Malefica se dedico a besar cada punto del cuello de la rubia, como si esto fuera un dulce, pero era tan embriagador su propio aroma que sentía que podía explotar, de tanto placer y eso que no hicieron nada mas que eso mismo.
la mayor admiro un poco su obra maestra ya que había decidido morder su cuello, de allí todo parecía un sueño.
Aurora la miraba a los ojos, parecía que ninguna quería alejarse de la otra, sus miradas estaban atentas a todo, Malefica no sabia si debía de continuar con esto, pero aquí estaba lista para estar con ella, lista para tomar lo que por derecho le pertenece, su bestia era de ella y de nadie mas, ningún principito de cuarta, nadie mas que ella...solo ella.
pero su boca busco la de ella, la beso, necesitaba besarla, porque solo con eso pudo sentir una extraña sensación que le daba calor, nunca sintió algo así por nadie, nunca jamas.
Aurora quería sentirla mas pero no sabia que palabra debía de usar, y si la molestaba y usaba alguna otra palabra que no debía de usar....sentía algo de miedo, pero solo unas palabras querían salir de su boca, como podía sacarlas sin lastimar a la otra, mas que nada lo piensa respectivamente por todo lo que paso, por lo que paso con su propio padre, todo era un dilema que la tenia muy mal.
pero si realmente lo único que ama de verdad, es a su hada madrina, ese beso, significo mucho mas para ella, que todos los besos que se dio con su querido novio, pero y si realmente decidía huir con ella, no era tan mala idea....
vivir en el paramo sonaba como un sueño perfecto y el cual sin duda quería vivir con ella, porque ella sin duda le entendía, no le importaba que le digiera bestia sabia que lo decía con cariño.
lo que la devolvió a la realidad fue un gemido que se le escapo cuando sintió la mano de su hada cuando esta tocaba su ropaje intimo, eso la hizo sonrojar, no sabia si por el atrevimiento o por su descuido al dejar salir eso que no era digno de una princesa, pero honestamente eso no le importaba mucho.
Aurora se acerco y le dio un beso, colocando la mano de Malefica en donde estaba, que se sentía demasiado bien, en ese caso la rubia suspiro y gimió cuando la toco con delicadeza mientras la estaba besando porque se sentía demasiado bien, porque era tan perfecta y tan hermosa.
la mayor se dedico a complacerla, por lo que ella misma notaba que le gustaba mientras la tocaba, cada cara y gesto la estaba volviendo loca.
En un momento a otro las dos estaban sin ropa, las dos besándose y tocandose como si no hubiera nada más....
La mayor se alejo un poco y la miro a los ojos para luego decir, con su mirada un vamos al último paso.
La rubia estaba segura de querer dar ese paso, así que sin más pudo ver como la mano de su hada madrina, se posiciono en su entrada y metió un dedo, eso le saco un poco de dolor pero a la vez placer.
Malefica aunque nunca allá hecho esto, tenía idea de como funcionaban los cuerpos, así que sin más, decidió esperar.
No paso mucho tiempo para que esta se empezará a mover, eso le dio la señal.
Y Malefica empezó a embestirla con el dedo, sus gemidos eran cada vez más fuertes, y en un momento cuando sintió que le apretaba, decidió meter un segundo dedo, y unos levenes empujones más la rubia termino expulsando su orgasmo.
Malefica tenía una sonrisa de oreja a oreja se acostó al lado de su bestia y le dijo
Malefica: te amo bestia - le sonrie
Aurora sonrie y la besa
El sueño se fue apoderando de las dos y en poco tiempo se durmieron
Al día siguiente
Aurora se subió sobre su hada madrina aún estando sin nada y le dijo cuando vio que se despertó
Aurora: quiero que escapemos y vayamos a vivir al paramo...
Malefia la mira sorprendida
Malefica: pero que hay del príncipe
Aurora: lo de anoche me sirvió para darle cuenta que con la única que quiero estar el resto de mi vida es contigo
Eso fue suficiente para que Malefica entendiera, uso su magia y se vistieron, dejaron una nota en la cama, luego se fueron al paramo....
El rey intento de todo para recuperar a su hija pero el paramo nunca se abría, tanto Malefica como Aurora, fueron felices desde el primer momento que llegaron allí.
Nadie las juzgo ni nada por el estilo.
Y en unos años después habían dos niños que jugaban allí dos gemelos, Bella y Max, ellos eran la prueba viviente de su amor......
......Y vivieron felices.......
.......Para siempre.......
