Capítulo 2

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:v muchísimos enserió se creyeron esa pendejada

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:v muchísimos enserió se creyeron esa pendejada.

En fin..
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Al lanzarla a la cama la joven albina no supo que decir estaba sumamente nerviosa estaba apunto de perder su virginidad, junto con su amo, no sabía como reaccionar estaba completamente ruborizara por lo que estaba apunto de ocurrir su amo estaba apunto de hacer algo indebido.

Pero rápidamente sus pensamientos fueron interrumpidos, para sentir como los labios de su amo chocaba con los suyos, mientras este llevaba sus manos hacia sus pechos generando un pequeño gemido.

- A-amo...esto n-no, ah, por favor - esta trataba de hablar pero las acaricias y manoseo del azabache le dificultaba hablar, estaba siendo sucumbida por el placer generando por su amo.

El azabache comenzó a desabrochar las prendas de la maid que no salian palabra de su boca por los gemidos que daba.

Este al abrir pudo notar los enormes pechos de la peliplata para abrir su ojos con sorpresa. Nunca creyó que los pechos de su: "Prometida" fueran tan grandes, quería probarlos ahora mismo así que sin perder el tiempo alzó el brasier de la albina para oírse un pequeño rebote generado por los grandes pechos de su maid.

Este no estaba consciente de lo que hacía solo para apretar un pecho generando un pequeño gemido de su maid.

- "Qué grandes, así que esto me escondias Makima, voy a disfrutarlo esta noche" - pensaba el pelinegro para comenzar a chupar los pechos de la albina que comenzó a gemir por lo rudo que era su amo.

Este comenzó a bajar su mano hacia la parte íntima de la mujer que sintió una fuerte corriente eléctrica por toda su columna al sentir los dedos del azabache frotar encima de su ropa interior.

- ¡A-amo! ¡es-espere por fa...! - antes de hablar fue silenciada por un beso; lleno de amor y pasión, para sentir como la lengua del Son jugar con la suya.

Este sin aviso alguno metió sus dedos en la parte inferior de la mujer que dio un grito ahogado al sentir como los dedos del empresario Son, movía sus dedos frenéticamente.

Ella no podía proferir ninguna palabra, estaba siendo sucumbida por el placer dado por su amo. Ahora. Lo único que tenía que hacer es aceptar este momento que posiblemente jamás se repita.

Esta ya decidió actuar como una mujer y no como una tímida, para comenzar una batalla de lenguas ferozmente que sorprendió un poco al joven.

Sin más ambos compartieron aquella noche de pasión siendo el único testigo la luz de la luna.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2023 ⏰

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