenía todo hecho a tiempo y además, muy ordenado y en buenas condiciones.

Aunque, en realidad, Jisu estaba agradecida con Yeji, porque, jamás se lo iba a decir, pero gracias a ella los días se hacían más amenos, graciosos y divertidos, Lia quería a Yeji, porque fuera del trabajo era alguien encantadora, dentro del trabajo era graciosa y eso le gustaba, aunque también era insoportable a veces. Pero siempre se iba a hacer la dura con Hwang, porque no le iba a dar el gusto de decirle que la quería.

—Entonces, Fresita, ¿me podrías llevar hoy a casa? —Pregunta con ojos de perrito Yeji.

—No me llames así, estamos en el trabajo aún, y no, no puedo, debo llevar a Soobin con su hermana hoy —Dice Jisu.

—Soobin, Soobin y siempre Soobin —Refunfuña la alfa.

—Es mi mejor amigo —Dice la omega.

—¡Y yo soy tu socia y tu amiga! —Contraataca Yeji.

—Ya pero no es lo mismo —Habla Lia.

—Mmm, ¿podemos hacer un trato? —Pregunta la del pelo anaranjado.

—Sorprendeme.

—¿Te parece si, llevas primero a Soobin y luego me pasas a buscar a mi casa y vamos a cenar? —Pregunta la alfa.

Yeji estaba enamorada, efectivamente, desde el primer día en el que vio a esa chica rubia no para de pensar en ella.

Durante estos tres años a estado pidiéndole una especie de "citas" a Choi, pero esta última siempre las rechazaba o ponía excusas.

—¿Es una cita Hwang Yeji? —Pregunta graciosa.

—Miralo como tú quieras Jisu —Le sonríe y le guiña un ojo recogiendo sus cosas y a punto de salir de la oficina —Vas a aceptar quieras o no, nos vemos a las 8.00 p.m. en la puerta de mi apartamento —Y sin nada más que decir le lanza un beso a la omega saliendo por la puerta.

—¿Y a esta chica que le pasa hoy? —La rubia se queda sonrojada por el beso y comienza a recoger sus cosas también.

Un sentimiento iba a comenzar a florecer en Lia y no sabía si le daba miedo o le gustaba.