4. El regreso de Angelha. El fisgón.

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Al siguiente día tuve mucho trabajo por entregar, no pude ir, hasta el día viernes a la hora de la comida, pude ir a buscar la tienda. 

Thelma, Me había pedido que llegara depilado de las piernas, sobados y sin bello en la cara, eso era fácil por que mantenía mi piel cuidada y era lampiño de nacimiento, los sobacos los tenia tersos y blancos. 

La falta de ejercicio por estar sentado, me provoco el crecimiento de mis gorditos, de los brazos, espalda, piernas y nalgas. 

En mi pequeño departamento en el último piso de mi viejo edificio, solo lo usaba de dormitorio, por que no me daba tiempo de disfrutarlo, los domingos quería descansar después de las fiestas de los vecinos hasta altas horas de la madrugada. 

Llegué hasta el Local núm.41 en el tercer piso de la plaza comercial, di dos vueltas hasta encontrar el letrero "El Emporio de Thelma", parecía abandonado, en la puerta estaba un hoja amarillenta, decía: Disculpe las molestias, nos cambiamos a la calle de la flor núm.4141"

Salí de la plaza y camine 8 calles hasta dar con el número, cerca de la gran torre de la ciudad, nuevamente vi el Letrero "El Nuevo Emporio de Thelma", en blanco y negro, letras parecidas a las de la tienda "Tifani", la puerta era de metal durado y cristal esmerilado, entre con dudas que allí fuera donde Thelma me habia mandado. 

Una linda vendedora al estilo oriental me saludo, aunque no era oriental.

Lo estábamos esperando, bienvenido, yo voy a ser su asesora personal, pase conmigo--la amable asesora, con su voz ronca y agradable, me llevó hasta unos lujosos vestidores--la serñora Thelma me comentó que usted necesita mejorar su imagen corporativa, me comentó que usted tiene desarrollados sus pechos y son naturales, me permitiría verlos para tomar medidas, usted esta en el mejor lugar para ayudarlo, así que no tiene que sentir pena o temor, poraqui han pasado muchos hombres que han cambiado sus vidas, solo permita que le ayude por favor.

Me quite mi saco y mi camisa, se los entregue, los guardo en un gancho, saco una cinta métrica y tomo medidas de mi estatura, pecho alto, bajo, alderredor de los pechos, cintura, cadera, muslos, altura de muslos, rodillas, hombros, brazos y manos, me peso, entonces procedio su explicación, la Sra. Thelma recomendó ropa en colores sobrios, pero no aburridos, el blanco y negro, verde oxford, azul marino, blancos, beiges, grises, zapatos de la mejor calidad, de tacón no menos de 5cms, joyas de metal dorado o collares de perlas, tome confianza, relájese un momento en el vestidor, se va a divertir, por lo que veo, creo que usted ya esta en un nivel de 8 de 10, su talla es 12, sus pechos son talla 34c, se van a ver lindos con un buen brassier de marca propia.

Espere 15 minutos, mi celular y mis cosas se quedaron en mi saco, estaba sin ropa, así que recordé el método que me enseño mi prima para guardar mi Pena-e, dentro de mi, a pesar de los años, recordaba como hacerlo, en 10 minutos y un poco de pegamento que mi Asesora Karl, me llevó, puede aumentar mi confianza para verme bien en la ropa que me llevarán, el hecho de verme convincente era el principal objetivo y sabía como serlo, ahora mi vientre era suficientemente convincente, aunque no sabía hasta donde podía serlo.

Por haberme dejado una legada linea en mi zona del bikini, se veía más femenino, bajo el monte de venus, se podían ver mis vulvas bien desarrolladas.

Lo primero que me trajo para vestir fue un hermoso juego de ropa interior de muy buena marca, mi tía me decia que siempre debia buscar la comodidad y luego la frescura, esa ropa interior cumplia con ese requisito.

me puse una faja de control con ligeros,  sabía como usarlos, muchas veces vi a mi tía hacerlo, en la fiesta de graduación use una medias de tubo. 

Me trajo un neglille negro y las medias para ponérmelas, me trajo 5 vestidos y 4 trajes sastre, todos me quedaron a la perfección, mi cintura se veia pequeña, mis caderas grandes y mis pechos hermosos, esa ropa era la que necesitaría para un mes sin repetir atuendo, los zapatos eran maravillosos, eran los mejores que podía pagar sin endeudarme con mi crédito de tarjetas, si podia darme ese lujo, para salvar mi trabajo, valia la pena, debía tener una imagen buena para el dueño, así que usar unos buenos zapatos era importante.

El pasaporte, Crecimiento Personal Donde viven las historias. Descúbrelo ahora