Conexión De Mundos - Muichiro X Lectora

Capítulo #03.

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¿Debo entrar?...

Me pregunte mientras la curiosidad aumentaba, mire mi habitación por última vez antes de ingresar totalmente a ese lugar desconocido. Hacia frio, hacía mucho frío, lo cual me abrace a mi misma buscando calor mientras observaba a todos lados.

Al parecer no hay nada mas que árboles y nieve, debería volver mejor a mi habitación. -pense a mis adentros volteandome para cruzar por el espejo y así volver a mi habitación pero había un problema.- ¿Y el espejo? -alarmada mire a todos lados, el espejo no estaba por ningún lado y sin este no podría volver a casa.

Esto era algo muy malo debía volver lo antes posible a mi casa pero no tenía forma de volver, por el momento tuve que tranquilizarme y buscar la manera de buscar un lugar cálido pues a este punto si no moria por un animal salvaje moriría por hipotermia. Empece a caminar entre la nieve observando a todos lados me sentía dando vueltas hace mucho tiempo, la oscuridad y ruidos en un lugar desconocido para mi era realmente tenebroso, estaba muy arrepentida de haber entrado por aquel espejo.

Pasaba el tiempo y yo continuaba caminando, mis mejillas y nariz estaban totalmente frías al punto que tomaron tonos rosáceas cuando intentaba darles calor con mis manos las cuales a este punto tambien se habían enfriado, al igual que mis piernas, me sentía cada vez más cansada sin llegar a ningun lado en concreto incluso por mi mente empezaba a recorrer la idea de rendirme pero sería una forma muy estúpida de morir por lo que me di pequeños ánimos de forma mental para continuar, de esta manera a la distancia divise unas pequeñas luces aumentando mis esperanzas a lo que apresure el paso observando un pueblo. Sonreí con emoción al ver la salvación pero como todos sabemos, no todo es felicidad para siempre.

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Me encontraba corriendo entre tropezones, ni bien encontre un lugar donde podría quedarme una bestia empezo a correr tras de mi, realmente no vi que animal era pero la adrenalina me hizo huir ante los estímulos de peligro causando mi huída, aunque la nieve entorpeció mi escape pues mis pies se hundían en ella. Finalmente acabe por tropezar y rodar colina abajo cubriendo con mis brazos mi cabeza y con mis manos mi nuca así no tendría un golpe grave, de todos modos el impacto y golpes por el resto de mi cuerpo no pude evitarlos cosa que cuando deje de rodar todo mi cuerpo me dolia infernal gimiendo de dolor mientras abria mis ojos intentado ver si ese animal salvaje ya no me seguia.

Para mi sorpresa no había ningún animal, tan solo una persona con un aspecto muy escalofriante que sonreía de par en par enseñando sus blancos dientes con grandes colmillos ¿Eso era normal? No, no lo era y eso era lo que más me asustaba. Estaba dando todo por vencido aceptando lo que se vendría pues era obvio que esa cosa no era un humano, había incluso sangre seca en sus prendas desgastadas y como yo me había estado golpeando al caer también genere algunas heridas por mi cuerpo las cuales empezaron a sangrar, cerre mis ojos intentando contener mis lágrimas de miedo y arrepentimiento, ahora deseaba estar en mi cama o en la de mis padres en medio de ellos recibiendo el cariño de ellos como cuando era una niña pequeña y tenía pesadillas buscando el consuelo entre los brazos de mis progenitores.

Espere por un rato el ataque pero solo sentí más frío junto al dolor de antes debido a los golpes de mi caída, no quería abrir los ojos y encontrarme cara a cara con la criatura que me quería comer pero la curiosidad de la espera me llevaron a abrir temerosa y lentamente mis ojos observando las piernas de una persona, mientras mis ojos más subían me encontraba con el cuerpo de una chica de cabello largo negro con las puntas azules, ella sostenía firmemente una katana de un diseño muy lindo donde el filo brillaba gracias a la luz de la luna. Ella había salvado mi vida cortando la cabeza de ese monstruo quien se empezo a quemar y hacer cenizas sin entender porque ocurrio eso me sente adolorida en el suelo

Muchas gracias... -hable con una voz suave para llamar la atención de la chica la cual se volteo mirandome con unos ojos fríos- Gracias por salvarme de esa cosa

La chica no emitia palabras, solo observaba mi pijama; camisa de tela delgada y manga corta con un short del mismo aspecto mientras mi cuerpo aún estaba abrigado con una bata del mismo aspecto veraniego que no me protegia demasiado del frío cosa que al parecer a ella le parecía muy tonto de mi parte vestir de esa manera en un día de crudo invierno.

¿Qué haces en el bosque a estas horas? -hablo ella al fin con un tono grave poco femenino-.

Allí caí en cuenta que no era una chica si no que era chico de cabello largo, mis cachetes se volvieron rojos de vergüenza al haberlo confundido con una mujer debido a su aspecto poco varonil o quizás es que mi punto de vista hacia un hombre es muy anticuada al punto que según para mí un hombre debía tener un cabello corto y cejas más... Anchas.

Yo... Me perdí, yo no soy de aquí y no se como regresar a mi casa -Me levanté casi perdiendo el equilibrio pero logré mantenerme apoyando mi mano en el tronco de un árbol de roble-. ¿Cómo te llamas?

El pareció analizarme y guardo su katana en la funda que estaba sostenida por su cinturón blanco, al parecer me había visto que no era una amenaza para el ni nadie y claro que no lo era, estaba más que nada asustada en ese lugar desconocido.

Mi nombre es Muichiro. -Me dió la espalda y empezó a caminar por la nieve así que para no quedarme sola nuevamente, lo seguí casi corriendo- ¿Y tú?

Mi nombre es ____, es un gusto, Muichiro -intente sonar amable ante el pero su rostro mostraba desinterés en el asunto y mi amabilidad, eso fue muy grosero.-

El no me dirigió más la palabra en todo el camino, tampoco me preguntó si tenía frío aunque era bastante obvio que lo tenía aún así no se preocupo en lo absoluto, sentía que me moriría en cualquier segundo de una fuerte hipotermia pero resultó que finalmente el se detuvo después de estar caminando por tanto tiempo, o bueno, no se cuanto caminamos pero para mí fue eterno. Alcé mi vista a una gran puerta café la cual el abrió y me dejó ingresar al parecer me estaba dejando quedarme en su casa, agradecida entre y mire todos lados un extenso patio muy lindo estaba dandonos la bienvenida en ese invierno, él al notar que me quede distraída atrás se devolvió y me jalo del brazo para llevarme dentro de su hogar bastante sencillo pero lindo con toques a un rico antiguo de Japón debido a los papeles de la pared,las pinturas y la poca decoración. Seguimos caminando por varios pasillos y acabe en un baño.

Date una ducha, pediré a alguien que te traiga ropa y pasarás la noche aquí, cuando amanezca te irás -Retrocedio a la puerta dejándome dentro de ese baño y cerro-

Suspire ante aquel sitio y me dispuse a quitar mi ropa, tuve que calentar por mi misma el agua y así pude calentar mi cuerpo nuevamente, cuando termine ocupe una toalla para cubrir mi cuerpo y en una pequeña silla había ago de ropa la cual me coloqué, era muy parecidos a un kimono, salí de la habitación y una chica me esperaba afuera presentándose con amabilidad pero no podía ver mucho de ella más que sus ojos. Me comentó ser una kakushi y que servía a una organización de gente llamada "cazadores de demonios" realmente no entendí demasiado pero simpatice muy bien con ella, finalmente me dejó en una habitación donde había una mesita y en ella una taza de cerámica blanca con té verde, una vela y una jarra con agua acompañada de un vaso. Entre y me acosté en un futón azúl típico de los japoneses, bebí un poco del té y suspire.

Quiero regresar...

Luego de acabar el té apague la vela y me acosté cerrando mis ojos intentando conciliar el sueño deseando que todo lo que acabo de vivir no sea más que un simple sueño y que al despertar mi papá esté en el patio arreglando el jardín y mi mamá me traiga el desayuno como lo hacía antes.

(...)

Fin del capítulo 3 espero que esto fuera de su agrado. :)