— ¿Dices que tu padre no te apoya en absoluto?. — preguntó él. No quería meterse en los asuntos privados de Yeji, pero por alguna razón sintió la necesidad de querer saberlo, quizás para ayudarla o simplemente escucharla.
Ella luego negó a su pregunta.
— Él siempre ha apoyado a mi hermano mayor en todo, a él es a quien le ha dado todo. Además de su apoyo su cariño y su atención, y todas esas cosas yo nunca las he recibido. — ella habló con amargura, apesar de que ella no lo estaba mirando, sabía que Jeno la estaba escuchando. — Siempre ha tenido preferencia por mi hermano, y no lo culpo pero... a veces no lo soporto. Mi padre es de lo que dicen que el hombre debe ejercer y la mujer dedicarse a su casa. Lo cual me parece patético. — una risa cruda salió de sus labios.
— Creo que estoy de acuerdo en lo mismo. — Jeno admitió con sinceridad. Incluso para él, quien era una persona de prestigio, era absurdo pensar que una persona podía tener esa clase de mentalidad en la actualidad.
— También odia a las personas que se pongan en su contra, así él esté equivocado. Y creo que ese fue mi error.
— ¿Por qué un error? — Jeno frunció las cejas mirandola con la curiosidad llenando cada vez su interior. Pero las palabras que Yeji lo hicieron arrepentirse de ella.
— El día que recibí mi beca para la Universidad mi madre y yo estábamos muy felices. Mi padre no lo sabía así que no se lo dije, teniendo en cuenta que de todos modos lo sabría. Dejé la carta en el comedor y me fuí a mi cuarto. Ese, fue gran mi error. — Yeji hizo una pausa para respirar y continuar. — Esa noche mi padre me llamó en un grito a la sala, yo bajé toda temblorosa porque estaba segura que había visto la beca, y fue así. Él sostenía mi beca con furor mientras yo intentaba no acercarme demasiado. Me preguntó que si estaba loca por hacer la Universidad, yo no le dije nada ya que las palabras no salían de mi boca. Él continuó y dijo que ni de broma me dejaría salir si pensaba seguir estudiando, porque al final, yo no tenía porque hacerlo. Yo exploté y le grité lo que no era justo, que estaba cansada de de la forma en como pensaba de mí. Que yo ni siquiera le estaba pidiendo su opinión ya que él no había sido un buen padre de todos modos. — tomó aire y expulsó este con dificultad, porque las lágrimas ya estaban al borde de caer. — Me abofeteó y destruyo mi beca frente a mí. Quería golpearme otra vez pero llegó mi madre y lo evitó. Al final ellos discutieron mientras yo seguía allí, mi padre tomó la decisión de separarse de nosotras, y se llevó a mi hermano con él. Desde entonces, mi madre tiene que trabajar hasta el cansancio para traer dinero, pero aun así no es suficiente para pagar las facturas. — Yeji rompió un pequeño llanto mientras Jeno seguía a su lado, sin tener una idea de que hacer. Le parecía desgarrador escuchar todo aquello, pero tampoco sabía de que forma consolarla en ese momento.
— ¿Y... sigues viendo a tu hermano? — preguntó torpemente, Yeji se secó las lágrimas con el final de su manga absorbiendo su nariz.
— Él tiene prohíbido vernos. Mi padre lo amenaza diciendo que le quitará su ayuda para la Universidad. Solo a venido dos veces en los últimos veces pero mi madre le dice que sea cuidadoso y que lo mejor es que ya no venga.— la boca de Jeno se abrió hasta el suelo y su ceño se frunció.
— ¿Tan déspota es? — ella asintió y él negó la cabeza.
— Es peor de lo que puedes creer. — Yeji pasó su mano por su nariz al mismo tiempo que apoyó la cabeza sobre sus rodillas.
Jeno por su parte estaba atónito. No tenía idea de lo que estaba sintiendo ella, pero de solo verla, sentía una sensación desagradable. Si antes pensaba que burlarse de ella no era para tanto, ahora dejaría de hacerlo ya que sabía la verdad. No era del tipo que sentía ninguna clase de empatía por nadie. Pero justo ahora, era diferente.
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𝖥𝗋𝖾𝖺𝗄𝗒 ➸ 𝖩𝖾𝗇𝗈
Fanfiction¿Alguna vez haz hecho algo para recuperar lo que tanto amas, sin importar a quién tengas a tu lado? Jeno sabía que le convenía estar cerca de Yeji, aunque no fuera de su total agrado. Sin embargo, uno de los dos descubriría que no puede vivir sin el...