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Los días pasaban y la amistad de ambas especias se fue fortaleciendo, el rubio iba todas las noches a ver a la arácnida mientras que esta le contaba sobre ella, despertando más curiosidad hacia la menor.

Bakugo: Que edad tienes

TN: 12 años humanos, oye Bakugo hay algo que siempre quise intentar, puedo? ,- el mayor asintió con la cabeza - avísame si te hago daño - la menor comenzó a trepar por la ropa del mayor hasta llegar a sus hombros donde dejaría dos pares de pies en ellos y 2 pares en su cabeza - con que así ves el mundo - volvió a bajar de sus hombros de la misa manera que subió provocandole escalofríos al rubio - dime que edad tienes tu?

Bakugo: 18

TN: Tienen la edad de mis hermanas -, dijo con entusiasmo- ustedes se llevarían muy bien ! Cuando vengan por mi te las presentare

Bakugo: Ten, te traje esto ,- dijo para sacar un par de conejos - la primera vez que te vi estabas comiendo esto

TN: Gracias, hoy no había comido - dijo valanceandose entre sus patas - Yeii conejo! - subió al nido dejándolo ahí para enseguida bajar junto el rubio-

Bakugo: Miremos las estrellas - la menor se subió nuevamente a los hombros del mayor y este subió hasta el techo, donde la menor se bajo y se sento al lado del mayor
- entonces los monstruos no son malos?

TN: Claro que no ,- río- mi mamá me contaba cuentos pero solo uno me acuerdo, quieres que te lo cuente?

Bakugo; Bueno

TN: Todos los monstruos le tiene miedo a la obscuridad, y todos los monstruos fueron niños... a veces en esas noches de luna llena ilumina el interior de las casas, se escuchan extraños lamentos, son los monstruos de la noche a los que, escondidos en los armarios o incluso acurrucados bajo las camas, les castañean los dientes, pues todo el mundo sabe que a los monstruos le da miedo la obscuridad y que sufren horribles pesadillas... - la menor intentaba recordar el resto, pero fue inútil, - lo siento no recuerdo más.., pero el final decía en todos los monstruos late el corazón de un niño.

El rubio escucho atentamente el cuento que trato decir la aracnida, sin más, este se levanto y se marchó, yéndose a su castillo mientras que la menor se acostó en su nido, devorando uno de los concejos que le habia regalado el rubio..

TN: No todos los humanos son malos.. - sonrió pata acostarse y dormir -

El rubio ya acostado en su habitación, la reina abrió bruscamente la puerta

Mitsuki: Donde estabas

Bakugo; que te importa vieja

Mitsuki: Katsuki Bakugo, donde estuviste

Bakugo: en el lago -arqueo una ceja - cerca de la ruinas

Mitsuki: Allí anda un monstruo Katsuki, no puedes llegar y meteterte en esos lugares,

Bakugo: Tsk como sea

A la mañana siguiente un grupo de soldados fueron enviados por la reina para verificar el lugar, estos al no encontrar nada decidieron marcharse, sin embargo el rubio a penas se entero de las órdenes de su madre rápidamente se levantó de la cama y se dirigió a las ruinas esperando que su pequeña amiga siguiera con vida, en cambio de aquello, no había rastros de la aracnida, temiendo lo peor, este decidio volver, pero al girarse la menor lo miró intrigada

TN: que haces aquí tan temprano?

Bakugo : Donde estabas te estaba buscando

TN: Buscando comida.., ya sabes, necesito comer también.

Bakugo; Como sea, vamos, quiero enseñarte un lugar- el mayor comezó a caminar mientras que la menor se  trepó a los hombros - te va a gustar ese lugar, tiene mucha comida

TN: De verdad!

Bakugo; Si - Al paso de unos 20 minutos este llegó a su destino, mirando la cantidad de animales la menor se bajo y corrió a por un conejo que se hayaban ahí - es por tu bien - susurro y comenzó a alejarse a paso apurado pero silencioso, sin más este se detuvo -

TN: BAKUGO!, BAKUGO Donde estas - su voz se quebraba - no me dejes... - El mayor regreso rápidamente donde estaba la menor - pensé que me dejarías aquí botada

Bakugo; No soy malo - sin más este se comía la beza para encontrar un lugar para la aracnida -

TN: Tienes razón, tú no eres malo, eres bueno Bakugo.., eres un humano muy bondadoso - dijo finalmente para bajarse de su espalda y volver a escalar la muralla hasta llegar a su cómodo nido - si quieres puedes subir, es muy parecido a la tela de la ropa que utilizas

Bakugo: No se romperá?

TN: Claro que no - tilo un hilo que provenía de ella - ven sube

El mayor tomo el hilo y subió, hasta que se acosto por completo en el nido, soltando un suspiro mientras cerraba los ojos

Tn: Es cómodo no crees?

Bakugo; Mh - afirmó-

TN: Mi mamá, la hizo especialmente para mi - sonrió- es mi lugar seguro

Bakugo; ya veo..

TN: Es por eso que te deje subir - ladeo la cabeza para encontrarse con los orbes rubíes del mayor, esta le sonrió- eres distinto a los demás, se que no me harás daño

Ambos cerraron los ojos y se quedaron dormidos, o eso pensó el rubio, ya que la pequeña araña comenzo a cantar una melodía que provocaba relajamiento muscular a los seres humanos, alertando un poco al mayor.

TN: Espero que estés más relajado, te veías muy tenso Bakugo...

Bakugo: Gracias... - dijo para caer rendido en el sueño -

Sin más en las afueras del reino, el peli rojo quien estaba encargado del príncipe, estaba rondeando la zona ya que la reina se lo había pedido, sin más al oír la melodía provocada por la aracnida este comenzó a sentir el cuerpo pesado sintiendo sus músculos relajarse involuntariamente, hasta que sus sentidos se pusieron en alerta al escuchar la voz del príncipe.

Bakugo: Gracias...

Sin escuchar nada más, este como pudo trato de acercarse más a aquella torre, sin más lo que observo antes de caer inconsciente fue el brazo del príncipe colgando del nido en donde se encontraba la menor. Sin más antes de caer pudo observar como esta iba a bajando para llegar a su lado para así todo ver negro.

La Araña Y El Príncipe [ TN Y Bakugo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora