Así de la nada aparezco yo en mi pueblo materno, Vega de Espinareda, en el colegio, en el patio del colegio que tiene una parte cubierta y tiene una pista de tenis, bien hasta ahí todo normal.
Mido 1,68 más o menos y tengo los ojos marrones con reflejos dorados, mi cabello en realidad es largo, pero en este sueño era corto por los hombros y muy liso, tenía complexión delgada, calculo que pesaría 50 kilos como mucho, hombros anchos, cintura estrecha y caderas anchas, piernas largas y estilizadas, pechos medianos y creo que vestía unos pantalones cortos grises y una camisa fina, holgada y medio transparente que dejaba ver el top deportivo negro que llevaba, no llevaba gafas y eso es raro porque en la realidad llevo gafas, y tampoco llevaba brackets y eso es falso (por desgracia).
Aparezco frente a Sebastián Yatra, como lo oyes, frente al cantante que también vestía ropa deportiva, junto a ellos estaban otros famosos que me da pereza enumerar, es decir iba a jugar al tenis con Yatra y según parecía nos llevábamos muy bien.
-Buena suerte Yatra- sonreí de lado al colombiano y odio a los colombianos y a Colombia por razones que descubriréis luego.
-Igualmente Julia- dijo sonriendo y sacando la pelota en juego.
Jugamos unas rondas, y en algunas ganaba él y otras yo, y al final no se quien dijo que diéramos una vuelta por el patio para descansar mientras jugaban otros, me acerqué al chico y le pasé un brazo por los hombros aunque quedó muy descompensado.
-Buen juego Sebastián- dije sonriendo.
-Igualmente- pasó el brazos por mi cintura arrimandome a él- tienes los pezones duros- le miré abriendo los ojos sorprendida y me subieron los colores mientras seguíamos paseando (si, de verdad sueño estas cosas)- digo, antes dimos un paseo y estabas bien, normal, ahora te encuentro- acercó su rostro un poco más al mio- excitada- dijo y sonrió con su acento colombiano.
-Mentira, he estado haciendo deporte, y eso es muy inapropiado- dije evitando su mirada y quitando mi brazo de sus hombros y tapandome mis pechos, se río pero no soltó mi cintura, dimos una vuelta al colegio y por la parte que no había nadie me separé y me apoyé en el ladrillo naranja, solté un suspiro y descrucé mis brazos, Yatra se acercó a mí, y apoyó sus brazos detrás de su cabeza y en un rápido movimiento me dió un beso corto en los labios.
-Ambos deseábamos romper el silencio que había entre nosotros y tocar las estrellas con nuestros labios- dijo poético, le salió muy natural, sonreí.
-Te pones muy poético, me gusta Sebas- dije sonriendo y picando su mejilla.
-Vamos, creo que nos va a tocar ya, tenemos que volver a jugar al tenis- volvió a pasar su brazo por mis hombros y esta vez no soltó ningún comentario salido de tono, menos mal, porque esta vez le hubiera pegado.
Cuando terminamos la vuelta y volvimos a la cancha era nuestro turno, pero el Sol me daba por completo en la cara y no era capaz de ver nada, solo veía destellos por todos lados y me empezaba a marear, las pelotas de Sebastián se me colaban por todos lados, y sin importar a que lado me tirara o saltara para golpear la pelota o tropezaba con una piedra que no había visto por los reflejos de la luz o que la veía demasiado tarde para llegar, en un momento dado la pelota cayó al suelo y cuando la iba a recoger corriendo para ver si conseguía golpearla me tropecé con la misma haciendo gala de mi maldita infinita torpeza y me caí de morros, dándome un tremendo tortazo en las rodillas y las manos y los codos y de milagro no en la cabeza, Sebas se acercó corriendo y luché por no llorar delante de él, me levanté temblando por el golpe y apreté la mandíbula con fuerza, cerré los ojos y los puños luchando por no mostrar mi dolor, Yatra me dió un abrazo y luego sin soltarme los brazos se alejó un poquito y me examinó de arriba a abajo, parecía un padre sobreprotector evaluando las heridas que tenía.
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🌌Sueños🌌
DiversosSon literalmente sueños que he tenido y que recuerdo, también hay opción a que los lectores me escriban y yo redacte su sueño en un capítulo. ~Chau~