Capítulo 4: Un pasado aún presente

249 27 10
                                    

Ya era el segundo día en el que Ochako permanecía con Izuku, cuando se levantó se dio cuenta de que Izuku no se encontraba en la cabaña, pero había una nota en el escritorio que fue claramente escrita por él. "Salí a por comida, volveré dentro de unos minutos." Eso decía.

Ya que tenía tiempo para sí misma y que Izuku no se encontraba decidió tomar un baño pues el día anterior no tuvo tiempo para ello y salió de la cabaña encontrándose con un grupo de crías de gorila jugando entre sí. Le parecía tierno el cómo estos no dejaban de rodar y saltar. Con cuidado continuo para no interrumpirlos y llego al río que estaba al lado del árbol donde reposaba la cabaña.

Esta se desvistió y se sumergió en el río para poder lavarse. El agua era algo fría, pero era lo mejor que tenía para asearse. Tras unos minutos ya estaba relajada y miraba a su alrededor la naturaleza y los gorilas que vivían tan tranquilamente. Y teniendo en cuenta que eran gorilas, era obvio que las crías eran muy curiosas y no tomo mucho para que un par de traviesos robaran sus ropas que había dejado al lado.

Ochako: ¡No! ¡Espera, vuelve! - había salido del agua sin pensar e intentó perseguirlos, pero se escondieron dentro de las raíces de un árbol muy estrecho, por lo que no pudo alcanzarlos.

No lo podía creer, sus ropas, ¿qué haría ahora? No tuvo mucho tiempo para pensar cuando escuchó el grito de Izuku que estaba a punto de volver. Solo imaginarse el que la viera desnuda un joven que conoció ayer la hizo sonrojarse al punto de expulsar vapor de su cabeza y se apresuró a la cabaña para cubrirse como podía.

Sin embargo, antes de poder acercarse a las escaleras Izuku cayó justo en frente de ella tomándola por sorpresa teniéndola a sus espaldas. Había ido a buscar comida como dijo, traía consigo un jabalí en su brazo mientras en su mano tenía una lanza con varias frutas empaladas en su arma.

Izuku: ¡Ya volví, Ochako! - dándose la vuelta miró a la chica desnuda, que estaba perpleja pues sí que la tomo por sorpresa y por ello no respondía – ¿Ochako?

En cuanto la chica salió del trance, se miró a sí misma y claramente se sonrojó a más no poder para luego correr y saltar al río para ocultarse. Esto confundió a Izuku, quien dejó las cosas dentro de la cabaña para luego saltar a la orilla del río.

Izuku: ¿Estás bien? ¿Ochako? - ahora podía pronunciar frases pequeñas de forma fluida.

Ochako: ¡No me mires!

Izuku: ¿Porqué?

Ochako: ¡Solo no mires! Por favor, ¿no tienes algo con lo que pueda cubrirme?

Izuku: Etto...espera un momento. - volvió a la cabaña por unas pieles para llevárselas.

Ochako tomo las pieles y se cubrió hasta los hombros, parecía que se desmayaría de la vergüenza. Izuku no comprendía mucho esto, ¿porque no quería que la viera? Las mujeres de la tribu cercana estaban con los pechos al descubierto la mayor parte del tiempo, pero respeto sus deseos y volvieron a la cabaña.

Ochako: Izuku, tienes que ayudarme. Unos bebés se llevaron mis ropas y no logro recuerarlas.

Izuku: Oh...etto...creo que...no podré...ayudar.

Ochako: ¿Por qué? - estaba ansiosa por esa noticia y al borde del llanto.

Izuku: Las crías...son muy...traviesas. Una vez...toman algo...se rehúsan a...dejarlo ir. Y cuando...intentas recuperarlo...hacen una rabieta...y lo destruyen.

Ochako: ¡Noooooooo! - la pobre chica estaba muy decepcionada por la noticia, ahora tendría que estar desnuda hasta que pudiera volver al campamento y tomar un cambio.

BNHA En la junglaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora