Under The Moonligth

"¿Puedo?" (7)

El contactó visual se mantuvo y ambos se miraban como si se tratase de una relación de años, sus miradas se perdían entre si, podría decirce con muchos amor y afecto.
Bang limpio las lágrimas del menor que empezaron a recorrer sus mejillas, los dos sentían una conexión muy fuerte, como si tuvieran el lazo de alfa, omega.
Sus lobos se sentían muy felices parecían encontrarse nuevamente.

-Seungmin ya estoy aquí.
Sin darse cuenta el alfa con olor a mora azul había llegado.
-Yeonjun.
El omega sin dudarlo se lanzó a los brazos de su hermano.

"Que estas esperando, debes arrebatarle a nuestro omenga de sus brazos, el es nuestro y de nadie más"
El lobo de Bang le hablaba internamente.
-Callate sarnoso.
"Tú a mí no me callas, humano estúpido"
Los dos mantenían una pelea interna que parecía no tener final.

-Seung, estuviste llorando.
Pregunto el alfa mirando a los ojos a su menor para después mirar al contrario.
-Que le hiciste a mi hermano.
La mirada de Yeonjun no era nada agradable.
-No, hyung el no es el culpable del porque lloré, al contrario el me ayudó.
Yeon volteo a ver a su hermano viendo su rostro y darse cuenta que decía la verdad.
-A que te refieres con ayudo.
-El me salvó de un alfa que me quería llevar a la fuerza con el y quizás tomarme en contra de mi voluntad.
-Estas bien, no te hizo algo.
El alfa volteaba a Seungmin viendo si no estaba herido con una mirada de total preocupación.
-Hyung estoy bien, afortunadamente llegó Bangchan, si no fuera por el en este momento no sabría donde estaría.
Chan quien miraba a los hermanos no podía evitar estar celoso, tenía ganas de quitarle a "su omega".
-Chan.
El mencionado miro a el alfa.
-De verdad estoy agradecido contigo, gracias por defender a mi hermano de ese estúpido alfa.
-No es nada, solo lo hice para que no le pasará nada malo.
-Como que no es nada, salvaste a una de las cosas que más quiero.
Ante lo dicho el omega no pudo evitar sonrojarse.
-Por cierto no tuvimos la oportunidad de presentarnos adecuadamente.
El alfa con olor a mora azul miraba a Bang con una mirada un poco fría, el pudo notar que aquel alfa con fragancia a menta y manzana tuviera intenciones con su hermano.
-Tienes razón, mi nombre es Christopher Bang.
-Un gusto Bang, me llamo Kim Yeonjun.
Los alfas se miraban de manera desafiante haciendo que el omega intensificará su fragancia para poder hacerlos relajarse, y quién lo diría Seungmin logró su cometido, los mayores dejaron de verse para poder cerrar sus ojos respirando profundamente el delicioso olor a rosas relajandolos, uno que otro alfa olía el olor del omega deleitando sus narices con la rica fragancia.
-Hyung, creo que es hora de irnos, appa nos a de estar esperando.
Con un claro nerviosismo en las palabras del menor.
-Tienes razón seung ya deberíamos irnos.
Yeonjun miraba a su hermano de manera tierna.
-Gracias por salvarme chan.
Acercándose a él para luego hacer una reverencia.
-Adiós.
Puso su mano para agitarla indicando una despedida, con una sonrisa en su rostro dándose la vuelta para dirigirse a su hermano.
Chan lo miraba y no pudo evitar sonreír, se sentía como si eso que tanto busco desde que se presentó como alfa por fin lo había encontrado.

:D

Seungmin se encuentra en la última clase para salir a su hora de descanso.
-Eso es todo por hoy chicos y no se olviden de la tarea para mañana.
Mirando a todos los alumnos que se encontraban en el salón de clases,
los chicos negaron con la cabeza a su profesor, para después retirarse.

-Hoy que comeremos chicos.
Pregunto Felix, con una sonrisa en su rostro.
-Tú como siempre Felix, pensando en comer.
-Callate Jisung, ustedes saben que para mí la comida es lo más hermoso que hay en este mundo.
-A veces me haces pensar que te quieres casar con la comida y no con un alfa.
Soobin miraba a Felix con un rostro convencido por lo que antes había dicho.
-Ustedes no saben lo importante que es la comida para mí, es simplemente hermosa.
Felix soltó un suspiro.
-No seas exagerado.
Respondió Seungmin con una sonrisa burlona.
-No te rías, lo digo enserio.
Esto último hizo reír a los demás omegas, para después dirigirse a comprar su almuerzo.