¡Love Love Love! | Kookmin | OS +18

03

El sonido de una llamada despertó a un rubio que se encontraba entre los fuertes brazos de quién parecía ser el famoso Jeon Jungkook de su instituto.

Talló sus ojos y lo miró nuevamente.

¿Era real lo que estaba viviendo?

Jimin aún no caía en la realidad, aún pensaba que todo lo de la noche anterior había sido un sueño y que nada de ello era real, pero el sentir su piel desnuda contra la suya, su respiración serena dar contra su cabello y el calor que lo envolvía era demasiado realista.

—Oh mierda. —Pronunció. —Me cogí a Jeon Jungkook. —Cuando los brazos del pronunciado lo rodearon aún más, éste se tapó la boca con sus manos, evitando que se despertará.

Le parecía increíble tener a aquel muchacho a su lado, durmiendo plácidamente y sin ninguna preocupación.

Jimin se estaba tomando el tiempo del mundo esa mañana, observando cada facción de su rostro, encontrando cada lunar en su torso y tallando con la yema de sus dedos su clavícula, viendo las pocas marcas que le había hecho en la noche. Se removió un poco sin sentir algo pegajoso entre sus piernas y tal parecía que el castaño le había limpiado con delicadeza con tal de no despertarlo luego de que ambos terminarán acostados en la cama, sudorosos y cansados por el encuentro fogoso de la noche.

—Eres encantador... —Susurró depositando un beso en su pecho.

—No... tú lo eres... —La sorpresiva voz de Jungkook lo tomó desprevenido y se asustó. —Tal parece que soy motivo de atracción para ti...

Jimin, avergonzado, ocultó su rostro en el torso trabajado de Jeon provocando que éste soltara una risa ronca lo que le hizo sentir un fuerte cosquilleo en su vientre.

Su voz era sexy.

—Solo, —Suspiró. —me puse a pensar si esto era verdad. —Y una pequeña risa brotó de Jeon.

—Lo fue, y también fue encantador. —Jungkook comenzó a acariciar la piel de su espalda dejando a Jimin soltar unos suspiros.

—Podría acostumbrarme a esto. -Al escuchar lo dicho por el rubio, el castaño se detuvo.

—Nada de podrías. —Lo sujetó de la barbilla, obligando a qué lo mirara a los ojos. —Tú ya eres mío, eres mi pareja, mi futuro. —Afirmó clavando sus ojos en los de Jimin quien se sonrojó por las palabras escuchadas.

—¿Tu futuro?

—Mi pasado, mi presente y mi futuro.

—¿Entonces nosotros somos...? —La timidez por la cual conocía a Jimin apareció de pronto y eso le causó gracia a Jeon.

—Somos pareja de hoy en adelante. —Besó su frente. —Y solo nosotros.

—¿Nadie más? —Y ante la pequeña duda de Jimin, Jungkook negó.

Se podía oír que sus corazones resonaban como si fueran uno, como si fueran una melodía que sonaba solo cuando ambos se encontraban juntos.

—Tu y yo. —Sonrió Jungkook acariciando las mejillas de un Jimin avergonzado.

—Los dos... —Murmuró completamente embelesado, dándose un beso entre risas sellaron el pacto de amor que se habían profesado esa misma mañana.

Y un golpe se escuchó provenir de la puerta.

—¿Has llamado a recepción? —Preguntó Jungkook.

—OH...

—¿Jimin? —Y el rubio solo tomó las sábanas de la cama para cubrir su rostro.

—¡¡JIMIN, ABRE LA MALDITA PUERTA!! —Una voz femenina bastante conocida para ambos se coló en la habitación tras unos fuertes golpes en la puerta, y Jungkook solo miró a su pareja, entendiendo que el pequeño rubio había hecho de las suyas con Jennie.

—Oh, eres todo un travieso...

Y sus risas se combinaron, cubriéndose con las sábanas como si aquello iría a resolver el gran problema que se le aproximaba fuera de la puerta, aún así, ellos estaban condenadamente felices.