CAPITULO 8

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El sol se asomaba tímidamente por las cortinas de la habitación de Emily, quien aún estaba sumida en un profundo sueño. Después de los últimos eventos que habían sacudido su vida, había decidido tomar un tiempo para reflexionar y recuperarse. Sin embargo, algo en su interior le decía que no podía seguir huyendo de la realidad.

Mientras tanto, en otro rincón de la ciudad, Julián se encontraba inquieto. Había pasado la noche en vela, torturándose con la idea de lo que había hecho. Su corazón estaba dividido entre el amor que sentía por Emily y la lealtad que le debía a su amigo Ethan. Sabía que tarde o temprano tendría que enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Ethan, por su parte, no podía quitarse de la cabeza la imagen de Emily y Julián juntos. Aunque sabía que se había metido en un juego peligroso al involucrarse con Emily, no pudo evitar sentir una punzada de celos y traición. Estaba decidido a descubrir la verdad y saber qué había sucedido entre los dos.

La mañana transcurrió en silencio para los tres protagonistas. Sus pensamientos se encontraban enredados en una maraña de emociones y secretos. Finalmente, Emily decidió que era hora de enfrentar la verdad. Sabía que no podía seguir fingiendo amor ni ocultando sus sentimientos.

Tomando una profunda respiración, Emily llamó a Julián y le pidió que se reunieran en el parque donde solían pasar tiempo juntos. Al llegar, los dos se encontraron con miradas llenas de angustia y arrepentimiento. Sin embargo, antes de que pudieran hablar, Ethan apareció de repente, interrumpiendo el encuentro.

La tensión en el aire era palpable mientras los tres se miraban, incapaces de articular una sola palabra. Fue Ethan quien finalmente rompió el silencio. Con una mezcla de dolor y enojo en su voz, exigió una explicación a Emily y Julián. Quería saber qué había sucedido entre ellos y por qué habían decidido traicionarlo.

Con lágrimas en los ojos, Emily comenzó a contar su historia. Admitió que se había enamorado de Julián, pero también confesó que no había sido fácil resistir sus sentimientos. Explicó cómo la conexión entre ellos había crecido y se había vuelto cada vez más fuerte, pero que nunca había querido lastimar a Ethan.

Julián, por su parte, admitió que también estaba enamorado de Emily, pero lamentó profundamente haberse dejado llevar por sus emociones sin considerar las consecuencias. Reconoció su culpa y se disculpó sinceramente con Ethan por su traición.

Ethan escuchó atentamente, luchando por contener sus propias emociones. Aunque estaba herido y decepcionado, se dio cuenta de que todos habían cometido errores. A pesar de su dolor, decidió perdonar a Emily y Julián, sabiendo que la honestidad era el primer paso para sanar las heridas.

Con el sol comenzando a ponerse, los tres protagonistas se encontraron en un abrazo colectivo, prometiéndose apoyarse mutuamente en el camino hacia la reconciliación. Aunque el camino hacia la curación sería largo y difícil, estaban dispuestos a enfrentarlo juntos.

Y así, en ese parque rodeado de emociones encontradas, Emily, Julián y Ethan comenzaron a reconstruir sus vidas. El juego peligroso de corazones y mentiras había dejado estragos, pero también les había enseñado valiosas lecciones sobre el amor, la amistad y la importancia de la honestidad.

FINGIENDO AMOR: Un juego peligroso de corazones y mentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora