Capítulo 1

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En una hermosa mañana con las primeras luces del alba asomándose, lo único que se podía oír era el grito de tres chicos que decían a toda voz:

— No lo dejes escapar.

— Hizo trampa.

— Oh, devuélvenos el dinero.

Delante de estos tres chicos corría otro vestido con un uniforme de la Escuela de Magia Superior, el cual huía con una sonrisa cubriendo su rostro. Este es Leopold Stonefire, un chico con un gran amor por su pelo largo de color castaño claro, con ojos cafés, bastante delgado, una barra plateada en la oreja izquierda, pequeña argolla plateada en el orificio izquierdo de la nariz y un collar perteneciente al signo del fuego.

Leo, salta un muro, encontrándose con la sorpresa de tener el autobús con destino hacia su escuela justo en frente. Una vez dentro de este, se despide de sus seguidores, haciendo un gesto obsceno con uno de sus dedos medios.

Mientras esto sucedía, en la puerta trasera del bus otro chico quería entrar a hurtadillas. Este era Christofer Rayblade, tenía una cabellera larga similar a Leo, pero con los lados rapados y usando un moño, ojos verdes, arete con una perla, barra en la lengua y un collar perteneciente al signo del rayo, delgado y vistiendo el mismo uniforme.

Justo antes de que quiera burlar al conductor tropieza con un escalón logrando que el conductor se percate –con sus cejas fruncidas comienza a gritar y protestar–. Leo ve a Cris y con entusiasmo lo llama. Leo camina hacia él y con una sonrisita en el rostro le dice al conductor –con cierto tono de fastidio–.

— Ya cállate por favor –lanza una moneda que vuela por el aire y cae justo en la alcancía del chofer–.

Cris y Leo se saludan y comienzan a festejar la proeza de la moneda y comenzando una charla para matar el tiempo:

— ¿Viste eso? –dice Leo, con los ojos recordando diversión–.

— Si, increíble –le responde Cris, con diversión–.

— Bueno, que me dices, ¿preparado para el primer día?

— La verdad no, el año pasado apenas aprobamos.

— Cierto tienes razón.

Así continuaron su charla trivial hasta llegar a su destino.

Comenzaron a caminar hacia la entrada antes de que el sonido inconfundible de una moto deportiva los detuviera e hiciera voltearse.

Leo, en un corto movimiento gira su cabeza hacia Cris, para decirle lo siguiente:

— Que excéntrico es, no lo aguanto.

Se escuchaba el fastidio en la voz de Leo. Cris, en un tono burlón y su sonrisita le responde a Leo:

— Por favor ya quisieras tener todo el dinero que tiene.

Ambos rieron y fueron hacia la moto donde se encontraba otro de los chicos con un casco y el mismo uniforme de su escuela.

El chico al percatarse de que es el centro de atención –de una forma algo dramática–, comienza a bajar de su motocicleta y como si de un caballero a punto de rescatar a su damisela se tratara; retira el casco dejando ver el rostro de Lissano Speedywind –un heredero de las familias más ricas del país y por suerte, amigo de Leo y Cris– era agradable a la vista, con su cabello largo, el cual estaba aplastado por el casco pero solo se necesitó que él pasará sus dedos por las hebras de este y lo despeinara un poco- dejando un estilo casual despeinado, con una leve inclinación hacia la izquierda. –Sus ojos–marrones achocolatados– eran rasgados y como accesorio portaba un reloj que no se veía nada barato, como último toque a su look llevaba un collar con el signo perteneciente al de aire

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