𝗥𝘂𝗺𝗼𝗿𝘀┃Tenjiku

No tan mal

Sábado, penúltimo día de la semana, si te preguntan, tu día favorito, un sábado para ti es la mejor combinación de procrastinar y disfrutar de la soledad sin que nadie pueda decirte algo, tus padres tienen el turno de noche en sus trabajos así que puedes quedarte toda la noche despierta, aunque por desgracia eres lo suficiente responsable como para no romper tus horarios de sueño cuando tienes clases la semana siguiente, al menos, la mayoría de veces no los rompías.

En un pasado no tan lejano llorarías pidiendo a tus padres que no te dejaran sola de noche, ahora mismo, les preparas todo y les echas de casa para que no lleguen tarde, los quieres mucho, pero aprecias el tiempo a solas que tienes para ti, tiempo de meditación, tiempo de autocuidado y tiempo de hacer cosas embarazosas sin que nadie pueda verte.

Así que como otro de tus sábados, dejaste de lado todas las tareas pendientes en tu lista, tumbándote en tu cama mientras seleccionabas esa lista de reproducción con las mismas siete canciones con las que habías estado obsesionada últimamente, apagaste tu mente para dejarla en modo automático, cerraste los ojos moviendo ligeramente la cabeza por la música, de vez en cuando tarareando la melodía o letra de las canciones.

Aunque todo esto tenía un lado negativo, tendías a sobre pensar situaciones pasadas y futuras sobre tu vida, teniendo las conversaciones más existenciales de tu vida contigo misma, pero no podías guardar para siempre lo abrumada que te sentías al pensar en ciertos aspectos de la vida.

¿Eras una persona extraña? Nunca habías sentido ningún tipo de deseo con otra persona más allá de una simple amistad, no eras tan genial con las relaciones públicas en persona y te sentías como la oveja negra en todo ámbito posible, esta línea de pensamientos te introdujo a otra, ¿Cuáles eran tus cualidades como persona? Nunca te sentiste activamente atraída hacia ningún pasatiempo, habías practicado muchas cosas, nada parecía ser tu especialidad como para llegar a destacar así que simplemente aceptaste tu ordinarez, tampoco te sentiste del todo mal por eso, más bien por no lograr tener esa ambición para convertirte mejor en cierto hobby.

Comenzaste a llevar tus pensamientos más allá, abrazando tu apatía hacia la vida y sus supuestos logros, ¿por qué estabas aquí? No tienes ningún objetivo en tu vida y nunca te preocupaste por marcar pequeños logros, todo en cierto punto se volvió monótono en algún punto de tu vida que no puedes recordar, como si vivieses en un mundo gris que a veces tiene tintes de color gracias a ciertas situaciones o personas generándote serotonina.

La música de tus auriculares empezó a ahogarse hasta que la apartaste en el fondo de tu mente para dar paso a tus pensamientos de manera más intensa, pudiste detectar que era mejor parar con el tren de pensamientos sobre la vida y la muerte si no querías tener que pagar más psicólogos, por suerte, alguien te hizo el favor de sacarte de tu estado disociativo.

Unos golpes persistentes hicieron que te levantaras de golpe, frunciste el ceño comprobando la hora, era bastante tarde en la noche, lo suficiente tarde como para que ningún vecino viniese a pedir alguna especia o algo del estilo. Caminaste de puntillas, chasqueando la lengua al escuchar que los golpes en la puerta no paraban, agarraste el bate escondido en el cuarto de limpieza y te dirigiste a la puerta.

Quisiste mirar por la mirilla pero esa persona parecía haber tapado la visión de esta con la palma de su mano, alzaste el bate, dejando que descansara sobre tu hombro, rápidamente moviéndote por los contactos de tu móvil dejando a un toque el número de tu padre.

─¡Lárgate de aquí! Estoy armada y a nada de llamar a la policía si no te vas de mi propiedad.

─Esperaba algo más amenazante y relacionado con la muerte siendo tú.

─¿Qué...?

Te frotaste el puente de la nariz al escuchar la voz, quitaste las cerraduras de la puerta frunciendo el ceño, tiraste el bate a un lado cruzándote de brazos al ver al pequeño grupo de chicos parados con una sonrisa de comemierda en sus rostros.