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⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ Juliette suspiro en cuanto termino de empacar las cosas que su ex-novio había dejado en su apartamento. Habían pasado unas semanas desde que terminaron y solo hasta ese momento Julie había decidido empacar todo lo que él había dejado allí, su ropa, cosas de aseo y algunas cosas personales.
Dejó la caja en el comedor de su hogar y volvió a su habitación al ver que había olvidado su celular, le envió un mensaje a Mason comunicándole que iría al predio a dejar sus cosas para que él estuviera pendiente.
Agarro las llaves de su auto y departamento y salió con la caja en sus manos. Encendió su auto y se dirigió al predio donde entrenaba el Chelsea. Después de hablar con el guardia de seguridad, explicarle la situación y que este le diera un pase para que ella entrara al lugar, parqueo su auto y sacó la caja.
Camino tarareando una canción de Coldplay que tenía pegada en su cabeza desde hace unos días. Cuando ya iba llegando al vestuario se chocó con un tipo más alto que ella lo que hizo que se tambaleara un poco.
— Perdóname — dijeron los dos al mismo tiempo y luego soltaron una risa al notar eso.
— Perdón, venia distraída — se excuso Juliette.
— No te preocupes, yo también — respondio el pelinegro y Julie le sonrió. El chico la miró por un momento pensando en que su cara se le hacía conocida — ¿Te conozco de algún lado?
— Probablemente. Soy Juliette — se presentó la pelirroja.
— La novia de Mason.
— Ex-novia — aclaró ella rapidamente.
— Soy Kai — se presentó él y ella sonrió.
—Ah si, Mason me hablo de ti pero nunca tuve la oportunidad de conocerte.
— Bueno, es un gusto conocerte.
— También es un gusto — Juliette sonrió — ¿Sabes donde esta Mason?
— En los vestidores, probablemente no tarde en salir, tenemos práctica — respondió Havertz.
— Debería ir a buscarlo, asi puede guardar las cosas en su casillero — dijo la pelirroja.
— ¿Sabes donde quedan los vestidores? — preguntó Kai.
— No... ¿Podrías guiarme o decirme a donde ir, por favor? — preguntó Juli con una sonrisa avergonzada.
— Déjame llevarte hacia allá, es fácil perderse si no conoces el lugar.
— Gracias, Kai.
Juliette siguió al alemán mientras observaba todo a su alrededor, aunque llevaba saliendo con Mason durante un largo tiempo, nunca había entrado a los vestidores, ni al predio en si, asi que todo era bastante desconocido para ella.
— Julie — la chica salió de su nube al escuchar como la llamaban.
— Mason.
— ¿Qué haces aqui? — pregunto Mount confundido.
— Te escribí diciendo que venia para acá para entregarte las cosas que dejaste en mi apartamento — dijo Juliette mientras hacia una mueca.
— Oh, perdón, no había revisado mi celular.
— No importa, aqui tienes — dijo ella mientras le entregaba la caja con sus cosas — Esta todo por si quieres revisar, me asegure de que estuviera todo.
— Gracias, creo.
— Ok — dijo Juliette con una sonrisa incómoda.
— Supongo que nos vemos luego — dijo Mount sonriendo cortamente.
— Claro. Adiós, Mason — la pelirroja se dio vuelta dispuesta a irse y vio que Kai seguía ahí, a unos cuantos metros pero estaba ahí — Gracias por ayudarme, Kai.
— No hay problema, ¿Podrás llegar a la salida por tu cuenta? — pregunto Havertz divertido.
— Lo intentare, si me pierdo solo tengo que gritar — respondio Juliette sonriendo divertida.
— Buena opción.
Juliette continuó su camino hacia la salida del predio del Chelsea, sintiéndose un poco incómoda por el encuentro con Mason. Mientras caminaba por los pasillos, se dio cuenta de que alguien se dio cuenta de que alguien se acercaba.
— ¡Juliette!
Ella se dio vuelta y dio con Kai quien se acercaba trotando.
– Me preguntaba si... podrías pasarme tú número — dijo Kai con una pequeña sonrisa al estar frente a ella.
Juliette lo miró por unos segundos y luego sonrió.
— Claro.
Juliette le paso su número a Kai quien lo anotó en su celular y luego volvió a mirar a Juliette con una sonrisa.
— ¿No te gustaría quedarte a ver la práctica? Y tal vez luego, podríamos ir a tomar algo.
Juliette sonrió y bajo su cabeza por un momento, luego levanto su cabeza y miro a Kai a los ojos.
— Claro, ¿Por qué no?
Kai la llevó a las gradas de las cancha en la que practicaban y luego de intercambiar un par de palabras más, Kai se alejo dejando a Juliette sola.
— ¿Julie? ¿Qué haces acá?
La peliroja miró a Mason quien se encontraba cerca de las gradas mirándola confundido.
— Mmm, Kai me invitó a ver la práctica — explicó Juliette cortamente mientras sonreía mínimamente — ¿No te molesta, verdad?
— No, claro que no.
Juliette le sonrió una última vez antes de que él se alejará.
Casi una hora después la práctica terminó y Kai se acercó a Juliette con una sonrisa.
— ¿Vamos? — pregunto Kai y Juliette asintió.
— ¿Tienes tu auto? — pregunto Juliette y Kai negó.
— No, Mason me trajo.
— Entonces nos vamos en mi auto. ¿Vamos a algún lugar en especifico?
— Tú conduce y yo te guio.
Juliette sonrió divertida pero no se opuso. Luego estar los dos en el auto y de que Juliette encendiera el auto, Kai empezó a guiar a la peliroja hacia una pequeña cafetería que había a unos cuantos minutos.
A medida que pasaba el tiempo, Julie y Kai se involucraron en una conversación interesante sobre sus vidas, pasiones y experiencias. La conexión entre ellos se volvía más fuerte con cada momento que pasaban juntos.
Juliette se ofreció a llevar a Kai a su departamento por lo que pudieron conversar un poco más y pasar más tiempo juntos. Juliette detuvo su auto frente al departamento de Kai y se volvió hacia el.
— Kai, quiero agradecerte de nuevo por hoy. Ha sido un día increíble — Kai asintió y sonrió.
— Fue un placer conocerte, Juliette. ¿Te gustaría salir a cenar conmigo mañana por la noche? Podríamos seguir conversando y conociéndonos mejor.
Juliette asintió con una sonrisa radiante.
— Me encantaría, Kai. Mañana suena perfecto.
Kai se inclinó y le dio un suave beso en la mejilla.
— Hasta mañana, Juliette.
Juliette lo vio alejarse, sintiéndose emocionada por lo que el futuro les deparaba. A veces, el destino puede llevar a encuentros inesperados, y en ese día, Juliette había encontrado algo especial en Kai que podría cambiar su vida para siempre.
