Chapter 1

306 20 6
                                    

POV Shika

Primer día y ya estaba corre y corre para no perder el dichoso tren.
Apenas llegue a Japón hace un par de semanas y lo que menos quiero es perder el trabajo por el cual pude venir a este país.

Las calles estaban llenas a esta hora, la gente salía y entraba de sus trabajos, igual que los niños a las escuelas, por lo que de seguro el tren iba a estar horrible hoy.

Iba tan metida en lo que iba a hacer con el dinero que ganaría, si no me echaban en la segunda semana de trabajar, que no me percate de que otra persona iba a doblar junto conmigo por lo que termine chocando, no con una, sino con dos personas.

Agradezco a dios por no haberme caído directo al piso.

— Lo siento mucho, no vi por donde iba. –Apresure a disculparme al ver a aquellos dos hombres más altos que yo.

— No te preocupes, ¿estás bien? –El pelinegro me había alcanzado a tomar de los brazos antes de que callera, era como estar casi abrazados. Era como si un aura de brillitos resplandeciera a su alrededor.
Esto parecía sacado de alguna película barata o manhua cliché.

— No, estoy bien. ¿Podrías... soltarme? –No parecía con intenciones de hacerlo, pero gracias a mi insistencia lo hizo.

— Mmm... El pelo atado te quedaría de maravilla con este calor. –Escuche hablar al peli blanco justo a mi costado, me sobresalte al no haberlo notado cuando este tenía uno de mis mechones castaños agarrado con sus manos de forma delicada.

— Este... –Creo que es obvio que no sé responder a halagos. De un tenue manotazo hice que soltara mi pelo. – Gracias, supongo. Si me disculpan, debo de irme. – Me fui rápido hacia la estación dejando a ese par atrás de mí.

Definitivamente me encuentro con puro loco por las calles, lo bueno es que por lo menos mi autoestima aumento un poco.

Ya en el tren iba más apretada que los peinados que me hacía mi mamá cuando era una niña.
Apenas y alguien podía moverse, pero todos parecían estar tranquilos a mi alrededor.
Eso era lo que me seguía sorprendiendo de esta gente, no parecían ni tener tiempo de quejarse.

Hace poco tuve la suerte de postularme como niñera en una página mundial, y al azar termine quedando en una sede de Japón.

Si me hubiesen dicho hace unos años que terminaría trabajando con niños me hubiese reído, no soy la clase de persona que tenga la mente como para tratar con pequeñas cabecitas inocentes, pero necesitaba el dinero y con el tiempo empece a agarrarle la mano al trabajo, así que actualmente ya no me costaba mucho adaptarme a los niños.
Justo hace dos días me dieron la noticia que me cambiarían a una sede más cercana a mi casa, lo cual agradecí infinitamente.

Apenas llegue pude ver a un par de mujeres mayores observando a otras chicas cuidar de una cantidad moderada de niños, era una pequeña guardería bien arreglada y cómoda.

— Buenos días –Salude amablemente a aquellas mujeres las cuales me devolvieron el saludo de la misma forma.

— Cariño, ¿qué necesitabas? –Me pregunto la que parecía ser la encargada.

— Vengo por trabajo, hace unos días me cambiaron a esta sede. –Informe amablemente. – Tatsuki Shika, un gusto. –Hice una corta reverencia.

— Oh, así que tú eres la chica. Será un placer tenerte acá. Recibimos buenas referencias tuyas. –La mujer me abrazo por los hombros como si fuera una nieta que hace mucho que no ve. Esta era algo mayor en edad, parecía tener unos 65/70 años.

— Bueno, espero que no hayan exagerado mucho. –Una gotita baja por mi cabeza como si fuera un anime. La verdad que recordar lo simp que podía llegar a ser mi anterior jefa me decía que había hablado de más.

La niñera | Hitto Kakucho (Tokyo revengers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora