Amigos

48 5 0
                                    

Mientras comía, veía la comida pasar de un lado a otro: lechugas, tomates, carne. Sus compañeros estaban jugando otra vez con la comida y esta vez se la estaban lanzando uno al otro como si fuera un juguete. Suspiraba y tenía ganas de salir corriendo de allí. Casi toda la escuela los miraba al ver cómo tenían guerras de comida. Hace dos días, Luciano pudo comunicarse con su madre. Dijo que todo estaba bien, pero que su abuela tenía que recibir cuidado especial para poder seguir viviendo. Se sentía mal. Estaba solo. Su amigo pasa más tiempo con Benja que con él y las vecinas apenas vienen a verlo. Lo único que quería era volver a la normalidad...

[...]

"Oye", llamó Benja a Luciano casi susurrando para que el profesor no los escuchara, pero este no le respondió y siguió haciendo su tarea. Ese día no tenía tantos ánimos para hablar con alguien. "Pss Luciano", susurró de vuelta, pero no obtuvo respuesta. "Oye, ¿estás enojado conmigo? ¿Hice algo malo? Te compro algo si hice algo malo. ¿Necesitas algo? ¿Te encuentras bien?", preguntó Benja preocupado. Al peli castaño le sorprendió el interés del otro. Nadie se había preocupado así por él, ni siquiera su mejor amigo.

Suspiró y luego miró hacia la nada por unos segundos antes de mirarlo. "Benja, ¿te puedo hacer una pregunta?", habló bajo aunque el profesor estuviera distraído.

"Claro, las que quieras", sonrió. Esa sonrisa que hacía que Luciano confundiera un par de emociones.

"¿Por qué sigues conmigo cuando ni siquiera te presto atención, ni siquiera te hablo o me quiero juntar contigo? ¿Por qué sigues conmigo?", preguntó curioso. La verdad es que de vez en cuando se sentía mal por tratar al chico de tal manera en la que sabía que podía dañarlo emocionalmente.

"Es que... tengo la esperanza de que seremos muy buenos amigos en el futuro. Sé que ahora estás pasando por un momento difícil por lo de tu abuela y de que estás solo en casa", respondió Benja. Un momento... ¿cómo sabía lo de su abuela y que estaba solo en casa?

"Oye, ¿cómo sabes de la situación por la que estoy pasando?", preguntó un poco asustado.

"Pues tu amigo Damián me contó. Daahhh, échale un poco de cabeza", palmeó su cabeza en forma de burla. "Lo que quiero decir es que... quiero que tú y yo comencemos una amistad. Conóceme, no soy tan insoportable como crees", dijo, a lo que Luciano pareció pensarlo unos segundos.

"¿Qué tiene si lo conozco por lo menos un poco? Si total, no tiene muchos amigos y podría morir solo sin amigos algún día. Así que, ¿por qué no conocerlo y quizás hacer una bonita amistad?"



Amor En Tres TonosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora