¿Quién controla todo?

Capítulo 7

La vida de lápiz siempre le había parecido muy rara, su "madre" esfero rojo era la única constante desde que tiene memoria, pero era bastante fría y distante con él, a veces le gritaba que el nunca sería un buen reemplazo de su hijo y otras veces lo abrazaba mientras le decía que era lo más importante en su vida.

Nunca pudo entender a esa mujer.

Y un día decidió salir a explorar el mundo que lo rodeaba, a pesar de que esfero rojo era su única compañía casi nunca estaba en casa, a duras penas la podía ver los fines de semana.

Cuando salió vago por ahí sin rumbo y termino adentrándose en los oscuros callejones los cuales no era el lugar en donde un niño debería pasar sus tardes para divertirse, pero sin el cuidado de su "madre" era lo único que le quedaba por hacer.

Un día en uno de sus paseos unos adolescentes creyeron que sería buena idea molestarlo para pasar el rato.

Lápiz: Pero que grave error cometieron - pensó molesto.

No eran muchos y a pesar de su estatura todo lo que necesito fue su cerebro, el pensamiento rápido era su fuerte y con unas simples palabras basto para que esos idiotas se destruyeran entre sí.

Tachuela: Eso fue asombroso niño – comento en la entrada del callejón.

Lápiz miro al individuo que llegó sin interés, pensando que era tan solo el refuerzo de los idiotas que acaba de vencer.

Lápiz: ¿También viniste a molestarme? Porque realmente no estoy de humor para más juegos infantiles

Tachuela: Todo lo contrario, querido Lápiz, en realidad estoy aquí para ayudarte

Lápiz: ¿Qué podría necesitar de ti? No pareces ser de mucha utilidad

Tachuela: He sabido de muy buena fuente que tu vida en casa es un asco, algo relacionado con esfero rojo, ¿O me equivoco?

Lápiz: Si, tengo problemas con mi madre, ¿Quién no los tiene hoy en día?

Tachuela: Eso es parcialmente cierto, pero te equivocas al decir que tienes problemas con tu madre, solo los tienes con esfero rojo, pero yo no llamaría madre a la mujer que te secuestro hace años

El niño se quedó pensando en las palabras de este desconocido, que tenían todo el sentido del mundo y eso solo hizo que se enfadase aún más con ella.

Lápiz: ¿Quién eres y por qué me dices esto?

Tachuela: Solo soy un humilde informante que quiere reunir a un niño con su padre ¿Es eso algo tan malo?

Lápiz: No es malo, pero tampoco soy ingenuo, todo tiene un precio

Tachuela: Es verdad y para tu suerte mi jefe quiere que te encuentres con tu padre, así que no te preocupes por el pago

Lápiz: basta de rodeos ¿Quién es mi padre?

Tachuela: Puede que lo conozcas, es el empresario Lápiz Mayor

Lápiz: ... En retrospectiva era demasiado obvio – exclamo con molestia – Que tonto he sido

Tachuela: Bueno, ¿Qué vas a hacer con esa información?

Lápiz: Nada que te importe

Y un plan empezó a formarse en su joven mente, quería vengarse de esfero rojo por secuestrarlo, quería hacerla pagar por su sufrimiento, ver su mundo arder y hacerla pasar por el mismo dolor que él tuvo que vivir.

Por eso cuando su "padre" le pidió acompañarlo él no se negó, tampoco se negó cuando fue usado para inculpar a esfero rojo, esa mujer merecía estar en la cárcel, pero las cosas no terminaban allí.

Él quería más.

Quería ganarse el derecho de conocer a su padre, demostrarle que no era una molestia de la cual el tuviera que preocuparse.

Así que se encargaría de eliminar a todas las variantes que pudiesen interponerse en su camino, empezando por esfero rojo, esfero azul y el resto de informantes que pueda encontrar.

Estaba pensando en cómo hacerlo cuando algo en las noticias llamó su atención.

– En otras noticias la cárcel principal de la ciudad fue destruida por una explosión sucedida hace unas horas, la policía llegó al lugar y siguen haciendo un conteo de las victimas del presunto ataque, aunque por lo que se puede ver desde el exterior no parece que haya sobrevivientes, seguiremos informando cuando haya más información del ataque

Si conocía lo suficientemente a esfero de rojo y claro que lo hacía, ella vendría por su "pequeña familia" para vengarse tramando algo en su retorcida mente.

Y él estaría esperando ansioso por esa visita.