Capítulo 01

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Desembarco del Rey 285 AC

Tarda cinco días en darse cuenta de lo que le había pasado exactamente, de que su primera vida había sucedido de verdad y de que no se había despertado de un largo sueño horrible, y en calmarse lo suficiente como para enfrentarse a su nueva realidad.

Se encierra en su habitación, cerca de la de su marido, durante esos cinco días, grita a todo el mundo que la deje en paz durante un rato y luego no habla con nadie durante los siguientes días, no come y solo bebe un poco de agua.

Su mente se ha despertado en su cuerpo más joven, su cuerpo quince años más joven y su mente recuerda todo de cuando antes había muerto, pero también recuerda todo al minuto de este cuerpo quince años más joven.

Se calma lentamente durante los días posteriores a su primer shock, examina su cuerpo más joven, más bonito, más delgado y cuando por fin abre la puerta después de cinco días, está lista para vivir su segunda vida al máximo, para agarrar esta segunda oportunidad con ambas manos.

Solo que su segunda vida no es realmente diferente de su antigua vida, es solo que ahora tiene conocimiento de las cosas que vendrán y el odio absoluto hacia Petyr en su corazón y mente.

Es este odio lo que más la convenció de que se trataba de una segunda vida, pues nunca antes había sentido este odio hacia el hombre que había engendrado en ella a su primer hijo.

El primer hijo que su propio padre había matado años atrás en su vientre, pero eso era realmente algo sobre lo que ella necesitaba dejar de pensar ahora mismo.

Ahora solo tiene que pensar en cómo cambiar su futuro para mejor y eso no es precisamente fácil en estos momentos.

Ya lleva un par de años casada con su viejo y terrible marido, ya había abortado a uno de sus engendros y recuerda muy bien cuánto tiempo tuvo que soportarlo, cuántas veces abortó en los años venideros hasta que finalmente Petyr plantó a su dulce Robin en su vientre y su dulce niño creció como heredero del halcón.

No debe pensar en su dulce niño, se recuerda a sí misma que realmente no debe hacerlo, que debe olvidar a su dulce hijo porque no puede y no volverá a yacer con Petyr, no en esta vida.

Sin embargo, el problema es que ella quiere tener hijos, realmente quiere ser madre, y hace tiempo que se dio cuenta, en su primera vida, de que la semilla de Jon Arryn nunca fue capaz de producir bebés sanos y vivos en ninguna mujer.

No, pensó Lysa mientras se sentaba frente a su marido para cenar juntos, no, tendrá que buscar en otra parte una semilla fuerte que le dé hijos sanos.

Se obliga a sonreír a su marido y le agradece con voz recatada que le haya concedido unos días de soledad y paz en este ajetreado ambiente de la Fortaleza Roja.

El viejo tonto la mira sorprendido por su inusual sonrisa y luego se limita a asentir con la cabeza y a hablar del hecho de que sabe que su aborto con su hijo fue hace solo dos lunas, pero que ambos tendrían que intentarlo de nuevo por el tan necesitado Heredero.

Lysa traga saliva una vez, se obliga a sonreír mejor y accede plenamente a sus deseos.

Y mañana, se promete a sí misma mientras se tumba bajo el cuerpo arrugado de su marido, mañana buscará un hombre de verdad que le dé hijos sanos.

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Esta historia NO me pertenece. Yo solo traduzco. 

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Reclutamiento:

Los puestos son pagados.

Traductor: Traducir Inglés, Portugués y Francés. A Español.

Proofreader: Los encargados en revisar y corregir la traducción. (Grammar, signos de puntuación, etc.)

La Heredera Pelirroja del ValleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora