10: "Prefiero ir de picnic a la morgue." 2/2

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—Tres de la mañana.— dijo un trabajador del hotel abriendo un pequeño papel.

—A mí también me tocó a las tres de la mañana, como el año anterior.

—Siempre los cuerpos aparecen a las tres de la mañana.— respondió el gerente.— Así que gano dos dólares.— sacó otro papel.— A las doce, me tocó a las doce.— miró a una empleada.— Sarah, ¿no querés participar de la lotería? Quedan un par de numeritos.

—No. Me parece terrible que apuesten a qué hora van a cortar en pedacitos a estos pobres infelices.— respondió la chica.— Pensándolo bien, ¿de cuanto es el premio? ¿veinte dólares?

—Veinticinco dólares.— Sarah se acercó sonriendo

—Bueno, yo agrego cinco más.— dejó el dinero y todos los trabajadores volvieron a rodear la mesa.

—Uh, guarden todo. Los chicos vienen.

—La chica esa... La rubia, ¿es la del almanaque?— preguntó un guardia de seguridad al gerente.

—Si, es ella.

—S-señor, ¿que piensa hacer con la ratita?— preguntó T/n al gerente.

—¿Que ratita?— T/n señaló a un chico de servicio de limpieza sacando el animal.— Ah, la ratita. Bueno, de ahí vienen nuestras tan deliciosas hamburguesas, ¿quieres probar una de nuestras hamburguesas?

—Yo quiero un avión que vaya a Dubái y una familia de verdad.— su hermano le dió un codazo.— Bueno, con dos hamburguecitas estoy bien.

—¡Lito! ¡hace marchar dos hamburguesas!— ordenó el viejo verde.— ¿Y tú?— miró a Thomas, intimidandolo.

—¿Yo?  Eh, ¿cocina él?— preguntó señalando al cocinero que sostenía el cuchillo como si fuera un asesino.— No gracias, estoy a dieta.— mintió.

—Ay, Thomacito. Estas son las vacaciones de los Alwyn. Alguno chicos se van a Disneyland, otros a Dubái y nosotros estamos acá en esta mugre.— dijo lo último entre dientes. Pero su enojo se fue al ver a un chico del otro lado del salón con músculos, facciones perfectamente resaltadas y alto.— Ay, hola.— saludó a aquel chico.— ¿Sabes, Thomacito? Te veo en una semana.— se alejó de su hermano.

—Ey, ey.— agarró a su hermana del brazo.— ¿A dónde vas, T/n?

—A sacar agua del pozo, directo de la bomba.— respondió coqueta tratando de con eso hacer entender a Thomas lo que iba a hacer.

—Pero T/n, este hotel tiene agua corriente, no existe ninguna bomba.

—Todavía....— se mordió el labio y se dirigió al chico que tanto le atraía.

—¡No me dejes solo aquí, T/n!— su hermana ya se había ido.— Gracias por dejarme solito. ¡Mierda!— gritó asustado al ver al gerente con un cuchillo detrás de él.

—Voy a cortarte el pan para las hamburguesas.— Thomas asintió asustado.

—¿P-puedo tomar agua?—el cocinero asintió y Thomas agarró un vaso de agua. Pero nuevamente, alguien lo asustó haciendo que derrame el agua en su camiseta.

—Ay, perdón, no te quise asustar.—se disculpó de forma coqueta aquella chica haciendo que Thomas se ponga demasiado nervioso.

—¡No! E-eh no me asustaste. Lo que pasa es que fue uno de mis reflejos por ser... Eh... Campeón de peleador de artes marciales.— mintió.

—¿Campeón de artes marciales?—preguntó sorprendida y Thomas asintió como si aquello fuera cierto.—¡Que genial!

—¿Verdad que si?... Soy Thomas, Tommy para ti... Soy de Nueva York.

Taylor Swift Dentro De Tu Familia [One Shots]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora