Remember Me In Yesterday (McLennon)

Capítulo II (parte 1)

_Narra Paul_

No sé qué está pasando, estoy poniendo el bolígrafo en el papel, con mi mano y aunque parezca decidido, no quiero...
¡Yo no quiero esto!
Pero, aunque quiera negarme, decirles, gritarles que yo no quiero... Ya firmé, mi nombre ya está en ese maldito papel, mi mano es muestra de ello, ya que tengo una mancha de tinta en mis dedos... ¡mierda! seguramente se irá luego de lavarme las manos con agua y jabón.
En fin...

Levanto mi cara del papel y lo primero que veo son los rostros de las personas a las que considero o mejor dicho, consideré mis mejores amigos y... El amor de mi vida; antes veía sus radiantes e inocentes sonrisas, pero ahora solo veo su cansancio prolongado y el gran alivio que les genera verme firmar este pedazo de papel sin valor, que fue idea suya, no mía y que ahora significa para ellos: Libertad.
Pero... para mi significa: Fin.

No sólo el fin de lo que para nosotros era un sueño, un juego de niños y ahora es: carga, responsabilidad, trabajo de adultos, algo obligatorio y de lo que no se puede escapar... Para mi significa, que ya no está la única razón por la que me encuentro aquí aún y sin esta, yo ya no tengo que seguir viviendo y mi única salida es... Morir.

_Narrador(a)_

Luego de un amargo y prolongado silencio, Ringo se propuso a hablar:

Ringo: -Bueno... Eso era, ya está ¿No?, Se acabó, somos libres - soltó  instantáneamente una pequeña risita.

George: -Si, eso es todo no más horarios, no más peleas o roces, ya somos libres -se sintió feliz, luego de tanto tiempo, esto sería un gran paso para sí y sin pensarlo sonrió mientras dirigía su mirada a la ventana dando a las vistas de un día algo nublado en Liverpool.

John: -Bueno, ya que esto al fin se acabó yo podré irme a Nueva York, hace unos días rente un departamento y será genial irme con Yoko y experimentar la vida en América - tomó dulcemente la mano de la mujer asiática que se encontraba totalmente desinteresada a la improvisada conversación del ahora Ex Grupo.

Cada uno se mantenía en su sitio, ensimismados en sus pensamientos, en sus planes, todos excepto... Paul, él estaba pensando en el ayer...

Luego de un silencio corto, Paul se levantó de manera silenciosa de su silla y se dirigió a paso lento hacia la puerta. Esto llamó la atención de sus Excompañeros y uno de ellos se dignó a preguntar:

Ringo: - ¿A dónde vas Paul?, debemos esperar al abogado y a Alan Klein para que nos rectifique el documento y no creo que tarde en llegar - usó el tono de voz más neutro y cortante posible discretamente y eso solo hirió más el pecho de Paul.

Paul: -Eh... Yo... Yo voy a... A lavarme la mancha de tinta de la mano, no quiero que se seque y sea más difícil de quitar- uso el tono de voz que últimamente más se le daba, uno apagado, sin la chispa o llama que hace algunos años lo caracterizaba y que sólo demostraba lo mucho que lloró en las noches y lo poco que durmió en los últimos días, esto desde que le hablaron del tratado escrito que debía firmar en estas fechas, eso o si no sería demandado y en ese momento era lo que menos quería.

John: - ¡Ay vamos!, eso es ridículo, no te va a quedar la jodida manchita toda la vida, no puedes irte, el abogado puede llegar en cualquier momento - lo primero lo dijo más como una metáfora que solo ellos dos podrían entender, le dirigió una mirada fría y juzgadora, tan sínica y suya, que Paul, aún si perdiera la memoria, podría percibir la personalidad de John... Esa mirada que nunca antes había sido para él y que sólo hace unos años fue aquella la que reemplazó a esa mirada enamorada que solo hacia él dirigía, esa mirada que le decía cada deseo de su alma y lo hacía sentir como el ser más amado del Universo entero.