El heredero desheredado

Capítulo 1. Obligación

Créditos de la portada a quien correspondan.
Espero les guste esta nueva historia♡
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La familia Bakugou, una de las familias más poderosas y reconocidas de todo Japón, contando con varias propiedades, una millonada y  llevando en su sangre y apellido la gran fuerza y el coraje de la familia.

Katsuki Bakugou el único hijo de Masaru Bakugou y Mitsuki Bakugou, el heredero como lo llamaban dentro del círculo familiar, cosa que a él le molestaba, él realmente no sentía ganas ni tenía las intenciones de heredar el poder y la fortuna que estaba en el poder de su familia.

Katsuki solo quería vivir como un civil normal, lo cual no podía hacer por la fama de su familia.

Katsuki tenía tan solo 6 años cuando Mitsuki le dijo que estaba obligado a heredar todo de la familia, tanto los negocios como el poder y la fortuna, obviamente el menor no lo quería hacer, pero se vería obligado a hacerlo al ser el más fuerte entre los menores de la familia, pues sus primos eran bastante débiles que apenas y se sabían defender.

Katsuki se resigno, era imposible convencer a esa bruja como él la llamaba, fue así que terminó cediendo y aceptando ser el heredero.

La familia celebró que Katsuki sería el heredero y Mitsuki inmediatamente busco al mejor maestro de la zona para que desde ya le enseñará al pequeño todo lo que tendría que saber y que estuviera bien preparado para el futuro.

Fue entonces que dieron con Izuku Midoriya, un joven Omega de 20 años que era reconocido como un gran profesor pues la mayoría de sus alumnos llegaban lejos gracias a sus enseñanzas.

Mitsuki al escuchar sobre Izuku y sobre que había dado clases a grandes empresarios, abogados y políticos de la zona decidió contratarlo inmediatamente.

Después de una platica con el joven cerraron un trato y a la semana siguiente Izuku se presentó ante la mansión de los Bakugou para comenzar con las clases del pequeño Katsuki.

-Hola de nuevo Señora Bakugo- dijo el peliverde sonriendo amablemente.

-Hola Profesor Midoriya, pase por favor, Katsuki lo espera en la biblioteca- dijo la peliceniza formalmente.

-Muchísimas gracias, con su permiso- entro y se dirigió hacia la biblioteca, la cual le habían mostrado antes y con su memoria fotográfica supo donde quedaba.

El pequeño Katsuki estaba esperando sentado en una mesa rodeado de estanterías llenas de libros viendo la superficie de la mesa con una expresión de descontento y amargura.

-Hola joven Bakugou- dijo con una gran sonrisa.

-Hola...déjate de sonrisas y haz lo que viniste a hacer...que para eso te pagan...- dijo el pequeño con notable enojo.

-Parece que no le agrada mucho la idea de recibir clases, no lo culpo, a pocos niños les gustan las clases pero espero que con el paso del tiempo podamos llevarnos mejor- le dio otra sonrisa al menor.

-¿Quién se lleva bien con su maldito profesor?...- dijo mirándolo fijamente.

-Bueno se ha dado el caso algunas veces, ¿tiene alguna duda sobre mi que le pueda resolver?, tal vez así le agrade más la idea de convivir conmigo- lo miro con sus ojos brillantes.

-...¿Cuántos años tiene?...se ve...joven para ser maestro...- le dijo dudoso.

-Tengo 20 años- dijo sonriente.

-...¿Tiene hijos?...- pregunto.

-...uh...bueno...los iba a tener...- dijo con una voz triste.

-...¿iba?- lo miro con curiosidad.

-...sí...iba a tener gemelos pero...desgraciadamente los perdí- se podia notar la triste en sus ojos al decir aquella parte de su vida.

-...uh...lo siento...- desvío la mirada al sentirse idiota tras hacer una pregunta tan imprudente.

-No importa...empecemos con las clases si es que no tiene más preguntas- trato de contener el sentimiento de tristeza que le había vuelto al pecho.

-...solo empecemos...- miro la superficie de la mesa.

Así Izuku comenzó a impartirle clases al menor y se sorprendió por la gran capacidad de aprendizaje que tenía con apenas 6 años.

Katsuki no podía dejar de pensar en que habría pasado para que el peliverde perdiera a sus bebés, podría haber sido por un aborto espontáneo pero en su reacción noto que había algo más que eso, mas se abstuvo de preguntar para no causar un problema.

Pasaron los días y todo iba muy bien, pero Katsuki como niño pequeño que era no pudo más con la curiosidad así que decidió preguntarle al Omega que había pasado para que perdiera a sus hijos.

-...Izuku...- dijo el menor algo nervioso por lo que preguntaría a continuación.

-Dígame joven Bakugou- respondió el peliverde.

-¿Cómo fue que...- se quedó callado antes de terminar la pregunta.

-¿Cómo fue que?- espero que el menor continuará.

-No, nada olvídalo- se arrepintió a último momento y siguió con sus actividades.

-Joven Bakugou por favor termine la pregunta- le pidió amablemente.

-No, es mejor así...- respondió sin despegar la vista del cuaderno.

-Esta bien, no lo obligare, pero cualquier cosa puede preguntarme, confíe en mi- le dio una sonrisa para seguir revisando algunos documentos.

El menor decidió mejor quedarse con la duda, prefería eso antes que revivir algún mal recuerdo del pasado nuevamente al profesor, en poco tiempo le tomó cariño.

Pasaron unos meses y era el cumpleaños del pequeño Katsuki, a la cual asistieron otras familias de casi el mismo nivel que los Bakugou, entre ellas los Todoroki, cuyo hijo menor, Shoto Todoroki, era un buen amigo de Katsuki.

El menor tenía una nueva duda rondando en su cabeza y decidió comentárselo a su amigo.

-...Mitad Mitad- dijo llamando al bicolor.

-¿Qué sucede?- respondió al llamado.

-...¿Es raro...sentir una conexión bonita con alguien que no es de tu familia?...- pregunto dudoso a su amigo.

-Mmm...supongo que no, por ejemplo yo siento una conexión cercana contigo y no somos familia- respondió ante la pregunta del pelicenizo.

-Sí...pero me refiero...a...alguien mayor- dijo viendo al piso.

-¿Alguien mayor?...pues no lo sé, ¿por qué haces esas preguntas?- cuestiono.

-...pues...mi profesor...Izuku Midoriya...me ha contado un poco de su vida...y...no ha sido una muy buena...me hace sentir necesidad de protegerlo...pero...es raro, porque el es muy mayor...más que nosotros- dijo con un tono de duda y algo de preocupación.

-Mmm...tal vez es porque en tu familia siempre te han enseñado a defender a los débiles y proteger al que sufre, quizás es algo que llevas en la sangre, no debes preocuparte- dijo para calmar a su amigo.

-Sí...tienes razón...- desvío la mirada y pensó para si mismo -...en serio quiero protegerlo...pero...¿por qué?...es mi profesor solamente...ni siquiera debería importarme su vida...- se mantuvo serio ante sus pensamientos.

Katsuki estaba confundido, ¿por qué sentía esa necesidad de proteger a alguien mayor que él?, ¿no se supone que los grandes debían proteger a los pequeños?.

Ahora Katsuki tenia más dudas que respuestas y no pensó en que más a futuro encontraría esas respuestas.
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Espero hayan disfrutado este primer capítulo, pronto vendrán más♡
Gracias!