✎ Fem occ Aurora Palafox, 25 años, ♉ ⚠️ Advertencias: Ninguna
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𖥸
Los pies la estaban matando, sentía que en cualquier momento podría caer desmayada de cansancio. Sin embargo, apenas entró a su hogar y olió el delicioso aroma de la lasaña de su novio todo rastro de mal humor se desvaneció de su rostro, dando paso a una sonrisa cariñosa.
— ¡Ya llegué amor! — gritó la castaña mientras se quitaba sus botas de trabajo en la entrada.
Apenas se levantó de donde estaba inclinada vió el lindo rostro de Aldo asomarse por la puerta de la cocina con una sonrisa cariñosa.
— Hola amor, ¿cómo te fue en el trabajo? — preguntó mientras se acercaba a ella para darle un beso en los labios y después regresar a la cocina. — Siéntate en la barra, ya casi esta la cena.
Aurora le hizo caso y se sentó en una de las sillas altas de la barra para ver a su amado novio cocinar. Por alguna razón se veía tan malditamente sexy cocinando.
— Pues lo normal amor, corriendo por toda la planta, arreglando las máquinas que los ineptos de mis compañeros no pueden. — respondió la chica con fastidio.
Trabajaba en una fábrica que se dedicaba a la manufactura de capacitores eléctricos, ¿su función? Básicamente era vigilar que el proceso de producción funcione correctamente y no se generen perdidas, sin embargo tenía cada compañero que si no estropeaban una máquina, sacaban el producto defectuoso, y ahí tenía que correr ella a solucionarlo. Amaba su carrera pero a veces odiaba su trabajo.
Aldo chasqueo la lengua mientras negaba ligeramente, una mueca de fastidio adornaba su rostro mientras removía la carne en el sartén.
— Deberías de pedir tus vacaciones amor, podríamos salir a relajarnos juntos. — respondió Aldo, dándole una sonrisa.
Aurora le sonrió de vuelta mientras le veía con detenimiento desde su lugar.
— No es una mala idea, tal vez podamos ir a Real de Catorce como queríamos. — respondió la castaña, poniéndose de pie ya sin sus calcetas y acercándose a él para ayudarle. — Te ayudo con la pasta.
Aldo le acercó la caja con la pasta y el bowl con el agua caliente en la que debían colocar a remojar la pasta para después empezar a rayar el queso.
— Genial, entonces es un plan. — Aldo sonrió y le dió un beso en la mejilla a Aurora mientas esta acomodaba un par de láminas de pasta en el refractario. — Después de la cena vemos que días nos sirven para ir y puedas pedirlos.
— Si por mi fuera, mañana mismo nos íbamos. — expresó la castaña.
Aldo volteó a verla y dejo lo que hacía para acercarse a ella y abrazarla por atrás, envolviendo sus brazos en su cintura y dejando besos delicados en su nuca.
— Si por mi fuera no trabajarías amor, pero eres terca como mula. — Aurora soltó una carcajada para después gemir quedito al sentir los dientes de su novio rozar su piel sensible.
Los vellos de sus brazos de erizaron ante la sensación y se mordió el labio.
— No hagas eso Aldo, ah... — volvió a soltar un pequeño jadeo al sentir los dientes de Aldo sobre su piel, marcándola. — Y sabes que no dejaré de trabajar, por más que intentes persuadirme con sexo.
Aldo soltó una carcajada y ella lo imitó.
— Solo lo sugería mientras admiraba tú hermoso cuello.
Después de un rato así Aldo por fin se alejo de la castaña y ambos pudieron seguir cocinando.
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Queeeee? La autora actualizando este libro dos veces seguidas??? NOWAY
La occ, la autora y todes ustedes leyendo esto:
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