Realmente, ¿él es necesario? (Han Jisung X Rayito)

V. Cómo NO preparar una fiesta de cumpleaños

Faltaba una semana para el cumpleaños del pequeño Yoosung, por lo que todo nct 127, bts, Seventeen y Mei estaban planeando una fiesta de cumpleaños. No sería tan difícil, ¿no? Fue lo que pensaron todos. Pero se equivocaban, preparar una fiesta de cumpleaños era más difícil que aprenderse una coreografía o componer una canción. Los chicos estaban desesperados, no se ponían de acuerdo en nada y eso se notaba. Unos querían hacerlo de una forma, los demás negaban y proponían otras ideas. Todo el tiempo así.

—Ya basta, chicos. Yoosung cumplirá 15 años, esta fiesta es especial para él. Tenemos que unirnos todos y preparar la mejor fiesta del mundo. -comentó Mei.
— Mi hermana tiene razón, esta fiesta debe de ser única. Tenemos que ayudarnos entre todos. -aclaró Minghao apoyando a su hermanita.

Se pasaron tres días ideando el plan, ninguno parecía gustarle a todos. Seguían sin ponerse de acuerdo y solo tenían 4 días más para la fiesta. Mientras tanto Yoosung iba a la pista de hielo para aprender a patinar. Recientemente vio una competición y conoció al joven patinador Park Sunghoon. Durante esos días, se juntaba con él después de clase para que éste le enseñará. Había despertado una nueva afición en el pequeño Yoosung. Minghao llamó a Yoosung en medio de la práctica, el pequeño Min se disculpó ante el joven Park, y fue a silenciar el móvil.

—No te preocupes, contesta el teléfono, iré a comprar algo a la cafetería, ¿quieres algo?
—No hyung, estamos en la práctica, seguro que no es importante la llamada.
—Bebé, contesta. No te preocupes, es mejor que tomemos un descanso.
—Está bien, hyung.
—¿Quieres algún café?
—Un iced latte por favor, hyung. -mencionó Yoosung sonriendo y enseñando sus hoyuelos.
—¿Alguna vez te dijeron lo hermoso que eres? -preguntó Sunghoon mientras le devolvía la sonrisa- Ahora vengo, honey.
— Está bien, hyung.

El joven Park se fue a por ambos cafés mientras que el menor contestó a Minghao.
—¿Haohao?¿Todo bien?
—Mmm... sí. Es solo que estoy preocupado, desde hace unos días no te veo y....me gustaría que nos viéramos.
—Oh....No os lo conté, ¿no?
—¿El qué?
—Que conocí a Park Sunghoon y me está enseñando a patinar.
—Espera. ¿El patinador? Conociste A SUNGHOON Y NO ME LO HABÍAS DICHO.
—Eh... sí. Por eso he estado desaparecido.
—Oh, vaya. ¿Estás ahora con él?
—Ah, sí. Pero, ¿por qué preguntas?
—Nah, por nada, cariño. En fin, Yuta no deja de pedirnos tu número.
—Oh....No me estás mintiendo, ¿no?
—Te lo prometo.
—Está bien, dale mi número.
—Okay, bueno te dejo con tu otro novio.
—Sunghoon no es mi novio. No me gusta y ni siquiera es mi tipo.

En ese momento algo dentro del mayor se rompió, acababa de llegar con las bebidas y Yoosung no se dio cuenta. El patinador no sabía que le pasaba, pero sentía dolor, su corazón le dolía y no podía respirar, sus lágrimas amenazaban con salir, no podía aguantar más y no quería que nadie lo viera en ese patético estado.
—Aquí tienes tu iced latte, Yoosung. Lo siento mucho, pero me tengo que ir, y los próximos días estaré ocupado.
—Oh....no te preocupes Hoonhoon. Y gracias por el café.

"Soy un cobarde, lo sé. Pero no podía soportarlo más, no cuando escuché a Yoosung decir que él no sentía nada por mí y que yo ni siquiera era su tipo. No me molestaría si no me hubiese enamorado de él desde el primer día en que le vi." Repetía Sunghoon al distanciarse más y más del pequeño Min. No volvería a verlo en unos meses, estaba ocupado sí. Pero podría perfectamente sacar tiempo para ver al pequeño chico, sin embargo, tenía el corazón roto. Y no quería sufrir aún más por ese chico. Se prometió a sí mismo olvidar sus sentimientos por el contrario, cada vez dolía más, pero era lo ideal.

Por otro lado, los chicos seguían pensando en la fiesta, tenían que llegar a un acuerdo y crear un plan. Comprar la decoración, la comida, las bebidas y los regalos para el pequeño.
Si lo hubiesen planeado con antelación todo sería más fácil. Pero no, estuvieron discutiendo por una tontería. Sunghoon al estar con el corazón roto se fue a su casa, por lo que Yoosung decidió acabar el entrenamiento y visitar a su mejor amiga Mei. Saliendo de la pista de hielo, ve que le llegó un mensaje de un número desconocido.
"Hola bebé, soy yo, el amor de tu vida Yuta."  Yoosung al leer aquel mensaje no pudo evitar sonreír. Definitivamente Yuta le hacía feliz.
Yuta le invito a ir al cine. Sería una distracción, el día del cumpleaños de Yoosung había llegado y lo peor de todo, Sunghoon ya ni le escribía. Tampoco se veían. El mayor decidió ignorar al pequeño Min y centrarse en su carrera como patinador. No volvería a entregar su corazón a alguien. Lo tenía claro.

—Hola peque, feliz cumpleaños mi amorcito. -susurró Yuta abrazando al menor una vez ya juntos.
—Yutaaaa, deja de abrazarme tanto. Eres un pesado. Estás todo el tiempo....
—Es que te amooo. -respondió el mayor besándole en la mejilla.
—En fin. Vamos al cine.
—Vale, cariñito.
—Yuta.
—Está bien, ya paro. Bebé hermoso.
—Yuta. No soy un bebé.
—"Ni siy in bibi" claro que lo eres.
—¡¡Tengo 15 años!! Soy mayor.
—Shhh. Déjame besarte.
—Yuta, no. Vamos a ver la peli.
—Agh, está bien. Venga vamos.

Yuta llevó a Yoosung al cine y estuvieron dos horas dentro de la sala, estaban disfrutando bastante la película. No es que fuese muy buena, pero al estar juntos, se sentían genial.
Al salir del cine, le avisaron a Yuta para que fueran al sitio elegido para celebrar aquel cumpleaños. Fue difícil preparar todo y ponerse de acuerdo, pero, sin embargo, todos ayudaron. 
Al llegar al lugar dónde trabaja Mei, las luces estaban apagadas, era raro, no estaba cerrado pero no parecía haber nadie en aquel lugar. Yoosung intentó encender las luces al entrar pero Yuta se lo impedio.
—Cariño, ya hago eso yo. Espérate.
—Vamos Yuta, sé que me habéis hecho una fiesta sorpresa.
—¿¡QUÉ!? -Yuta se alteró- realmente lo sabías....
—Ninguno supisteis guardar el secreto bien. Pero os lo agradezco.
—Entonces....
—Enciende esas luces y disfrutemos todos juntos.

Yuta hizo lo que le pidió Yoosung y todos abrazaron al pequeño cumpleañero. El único que faltaba ahí......Park Sunghoon, se encontraba mirando por el escaparate de la cafetería como todos se divertían junto al chico. Quería pasar, quería felicitarle y darle el maldito regalo que compró anteriormente para él. Pero simplemente no podía. No es que fuese su orgullo, simplemente.....estaba tan destrozado que no se atrevería a volver a acercarse a su querido Yoosung. ¿Lo peor? En tan poco tiempo se había enamorado profundamente de él. Por eso sentía tanto odio, se odiaba a sí mismo por según él, haber sido un tonto. Con lágrimas, entró a la cafetería, mantuvo contacto visual con su chico, con una mirada triste le dio el regalo y se marchó.
—....
—Ese chico....¿no era Park Sunghoon?
—Sunghoon.....
—Esa mirada.....estaba llena de tristeza. ¿Pasó algo? -preguntó Minghao temiendo que ambos hubiesen discutido.
—Voy a por él. -susurró Yuta.
—Yoosung, ¿todo bien con Sunghoon?
—Sí, no entiendo el porqué de esa mirada.
—Bueno, abre el regalo.
—......-quitó el papel y miro el regalo.
—¿Qué es?- Minghao estaba curioso, al igual que todos de allí.
—..... Sunghoon, yo....

En el interior había un sobre, al abrirlo, pudo ver una larga carta que le escribió el Ice Prince. En ella decía:

Querido Yoosung,

Espero que al recibir esta carta te encuentres bien. Me ha costado mucho decidirme a escribirte, pero sentí que era necesario compartir contigo algunos pensamientos que han estado en mi mente últimamente.

Hay momentos en la vida en los que uno debe enfrentar realidades difíciles. Escuchar tus palabras el otro día me llenó de una tristeza profunda, una que no había conocido antes. No puedo negar que tus palabras me afectaron más de lo que hubiera esperado. Es extraño cómo algunas verdades pueden penetrar el alma con tal intensidad.

A veces, las personas albergan sentimientos que no siempre se muestran de manera evidente. Estos sentimientos pueden ser como una melodía suave y constante en el fondo de nuestras mentes, dándonos fuerza y propósito. Pero al mismo tiempo, pueden ser frágiles, susceptibles a la realidad que los rodea.

Sabes, el corazón tiene maneras curiosas de expresarse, a veces a través de pequeños gestos, miradas furtivas o palabras no dichas. Hay una belleza en estos sentimientos no expresados directamente, una pureza que quizá sea difícil de entender.

Tu presencia estos días ha sido una fuente de alegría para mí, una luz que me ha iluminado. Tal vez nunca llegues a comprender completamente lo que has significado para mí, pero quería que supieras que tu sinceridad y franqueza son algo que siempre apreciaré, incluso si me han causado dolor.

Agradezco los momentos compartidos y las risas compartidas. Son recuerdos que atesoraré con cariño. La vida tiene una manera de ponernos a prueba, y aunque no siempre podamos tener lo que deseamos, hay valor en aceptar y aprender de nuestras experiencias. Por último, quería decirte esto. Feliz cumpleaños.....

Gracias por darme esa oportunidad de poder enamorarme, aunque no sea mutuo, yo seguiré haciéndolo, pero ya no nos podremos ver más.....siento mucho escribirte esto y no poder estar en tu cumpleaños. Pero me duele mucho verte ahora mismo. Soy patético, ¿cómo pensé que podrías enamorarte de mí...?

Con todo mi aprecio,
Tu Ice Prince, Sunghoon :)