Capítulo I

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El de la Oportunidad

15 de diciembre de 1999

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15 de diciembre de 1999

El sol comenzaba a asomarse, un nuevo día comenzaba, la paz seguía reinando en el mundo mágico, siete meses después de la guerra, todo era tranquilidad y paz, las personas ya no tenían miedo de salir a algún lado...

De igual manera un nuevo día iniciaba para una pareja de pelirrojos que se encontraban durmiendo en su pequeña casa de campo ubicada cerca de la madriguera, la cual era la casa de la familia del pelirrojo.

A las 7 de la mañana la pequeña pelirroja comenzaba a despertar, cuando finalmente abrió los ojos tomó sus lentes y observó con atención a su prometido, con delicadeza comenzó a despertarlo, puesto que tenía que ir a trabajar en la tienda que abrió con su gemelo.

—Fred, amor despierta —comenzó a llamarlo de manera delicada, el pelirrojo se removió un poco entre las sábanas —tienes que ir a trabajar

–No quiero

Aurora en busca de una manera para despertar a su novio se subió a horcajadas sobre el pecho del pelirrojo y comenzó a repartirle besos en todo el rostro, duró así un minuto hasta que el pelirrojo abrió los ojos y sonrió

–Si así voy a despertar todos los días, adelantaré la boda para que nos mudemos lo más pronto posible

–Tienes que ir a trabajar

–No tengo ganas –negó el pelirrojo –vamos a seguir durmiendo –ahora fue el turno de negar de la pelirroja, Fred la miró con un puchero tratando de convencer a la pelirroja, hasta que se le ocurrió algo para convencer a Aurora –puedo enviarle un patronus a George diciéndole que voy a llegar más tarde y así podemos ir a desayunar juntos y me acompañas a la tienda por la tarde, ¿te parece?

–Me gusta la idea, mientras vayas a trabajar, no quiero que Georgie me odie por robarle a su gemelo –comentó divertida la pelirroja

–Georgie jamás te odiaría

–Lo sé, según el soy adorable

–Es que si lo eres

–No es cierto, soy fuerte, alguien adorable no hubiese matado a Voldemort –le respondió con el ceño fruncido

–Cerecita, así te ves muy adorable

Luego de una pequeña discusión sobre si Aurora era adorable o no, se levantaron y se comenzaron a arreglar para ir a desayunar en una pequeña y linda cafetería muggle.

Cuando estaban a punto de salir, les llegó una carta, proveniente de la profesora McGonagall, Minnie para los amigos.

Querida Aurora:

Necesito que el señor Weasley y usted vengan a mi despacho hoy mismo, si es ahora, mucho mejor, es para conversar un tema de gran urgencia.

Aurora PotterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora