Capítulo IV

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Todos se sentaron y la narración comenzó...

Aurora Potter y la Piedra Filosofal

Capítulo 1

La niña que vivió

El señor y la señora Dursley, que vivían en el número 4 de Privet Drive, estaban orgullosos de decir que eran muy normales, afortunadamente. Eran las últimas personas que se esperaría encontrar relacionadas con algo extraño o misterioso, porque no estaban para tales tonterías.

–¿Por qué estamos viendo a unos muggles? –preguntó un Ravenclaw, nadie respondió

Todos se preguntaban lo mismo, Lily se preguntaba el porqué su hermana y el novio de esta aparecían al inicio del capítulo.

El señor Dursley era el director de una empresa llamada Grunnings, que fabricaba taladros. Era un hombre corpulento y rollizo, casi sin cuello, aunque con un bigote inmenso. La señora Dursley era delgada, rubia y tenía un cuello casi el doble de largo de lo habitual, lo que le resultaba muy útil, ya que pasaba la mayor parte del tiempo estirándolo por encima de las vallas de los jardines para espiar a sus vecinos. Los Dursley tenían un hijo pequeño llamado Dudley, y para ellos no había un niño mejor que él.

Violet y Henry se emocionaron –Otro nieto –exclamó la pelirroja

–Ni crean que conocerán a nuestro hijo –les cortó la emoción Petunia

Varios en el comedor se comenzaban a preguntar cómo alguien podría tratar a sus padres y hermana así como lo hacía ella.

–No les hables así, Petunia, es su nieto y mi sobrino –comenzó Lily, podía aguantar que su hermana la insultara a ella, pero no iba a dejar que les faltara el respeto a sus padres

–Tú lo dijiste, es tu sobrino, no tu hijo, y no quiero que se junte con fenómenos como tú o con gente que esté de acuerdo con eso –comentó mirando con asco a todos en aquel salón

–Cuida tu manera de hablar o se me va a olvidar que eres mi hermana

–Lily, cariño, tranquila no vale la pena

–¡Pero mamá! –una mirada bastó para que la menor de las Evans bufara

Aurora tomó la mano de su madre en señal de apoyo, pues a pesar de la molestia, sabía que se encontraba triste por el trato que recibía de su hermana, Lily al notar aquello le sonrió con ternura a su hija.

Los Dursley tenían todo lo que querían, pero también guardaban un secreto, y su mayor temor era que lo descubriesen: no habrían soportado que se supiera lo de los Potter.

–¿Saber qué? –preguntaron varios

–Sobre el mundo mágico –respondió Aurora

La señora Potter era hermana de la señora Dursley, pero no se veían desde hacía años; tanto era así que la señora Dursley fingía que no tenía hermana, porque su hermana y su marido, un completo inútil, eran lo más opuesto a los Dursley que se pudiera imaginar.

–¡Gracias a Merlín! –exclamó exageradamente Sirius, provocando risas por parte de varios en el comedor y ganándose una mala mirada por parte de Vernon y Petunia

Los Dursley se estremecían al pensar qué dirían los vecinos si los Potter apareciesen por la acera.

Sabían que los Potter también tenían una hija pequeña, pero nunca la habían visto. La niña era otra buena razón para mantener alejados a los Potter: no querían que Dudley se juntara con una niña como aquella.

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⏰ Última actualización: Aug 04, 2023 ⏰

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