Efectos secundarios

31 1 0
                                    

Que vuelvo a tener la espalda rota de que me folles a cuatro,

las ojeras de mil noches con tus ojos clavados,

el pulso de mis manos por tu cuerpo rodando

y la calma hecha trizas desde que volvieron tus labios.

Pensamientos de una kamicazeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora