Those eyes

La felicidad esta en los detalles

Disclaimer;

Es mi primer fanfic de este ship que me tiene enamorada. Lo hago porque requiero material de estos dos a una potencia elevada jaja. 

En esta historia Peter no se reconcilio con MJ, así que sí firmaron el divorcio y no se arreglaron después, por ende la bonita de Mayday no existe.  

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La calma no había sido parte de su vida en mucho tiempo; tal vez porque prefería mantenerse ocupado que dejar tiempo a su mente de sumergirse en la miseria propia y hoy confirmaba este hecho al mirar al horizonte sin ninguna responsabilidad, su cabeza tenía solo memorias de cuando fue feliz con su familia, esa que ya no existía. Este respiro se lo debía a la Spider Society, quien había logrado por fin deshacerse de las anomalías a cambio de un alto precio; algunas vidas de super héroes de por medio, y la que más le afectó, la madre de Miles.

Rio falleció después de que Miles evitará la muerte de su padre como evento canónico en pleno acto de desobediencia contra los principios de la Spider Society, ocurrió en un accidente durante la batalla contra la Mancha, escombros se derrumbaron sobre ella mientras el muchacho alejaba a su padre del lugar de caos, nadie estuvo cerca para auxiliarla hasta que fue demasiado tarde. 

A sabiendas de las consecuencias de evitar el evento canónico, Miguel había tratado de evacuar a todos de la tierra 1610 de Miles, en espera de la inminente desaparición de dicha realidad, cosa que nunca sucedió. Tiempo después, Lyla le confirmaría que aquella realidad en sí era la anomalía, no solo el muchacho. Dicha dimensión había venido manteniéndose en favor de su supervivencia tratando de preservas su propio equilibrio molecular, por eso habría balanceado una vida por otra; "era inevitable" le diría Lyla con ojos tristes tratando de mermar la culpa que el mexicano sentía desde ese día. "Piensa que la existencia de ese universo se asemeja al agua, si no encuentra camino, como los ríos hará el propio". 

Todo aquel acontecimiento había juzgado lo que Miguel creía saber, no solo se enfrentaba a anomalías que podrían dañar el estatus quo de sus realidades, sino que existían mundos enteros formados en la irregularidad; pero esto realmente no tenía importancia ya, después de un mes sin anomalías y de haber estudiado el canon de los Spiderman, todo parecía presentar un patrón de normalidad. El día anterior Miguel habría devuelto a todos después de un pequeño discurso de lo agradecido que estaba por haberse sacrificado por mantener el orden, cada uno habría regresado su reloj interdimensional y solo algunos pocos lo conservarían en caso de algo no previsto surgiera.

-La tranquilidad no te sienta bien- La voz simpática de Peter resonó en su cabeza sacándolo de su ensimismamiento. Observo como el mayor tomaba asiento a su lado en el alfeizar del tejado del enorme edificio de New York 2099; siempre le había molestado que fuera tan confianzudo y extrovertido, incluso más que el resto de los Spiderman que por alguna razón seguían el patrón bromista. 

-¿Cómo supiste que estaba aquí?- Le cuestiono Miguel con su tono monótono de siempre. 

-Lyla- Le dijo con una sonrisa plena de oreja a oreja.

-Traidora- Masculló el moreno.

-Te parece una traición que me siente a tu lado a ver como se acaba todo- Le inquirió Peter con más seriedad. A diferencia de sus días rutinarios, hoy había venido como un Spiderman decente, sin los pantalones deportivos y la bata rosada ridícula; se requería extinguir el trabajo de mas de 5 años para que tomara formalidad en su vestimenta. 

Miguel sonrió irónicamente -Hay cosas que nunca se terminan.

Peter de inmediato entendió que se refería a la pérdida de su hija y sintió la incomodidad del momento, pues odiaba el tono que siempre empleaba Miguel, sabía que vivía con el dolor atascado en su cuerpo, como si fuese una enfermedad terminal. Estaba impotente hasta cierto punto, de haber intentado de todo para hacerlo salir de ese hueco de pena sin resultado alguno. 

-Yo tampoco planeo terminar con esto- Peter los señalo a ambos con el índice. -Que sepas que aguantare tu mal genio para siempre. 

-¿Por qué eres tan leal?- Miguel rió con una carcajada limpia que espanto al otro, pues salía de la cotidianidad y sin querer el buen humor regreso al cuerpo de Peter.

-Soy como Hachiko- Respondió. 

-Que mala suerte tengo, deshacerme de ti no será sencillo- Los ojos de Miguel se posaron sobre los castaños del mayor y busco su mano, tomándola con algo de brusquedad para colocar un reloj en su palma -Te lo mereces más que nadie, había pensado en no dártelo porque deberías continuar con tu vida sin que este lío universal siga afectándola, pero también quiero ser egoísta y realmente no confió en nadie como tú, así que te dejo la decisión a ti-. 

La vida de Peter había pasado por muchos vuelcos últimamente, la palabra familia al igual que para Miguel sonaba distante, por no decir imposible.

-Creo que hace mucho que no te hablo de mi vida personal, Miguel- Un suspiro salió del mayor -Firme el divorcio con MJ.

-Lo lamento.

-No hay nada que lamentar- Peter sonrió y se colocó el reloj, un gesto que implicaba la aceptación tácita de la propuesta. Algo de orgullo lleno su pecho, sabiendo que se había ganado la confianza y el respeto del menor, que mucho le habían costado. Una risa afloro desde su estómago al recordar las veces que estuvo a punto de ser vetado o asesinado por Miguel a causa de su insistencia y falta de seriedad, que siendo sincero muchas veces era intencional su tono despreocupado para sacar al otro de sus casillas.

El atardecer lentamente inicio a despedirse, dejando que los últimos rayos del sol se escabulleran entre los edificios, bañándolos de escarlata y abrazando a los dos hombres que descansaban en uno de las azoteas más altas de la ciudad. Miguel observó con detenimiento al mayor mientras su piel se cubría de tonos anaranjados por la luz de la puesta y suspiró con resignación, todos los Spiderman que conocía habían pasado por tragedias innumerables; la vida, Dios o el destino, quien quiera que fuese el artífice del universo parecía tener algo personal en contra de ellos, todos perdían a la gente que los rodeaba, tener un trabajo o familia no parecía posible con la inestabilidad que conllevaba la responsabilidad. "Simplemente ser feliz parece imposible" pensó.

-No es imposible Miguel- Le respondió el mayor confirmándole a Miguel que no solo había pensado aquello, sino que lo había externado. -He encontrado felicidad en pequeñas cosas como ayudar a Miles con sus proyectos, comer una rica cena una noche tranquila de un fin de semana y e incluso contigo, hablar contigo y hacerte perder la paciencia me divierte... Estoy decidiendo ayudarte Miguel, pero que sepas que no solo es para cosas profesionales si podemos llamarlo así, estoy aquí porque me has ayudado antes y quiero ayudarte también de la misma forma, hoy no subí al tejado para decirte adiós, vine para mencionarte que quiero que sigamos en contacto y que, si mañana deseas embriagarte con un mariachi, ahí estaré. 
 
Miguel no dijo nada, solo le sonrió de lado por su discurso motivacional y no paso de largo la referencia a su ascendencia mexicana.

Ese día los dos no continuaron intercambiando demasiadas palabras. Ninguno las necesitó. Para Peter, fue el inicio de su sinceridad al menor, siempre quiso expresarle que necesitaba ser su pilar, primero porque entendía su dolor y quería ser un soporte en su vida, dado que la socialización no era el fuerte de Miguel y parecía que su única amiga era Lyla -Quien no es real; y segundo y más importante, porque había empezado a sentir alguna clase de atracción que equiparaba a la romántica, pero la cual prefería no etiquetar dado que no la había experimentado anteriormente, al menos no con un hombre. Para Miguel, quien estaba acostumbrado a no buscar apego más allá del profesional en ninguna persona, le resulto anormal sentir un hueco en el estómago al ver partir a Peter a través del portal inter dimensional e involuntariamente se vio despidiendo con su mano al mayor -Haciendo el ridículo diría el propio Miguel si le preguntaban.