"Prométeme que no te vas a alejar mucho.""Pometo."
"Por la garrita, Roier."
Mi bebé estiro su manito y me mostró su pequeño meñique, yo estire el mio y entrelacé ambos antes de asentir con la cabeza, dándole el permiso para que salga corriendo hacia los juegos para niños pequeños. Viernes por la tarde, tenía un tiempo para salir a pasear con mi pequeño antes de volver a casa y enviarle las fotos seleccionadas al editor, ta ese encargaba de elegir cuales irían para la revista, y si necesitaba algo más, me lo diría.
Hasta el momento todo marchaba bien, aunque sabia que ese día había tomado el último supresor de los que me regalo Wilbur y no contaba con el dinero para comprar más, estaba bien, fue una buena semana, quitando el hecho de los primeros días con un celo altamente insoportable, me consideraba lo suficientemente estable en ese momento como para sobrevivir a los idiotas que seguro empezarían a molestarme el lunes por la salida, en la universidad.
Admire a mi pequeño caminando hacia la cantidad de niños, Roier era un niño tan sociable, incluso en eso mi hijo parecía superarme, aparte del hecho de que ya conocía y que Fargan me había mencionado hace poco, Roier tenía más madera de alfa que nadie, y no podía estar más orgulloso. Mi bebé sería alguien grande.
Sentí que alguien se sentó a mi lado y suspiré, odiaba el contacto innecesario, habiendo tantas bancas en el parque ¿Qué necesidad? Yo había tomado ese día mi último supresor, así que no fue exactamente mi olor, o eso esperaba. Sin embargo, había algo diferente, por el hecho de que estábamos en un espacio abierto, me fue un poco más difícil definirlo, pero eso no evito que su delicioso aroma entrará a mis fosas nasales y en menos de dos segundos todo mi ser gimiera de puro gusto. Mierda.
"¿Qué haces aquí?" Logré decir, queriendo sonar tan amenazante como un león, aunque un gatito llorando sonaba más peligroso que yo. Lo observé sonreír y aparte la mirada, no iba a enamorarme de esa preciosa sonrisa, o del modo como sus ojos se achinaban un poco y las arruguitas en sus ojos. Dios, Luzu, contrólate.
"Oh ¿Ya no me tratas de usted? ¿Debo sentirme mejor porque me tomas confianza?"
"No, yo..." Su tono irónico no me gustaba, pero tampoco puedo decir que me disgustaba, simplemente me dejaba sin habla, y mi omega, bueno, él ya se habría colocado en cuatro en este punto. "¿Me estás acosando? ¿Te debo algo por salvarme ese día?"
"No, al contrario." No comprendí a que se refería, sin embargo no me llamaba la atención hablar, menos menos cuidadosamente su rodilla tuvo contacto con la mía, enviándome una corriente de placer que paso tal cual una descarga por todo mi cuerpo. Quise encogerme, desee alejarme de ese contacto pero por el contrario ronronee a gusto, divisando aún a mi pequeño Roier a una distancia prudente, hablando de que sabrá Dios con los pequeños niños que lo rodeaban.
"Quackity ¿Qué...?"
"Lusu, mírame." No tarde ni dos segundos en obedecerlo, aunque hubiera deseado lo contrario, anhelaba observar aquellos hermosos ojos que no salían de mí cabeza, o esa boca que me robo el mejor beso de toda mi vida. Su piel, su rostro, de verdad estaba aquí a mi lado, sentado, rozando y frotando suavemente su rodilla contra la mía. "¿Te gustaron las rosas?"
"Sí, gracias."
Mordí y tire suavemente de mi labio ¿entonces era verdad? ¿Quackity me estaba cortejando? ¿En este punto debía saltar de alegría o decirle de una vez mi situación pata apartarlo lo antes posible y no salir herido? Suspiré y sentí un lado de mi romperse al pensar en mi situación, yo no soy material para cuento de hadas, soy Luzu Land, el imperfecto omega. Observe a Roier a la distancia y con un ligero silbido lo llamé, el ya conocía aquel suave sonido que tanto había practicado con el, así que me miró y mostró una de sus más hermosas sonrisas, corriendo hacia la banca, casi cayendo al ir a rápido y lanzándose sobre mi, aterrizando en mi rodilla, así que al fin me separe un poco de Quackity. Lo suficiente para acomodarme y sentar a mi pequeño sobre mi muslo contrario.
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𝗧𝗛𝗘 𝗣𝗘𝗥𝗙𝗘𝗖𝗧 𝗢𝗠𝗘𝗚𝗔 - Luckity [Adaptación]
Fanfiction☆ ͡ ⊹ Cuando eres la definición de omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar al amor de tu vida. Luzu Tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad. ¿Qué alfa querría encargarse de cortejar...