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El cielo se oscurecía rápidamente, teñido de oscuras y amenazadoras nubes, cuales se arremolinaban
imponentes sobre las inmensas torres del castillo; Un Carruaje volador tirado por majestuosos abraxanes, descendió a toda prisa sobre los terrenos del colegio británico. Siendo recibido al instante por una imponente figura que emergió de entre los arbustos cercanos. Se trataba de Hagid, el guardabosques de Hogwarts.

Apresuradas y temerosas, las jóvenes francesas salieron del carruaje tras Madame Maxime, la directora del colegio Beauxbatons. Acercándose poco a poco a aquel hombre, quien con su enorme estatura y barba espesa, las miraba con entusiasmo, mientras una enorme sonrisa adornaba su rostro.

— ¡Bienvenidas a Hogwarts, señoritas! - Exclamó Hagid. Su voz resonaba por todo el lugar, aún sobre los atemorizantes truenos, cuales presigiaban una inminente tormenta. - Es un placer tenedlas aquí.

Ohhh el placer es nuestro, les agradecemos infinitamente por vuestra invitación y hospitalidad. - Pronuncio esta vez Madame Maxime, con aquella elegancia y acento francés que tanto la distinguían.

Hagrid, más que cautivado por la belleza de aquella enorme mujer, apenas y pudo disimular su nerviosismo, esbozando una boba sonrisa y trabandose al hablar.

— ¡Bueno! No pensarais quedarse ahí, venid, os guiaré al gran comedor, todos están ansiosos por vuestra llegada.

El guardabosques les abrió paso atraves del camino. Las chicas tras los dos mayores, murmuraban un par de cosas entre ellas y con expresión crítica observaban a su alrededor, comenzando a apresurar el paso, pues las pequeñas gotas de lluvia habían comenzados a pavimentar el suelo. Cubriéndose con aquellas elegantes capas bordadas de dorado y elegantes sombrillas plateadas, bromeaban y jugueteaban entre sí, pero sin en ningún momento perder el glamour.

La electricidad se sentía en el aire y el viento fresco les empapaba el rostro. La lluvia caía suavemente, creando un suave tintineo sobre los tejados y las hojas de los árboles. Sin duda alguna era un momento mágico e inolvidable, más que signo de aquella situación.

— ¡Señoritas! hay que comportadse, debemos dar una buena impresión, no lo olvideis. - Las reprendió la francesa, más que molesta por aquel comportamiento.

¡Os sentimos! No volverá a ocurrir. - Se disculparon las chicas en unision, y poco a poco entre suaves risas y abucheos volvieron a un semblante más sereno.

Pero inevitablemente, y en cuestión de minutos, la atención de Hagrid se centro en una de las jóvenes estudiantes francesas, una que parecía destacar entre las demás. Quizás era su largo cabello semejante al fuego, o quizás aquellos hermosos ojos verdes iguales a dos esmeraldas, muy probablemente eran sus facciones, o aquella enorme sonrisa en su rostro. Quizás solo quizás era aquella extraña y pequeña cicatriz cual ocultaba bajo su fleco, lo que le resultaba tan familiar al guardabosques. Él no sabía quién era ella, nisiquiera sabia cuál era su nombre, pero podía jurar que la había visto antes...pero ¿Dónde?

Mientras tanto en el gran comedor todos esperaban ansiosos la llegada de los dos colegios invitados. Albus Dumbledore, el director de Hogwarts, se puso de pie frente a los estudiantes, aquella presencia imponente y su mirada llena de sabiduría basto para que el silencio se apoderará del salón. Todos los presentes lo miraron atentos, esperando sus palabras.

— ¡Queridos estudiantes de Hogwarts! - Comenzó Dumbledore, su voz resonaba con autoridad y calidez, aún sobre la tormenta.- Ahora que están aquí todos reunidos, quisiera informarles algo; Este castillo no solo será su hogar este año, si no también el de varios invitados especiales. Pues como algunos ya sabrán...

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⏰ Última actualización: Jul 22, 2023 ⏰

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Secretos de Sangre [La hija del príncipe Mestizo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora