Que vuelvo a tener la espalda rota de que me folles a cuatro,
las ojeras de mil noches con tus ojos clavados,
el pulso de mis manos por tu cuerpo rodando
y la calma hecha trizas desde que volvieron tus labios.
ESTÁS LEYENDO
Pensamientos de una kamicaze
PoëzieHe aquí los pensamientos, sueños y preocupaciones de una pequeña kamicaze.