17 de julio 2019.
Hospital Canadá - Victoria.
Narrador adicional.
Entra la supervisora de la área de bebés supervisando que todo esté en orden.
-Hola Fer, ¿Cómo vas con las niñas?- las mira por encima del hombro de la enfermera.- ¿Y las pulseras?.
La enfermera señala con la cabeza las pulseras que están al costado de una de las bebés.
-Aquí están, ahorita se las pongo.
-Mierda, las pulseras nunca se les quitan.- Dice con cierta preocupación en el rostro.- Si se enteran te van a correr- y con eso sale de la habitación.
La enfermera abre los ojos más de lo normal.
-Tin Marín de do pingue, cucaramate cochino fue, que no se limpió con el papel, yo no fui fue tete pégale, pégale, pégale.
Le puso la Manilla a la niña que le calló y la sobrante se la puso a la otra.
-Hola Gaby- Dice poniendole la manilla a la niña rubia.
Horas antes.
Camila.
-No, no, no. Le avisé, oiga! Estaba asistiendo a la marcha de igualdad de género, ¡Eso no cuenta como inasistencia!- Le reniego al profesor.
-Pero insistieron a mi clase- Sigue caminando sin poner mucha atención.
-Por una buena causa, ¿O acaso las mujeres no tenemos derecho a manifestarnos?
-Si quieres ser matemática, no puedes faltar tanto.
-Perdón, he estado ocupada con otra cosita- Señalo la panza con las manos- ¿o tampoco tenemos derecho a embarazarnos?
-A lo que no tienes derecho es a presentar el examen, lo dije al principio del semestre, más de diez faltas y ya- Sale por la puerta dejándome con la palabra en la boca.
-Maldito macho opresor- Dice thaliana qué pasa a estar frente a mi- ya ni modo vamos a-
La interrumpo con un gimoteo.
-Ey, ¿estás bien?- Dice con preocupación.
-Me esta dando una contracción de la mierda!
Bajo la mirada a mis pies en la que había un charco.
-¡Cami!, te hiciste pis- Me dice thaliana con una mueca en la cara.
-Creo que se me rompió la fuente.
-¡No me jodas! ¿Porqué aquí camila?
-¡No se!
-¡Okay! - Mientras me dice que respire con señas me saca de la universidad.
Lizeth
-Nuestros productos son de la más alta calidad, y contamos con la tecnología más avanzada para su producción, y yo, me encargo personalmente de cultivar la relación con mis clientes.
-AHH! - Gimoteo al sentir una contracción.
-Lizeth, ¿tuviste una fuga?- Me dice juliana, mi asistente, mirando al suelo. Inmediatamente bajo la mirada y veo un charco de agua. No puedo perder este contrato, así que me limitaré a ignorarlo, okay liz, tu puedes.
Agarro cuidadosamente del brazo a akiko, la socia con la que estoy apunto de hacer un contrato.
-Cuidado, akiko, alguien tiro agua- Le digo mientras me muevo del lugar.
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Madre solo hay dos
Romancepor un intercambio accidental hace cuatro meses, una ejecutiva adicta al trabajo y una estudiante deben separarse de las bebés que creían que eran suyas, ¿o tal vez no?