Y hablaba de sueños cuando pensaba que jamas vería lluvia en el mar de sus ojos, cuando sus manos eran el refugio de mi cuerpo y sus besos la bocanada de aire fresco.
Hablaba de sueños cuando nos atrincherábamos en su cuarto y nuestros miedos no intentaban emborracharnos.
Cuando admirabas mi facilidad para huir de los problemas y no me los echabas en cara por ser una pequeña cobarde con el gran sueño de jamas ver inundados sus otoños.
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Pensamientos de una kamicaze
PoesiaHe aquí los pensamientos, sueños y preocupaciones de una pequeña kamicaze.