Y te jodes, mi ciela💅(One-shot random)

145 5 5
                                    

Nuestra historia abre con el brutal descenso de un relámpago rojo, y el ensordecedor estruendo de un par de truenos sobrepuestos. Como un lejano eco, escuchamos la caída de lluvia sobre el lodo y un aroma hediondo que mezcla lo que parece ser azufre con sangre y una podredumbre cadavérica nos perfora desde las fosas nasales hasta el interior del cráneo, helando los huesos ante el instinto que percibe a la muerte y erizándonos los bellos de la nuca ante la parálisis que no nos permite ponernos en pie. 

- ¡Y escúchame bien, pendej*! - Dijo una voz, seguida de la ronca tormenta y de los gemidos de terror de Beto y Rupertino - Óyeme bien: Si te atreves a poner un solo dedo sobre cualquiera de mis amigos, es más, sobre cualquier persona o poblado de este país...Vas a volver a saber de mi muy pronto, y eso te lo prometo. 

Es tras esto y con una toma panorámica que nos hacemos conscientes de nuestro entorno: Observamos todo desde la perspectiva de Nando quien, habiendo caído casi de bruces sobre la tierra de los campos de agaves del Charro Negro, permanecía agazapado e inmóvil por el shock junto a los demás, incluyendo a algunos de sus viejos conocidos como eran la señora Rosa - madre de Kika-, el brujo Tzulik, el pequeño Diego, Valentina, Fray Godofredo, Nana Dionisia, entre muchos otros. 

Estos últimos, simples e indefensos civiles en su mayoría, habían sido tomados como rehenes por el Charro para obligar a Leo a acudir en su rescate, optando por emplear la manipulación fría y calculadora propia del más sanguinario criminal de cada época para obtener lo que quería más fácil y rápido...Sin embargo...

 Horas antes...

- No, Leo...Nando tiene razón, es muy peligroso. 

- ¡P-Pero...! 

- Caaalma Chisguete, no es el fin del mundo - Dijo el mencionado-  ¿Verdad? Ya lo contuvieron una vez antes, déjanoslo a nosotros esta vez ¿Okay? Solo...En lo que nos aseguramos de cortar la conexión y que no vuelva a pasar lo de la última vez. Podrás ayudarnos con lo que venga después, ¿Te parece? 

El equipo de Caza fantasmas, decaído pero en total acuerdo solo pudieron dedicarle unas cuantas miradas de disculpa y condescendencia al pobre de Leo, quien batallaba desesperado ante su negativa de permitirles acompañarlos en semejante misión. 

Por la complejidad y gracias a la experiencia que habían acumulado durante los últimos siete años, fácilmente podía deducir que una labor como la que emprenderían sería un trabajo de días, casi semanas...Y eso, aunado a las dimensiones suicidas del rescate, solo le hacían ponerse todavía más nervioso. Era inútil no suponer que el Charro también había pasado un buen tiempo observándolos y aprendiendo de sus nuevas capacidades...De sus enfrentamientos contra otros monstruos...¿Y si había desarrollado nuevas formas de operar o capturar a las almas? 

¿Y si...? 

Aterrado, el poblano se aferró a Xóchitl tomándola de las manos y con una mirada dijo todo:  

- ¡¿Y-Y qué pasa si los atrapa?!, ¡¿Qué pasa si te encierra de nuevo?!, ¡¿O si los destruye o tortura y yo aquí, sin saber nada?! 

- Tranquilo, Leo. Todo estará bien - Dijo ella, tratando de calmarlo - Sobrevivimos entonces, no tiene porqué ser diferente esta vez... 

- S-Sí pero-pero tampoco tenemos garantía de que funcionará igual. Xóchitl...

La muchacha estaba por responder cuando fue interrumpida por los constantes y presurosos llamados de Nando a la acción, viéndose forzada a despedirse de forma un tanto similar a cómo había ocurrido en su anterior sacrificio. 

- Volveremos por ti, te lo prometo. Solo...Quédate a salvo un momento, por favor. No podemos permitir que él se acerque de nuevo a ti. 

Y sin más, el equipo partió a la acción justo como la última vez, solo que en esta ocasión con todos ellos al frente y haciendo el papel de héroes y escudo para su amigo. Entre más lejos estuviera Leo del Charro...Mejor para todos, en especial para él. 

Mis dibujosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora