No hay de otra

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Desde pequeño siempre supe que era diferente a los demás, mi pelo era más oscuro, mis ojos más profundos y en mis venas corría una energía que nunca vi en nadie, la electricidad.

Pero nunca supe controlarla, cada vez que la sentía se desataba y sus flujos de energía eléctrica salían sin mi poder de controlarlos, le hacía daño a todos.

Sufría mucho y odiaba mis poderes, ya que siempre le hacía daño a las personas que más quería sin querer hacerlo.

Cada día lloraba, me preguntaba porque tenía esos poderes si solo era para hacerme daño a mí mismo y a las personas que me rodeaban.

Había intentado mil veces aprender controlar mi poder, pero era imposible, los días pasaban y cada vez más me hacía daño, mi dolor físico y emocional no tenía fin.

Sufría mucho, pero siempre tenía la esperanza de que tal vez, un día, las cosas cambiarían.

Las personas me rechazaron, tenían miedo de mi, y aunque yo intentaba explicarles que no quería hacerles daño, ellos no entendían mi dolor. Me sentía solo y no había nadie con quien hablar, solo las lágrimas en mi rostro eran mi amigo más cercano, aunque a veces ni esas.

todo era cada vez más extremo, me preguntaba cómo sería mi vida si no hubiera tenido estos poderes, tal vez hubiera sido feliz.

Un día, no lo soporté más, ya no aguantaba el dolor físico ni emocional.Estaba solo, en una esquina, mirando hacia el cielo, llorando y suplicando a alguien que lo ayude, tal vez un dios que lo entendiera.

Por un momento la luz parpadeó, no sé si por mi imaginación o algo más, pero en ese momento algo dentro de mi me hizo despertar, la electricidad dentro de mi se desató en un momento de rabia y dolor inmenso.

En menos de un segundo, toda la electricidad dentro de mi se desató en un momento de rabia y dolor, destruí todo a mi alrededor en un instante.

Las personas que tanto me hicieron sufrir fueron mis primeras víctimas, la rabia, el dolor y el rencor me hicieron destrozarlo todo con mi poder, era inevitable, mi poder no tenía control.Por fin, después de tanto sufrimiento, me había encontrado...

El poder en mi ser me hizo ver las cosas de una forma diferente, era muy fuerte y todos los que me habían hecho sufrir ahora pagaban sus consecuencias, de a uno caían y sentía una felicidad inmensa en mi ser.

Toda la rabia, el rencor y el dolor salió de mi interior en ese momento glorioso, todos serían mis presas.

Por fin había encontrado mi lugar en este mundo, y era...

Ser temido por todos...

Palabras incoherentesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora